Calificación: 8/10. 4 estrellas de 5.
Sinopsis
personal: Los
caminos de una aspirante a actriz y de un amante del jazz que desea abrir su
propio local de música se cruzan (¿casualidad o destino?). Juntos se apoyan
para realizar los sueños que creían imposibles, mientras se ven envueltos en un
tierno romance. Cada uno, gracias al otro, comienzan a creer en sí mismos y a
atreverse a cambiar sus vidas persiguiendo aquello que desean. No obstante,
progresivamente los sueños que les unieron parecen amenazar con separarlos…
¿Qué será más importante para ellos? ¿Su amor o sus sueños? ¿Estarán dispuestos
a renunciar al primero por el segundo? ¿O al segundo por el primero?
Reseña
personal:
Hoy os traigo la reseña de la
película La ciudad de las estrellas. La
la land. Comenzaré diciendo que es una película muy oscarizada y con
motivo. Fui a verla hace un par de semanas con unas amigas y la verdad es que
me gustó mucho, de hecho, más de lo que pensaba.
No tenía muy claras mis
expectativas previas. Ante todo, deseaba que no fuera ni drama ni excesivamente
musical (en el sentido de que se pongan a cantar por todo). La película empezó
floja. La primera escena, con personas cantando sin motivo en un atasco de
tráfico, no me convenció, y me hizo temer que mis reticencias iniciales se
confirmaran. No obstante, si hay algo que puedo afirmar con convicción y
certeza, es que se trata de una película que mejora con el paso de los minutos,
de forma realmente increíble. Un progreso in
crescendo en toda regla.
Creo que el momento en el que
realmente se percibe la mejora de la película, o la escena que te sumerge más
en ella, por así decirlo, podría ser aquella —ilustrada por la primera de las imágenes, la de la portada de la película—, en la que los protagonistas, Mia (Emma Stone) y Sebastian (Ryan
Gosling), se marcan un baile (y cante) en la calle por la noche, junto a un
banco en el que se detienen.
Algo que me gustaría elogiar
también de la película es su estética. Por el tráiler, yo había creído, por la
forma en la que vestían ambos, que estaría ambientada hace décadas, quizá en
los años 40 o 50. Por eso me sorprendí cuando la película, al dar comienzo,
mostró que me equivocaba mediante el plano del citado atasco de tráfico, en el
que los coches eran claramente modernos. Considero un gran acierto que hayan
querido darle ese sabor retro a la película a través del vestuario de los
personajes, pues, ni que decir cabe que el vestuario de Mia, con esos vestidos
tan lady, me encantó.
Sin duda mi escena preferida de
la película es casi al final, y se ve precedida precisamente de la que menos me
gustó. Para poder explicar esto adecuadamente necesito aclarar que, a partir de
aquí, todo lo que diga es SPOILER porque básicamente destripo cómo acaba la
película.
¡¡¡ALERTA SPOILER!!!
Para mí, la escena más bonita,
y también la más confusa —por lo rápido que se suceden las distintas escenas—,
es aquella en la que Mia, habiéndose encontrado con Sebastian 5 años después,
comienza a imaginar cómo habría sido su historia si todo hubiese sucedido de
otra manera. Por ejemplo, si él no hubiera aceptado el trabajo que le ofrecía Keith
(John Legend). En definitiva, cómo habría sido su vida si hubiesen permanecido
juntos. A pesar de que estos se suceden en forma de una veloz ráfaga de breves
escenas —de forma que apenas te da tiempo a asimilar lo que está ocurriendo—,
la belleza estética y visual de las mismas es digna de admirar y elogiar.
Magníficamente construidas, presentan un montaje que yo llamaría hiper-cinematográfico,
pues explota de forma excelente las posibilidades visuales que ofrece ese
maravilloso invento que es el cine.
No obstante, estas secuencias
se ven ligeramente eclipsadas por una amarga sensación que anticipa lo que
estar por venir. Es decir, por lo menos en mi caso, intuía que no se trataba
más que de una ilusión, y que cuando esta terminara, la protagonista volvería a
encontrarse al lado de ese usurpador con el que había osado casarse. Digo
usurpador porque todos sabemos que el único válido compañero de vida de Mia era
Sebastian y comprobar cómo esta se había casado con otro fue el trago más amargo
de la película. La presencia de una hija de ambos me acabó de rematar, pues eso
sí que no tenía remedio (total, del marido se podría divorciar).
Es, sin duda, lo único que no
me gustó de la misma, que no tuviera el final feliz (para la pareja
protagonista) que la mayoría de los espectadores deseábamos. Que sí, que reconozco
que es un final más real, pues es cierto que en la vida real uno nunca
permanece para siempre con el amor de su vida, con ese amor “de película”
(nunca mejor dicho), que a veces el trabajo y el amor son incompatibles y uno
debe elegir entre cumplir sus sueños o permanecer al lado de esa persona, pero
es que yo no voy al cine a ver una película realista, voy para pasar un rato
idílico y salir flotando en una nube de felicidad viendo en pantalla lo que en
la realidad no puede encontrarse.
Fuentes de las imágenes:
http://www.filmaffinity.com/es/film689956.html
http://www.cinemania.es/noticias/escucha-la-cancion-completa-de-la-la-land/
https://isopixel.net/2017/01/20/la-la-land-estreno/
http://dc.clicrbs.com.br/sc/entretenimento/noticia/2017/01/terceiro-filme-de-sua-trilogia-do-jazz-la-la-land-e-mais-uma-obra-sobre-escolhas-e-sacrificios-de-damien-chazelle-9454681.html
Hola ! Vaya le has dado 4 de 5 estrellas. He visto esta película por todos lados y dicen que es buena, creo que la voy a ver en un futuro. Gracias por tu opinión. Besos & nos leemos :)
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