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martes, 2 de octubre de 2018

Reseña de "Cartas a un joven poeta" de Rainer Maria Rilke

Calificación: 5/10. 2 estrellas y media.
 
Esta obrita está compuesta por la correspondencia enviada entre 1903-1908 por Rainer Maria Rilke a un joven poeta llamado Franz Xaver Kappus, quien le pedía orientación en su todavía incipiente labor como escritor.

El propósito de leer este libro residía en que, supuestamente, servía como guía de consejos para practicar la actividad literaria. Pero lo cierto es que no son muchos los consejos que figuran para ser un buen escritor. Predominan los consejos filosóficos, para la vida en general, a los que simplemente se sumarían breves aportaciones acerca del buen hacer del aspirante a poeta.

Por ello, habiendo tenido dicho propósito en mente, su lectura fue ligeramente decepcionante. No obstante, es de lectura breve y ciertamente amena, si bien en ocasiones las divagaciones filosóficas conllevan a hacerlo algo más denso. Del mismo modo, muchos consejos no me parecen precisamente acertados. El que me resulta más preocupante y desacertado, quizá por lo que me atañe, es el que describe el deseo de escribir como una pulsión acuciante y ineludible. Me parece una explicación excesivamente romántica que veta a todo aquel que quiera escribir simplemente como un divertimento. Yo no comparto la idea de que solo aquel que se sienta morir si no escribe deba hacerlo. Es, cuanto menos, completamente exagerado. Por ello, habría que someter los dictados de Rilke a una criba que elimine los nada recomendables.

A continuación resumiré los consejos que pueden extraerse de su lectura (tanto los de corte literario como los de otro tipo):

-Debes escribir si sientes una necesidad imperiosa de ello.
-A la hora de dedicarte a la escritura, no busques la aprobación o desaprobación fuera de ti.
-Apártate de los temas corrientes y habituales por estar demasiado explotados. Hace falta ser realmente bueno para destacar y aportar algo original a cuestiones ya muy trilladas.
-Ninguna vida es aburrida. Un buen escritor sabe sacar buenas historias de eventos corrientes.
-Ante una sequía de ideas, siempre es recomendable recurrir a la infancia, campo de inspiración muy prolífico.
-Dado que lo que escribes es un testimonio de tu vida, eso le concede valor en sí mimo, independientemente de la valoración que hagan los demás.
-Evita pensar en las recompensas derivadas de dedicar tu vida a la escritura. Ello debe constituir un fin en sí mismo.
-Sírvete de la ironía en el acto de escribir, pero apártate de ella en cuanto te familiarices en exceso con su uso.
-Si sientes que la ironía se apodera de ti, vuelve tu atención hacia todo aquello que nos trasciende y sobrepasa para comprobar si la ironía se mantiene en ti como algo propio o pasa a mejor vida como una simple moda.
-Lee "Seis narraciones" de J.P. Jacobsen y su "Niels Lyhne".
-Ignora los textos estético-críticos. Son, o bien partidistas, o bien opiniones temporales y cambiantes.
-Evoluciona a tu propio ritmo, sin prisa. La fuerza creativa es como un instinto primigenio de ritmos propios.
-Vive en las preguntas sin apresurarte por hallar las respuestas.
-No rehúyas de la soledad.
-Acepta que todos los trabajos se sienten como algo opresivo.
-Si no sientes vínculo con otros seres humanos, refúgiate en las cosas y en lo que estas ofrecen.
-"Lea usted los versos como si fueran ajenos, y sentirá en lo más íntimo hasta qué punto son suyos".
-Piensa que el que algo sea difícil debe constituir una razón para hacerlo.
-Ama no para unirte o fusionarte con otro, sino para evolucionar uno mismo. Si te fundes con el otro ya no sabes cómo salir de esa amalgama.
-Asume el amor como carga y tiempo de aprendizaje.
-Con la tristeza siempre entra algo nuevo en nosotros y debemos estar abiertos a ello.
-El destino sale de nosotros, no procede del exterior. 
-Acepta nuestra existencia tal y como es, sé valiente ante lo que te ocurra.
-No desconfíes de lo que te rodea, no está en tu contra. Por eso no hay que quedarse en la zona de confort.
-Muchas veces es peor el nombre que le damos a las cosas que las cosas mismas.
-La duda es buena cualidad si se educa dando lugar a un saber crítico.


En conclusión, debido a su corta extensión, es un libro que puede leerse sin problema en pocas horas, por lo que si su lectura resulta ser decepcionante no habrá sido mucho el tiempo invertido en ella. Por otro lado, siempre es interesante leer este tipo de testimonios epistolares de gente que dedicó su vida a la labor de la escritura.