Simone Lucie Ernestine Marie Bertrand de Beauvoir, más conocida como Simone de Beauvoir, fue una importante escritora y filósofa existencialista nacida en París en 1908, en el seno de una familia burguesa y cristiana compuesta por los progenitores Georges Bertrand de Beauvoir y Françoise Brasseur y las hijas Simone y Hélène. En 1919, con la quiebra del banco del abuelo materno, la familia perdió gran parte de su fortuna, lo que decidió a su padre a animar a sus hijas a estudiar para buscarse un buen porvenir y un buen marido —no porque realmente considerara que las mujeres tenían el mismo derecho que los hombres a recibir una buena educación—. A mayores, para reducir el importe de su renta, vendieron su acomodada residencia y se trasladaron a un piso en el que debían habitar en condiciones mucho más mediocres.
Durante 1925 compaginó los estudios de Letras Clásicas en el Instituto Sainte-Marie de Neuilly con los de Matemáticas en el Instituto Católico de París. En estos años conoció Jean-Paul Sartre, que se convertiría también en un importante filósofo existencialista. Él formaba parte de un grupito de tres alumnos algo snobs e inaccesibles que por mediación de otro de sus miembros acabaría acogiéndola también a ella. Entabló así una amistad con Sartre que acabaría desembocando en una relación amorosa entendida en los términos que ellos defendían y compartían, los de un amor libre, sin ataduras y sin compromiso.
En 1929 se convirtió en la novena mujer en Francia en obtener la agregación de Filosofía. Dos años después fue destinada a Marsella como profesora de esta asignatura, mientras que Sartre fue destinado a Le Havre. Ante una separación dolorosa, Sartre tomó la decisión de pedirle matrimonio, algo que contravenía el tipo de amor que ambos defendían. Simone, demostrando ser más fiel a sus principios, rechazó la proposición, sin terminar por ello su relación con él. Posteriormente, Simone sería destinada a Ruan, mucho más cerca de Sartre. En 1933 conoció a Olga Kosakiewicz, una de sus alumnas, con la que entablaría una relación amorosa.
En 1937 se reencontró con Sartre en París. Allí ella impartía clases en el liceo Molière y él en el Pasteur. Ese mismo año conoció a Jacques-Laurent Bost, uno de los alumnos de Sartre, quien se integraría en la pandilla y mantendría una aventura amorosa con Simone. A su vez, Olga también había sido cortejada por Sartre, aunque posteriormente terminaría casándose con Bost.
La forma en la que Sartre y Simone entendían el amor les permitía establecer “amores contingentes” con terceras personas mientras que a ambos siempre les uniría un “amor necesario”. Este planteamiento, que sin duda en aquel tiempo resultaba chocante y novedoso, resultaría ser muy eficaz para ellos, pues mantendrían esa dinámica durante toda su vida, aunque la relación entre Sartre y Simone eventualmente perdería el cariz sexual y se ceñiría solo a lo personal e intelectual.
En 1939, con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Sartre fue destinado al servicio de meteorología y Bost al frente. Simone siguió residiendo en la capital francesa durante la ocupación alemana de la ciudad, y el conflicto bélico, cuya presencia la acompañaba allá donde iba, tuvo influencia en su pensamiento y en su obra. Dos años después, Sartre y ella iniciaron una red de resistencia al nazismo denominada Socialismo y Libertad.
En 1943 Simone decidió abandonar la enseñanza y dedicarse profesionalmente a la escritura a tiempo completo. Ese año publicaría su primer libro, La invitada en el que plasmaba mediante personajes ficticios las relaciones que se mantenían en el seno de su “pequeña familia”, como denominada a su pandilla. En esos años Simone había tenido que hacer frente a denuncias y despidos propiciados por el escándalo que despertaba el tipo de relación que mantenía con algunas de sus alumnas.
En 1945 publicó La sangre de los otros, inspirada profundamente en su experiencia de la Segunda Guerra Mundial, que, al igual que la muerte de Zaza, provocó un cambio en su sistema de valores y en su visión del mundo, desechando el enfoque individualista que la había caracterizado desde su juventud. Ese año también fundó junto a Sartre y otros intelectuales la revista literaria y filosófica Les Temps Modernes. Simone se comprometió plenamente con las causas comunista/socialista y con el ateísmo, publicando diversos escritos sobre estos temas.
Dos años más tarde viajó a Estados Unidos, donde se enamoró profundamente del escritor Nelson Algren, con quien mantuvo un intenso romance intermitente mientras seguían viviendo cada uno en un continente diferente, distancia suavizada por largos viajes en pareja y prolongadas estancias de ella en el continente americano hasta su ruptura definitiva en 1950. Nelson no terminaba de aceptar la visión del amor de Simone, exenta de un compromiso que él echaba en falta y condicionada por el tremendo apego que ella le profesaba a Sartre, cuya relación ella siempre antepuso a las demás e influyó en los planes con sus otras parejas. Tras la ruptura, no obstante, Algren y ella seguirían escribiéndose numerosas cartas durante una década más.
En 1949 salió a la venta El segundo sexo, una de las obras más importantes del feminismo, en la que la autora estuvo trabajando por muchos años. Esta obra la convirtió en un icono de la liberación de la mujer. La inspiración para esta obra partió sobre todo de sus observaciones de las mujeres estadounidenses durante su estancia allí y su subordinación al hombre a pesar de la idea de autonomía que estas parecían proyectar al mundo. El primer volumen, en el que simplemente exponía el pasado histórico de sumisión de la mujer, fue elogiado. Por el contrario, el segundo fue un auténtico escándalo y dañó seriamente su reputación, por señalar la misoginia presente en su propia época y atreverse a hablar en términos novedosos de temas como el aborto, la maternidad, la prostitución o el lesbianismo. Fue denostada y duramente reprendida incluso por los otros colaboradores de Les Temps Modernes. De esta obra deriva su famosa frase: «No se nace mujer, se llega a serlo», en la que desmentía el carácter biológico del género y definía este como una construcción sociocultural que encasillaba a las mujeres en un papel de madres y esposas y coartaba su libertad de acción y elección.
Claude Lanzmann, al que conoció en 1953 fue su siguiente interés amoroso y el único hombre con el que cohabitó. Su romance duró seis años pero mantuvieron una buena relación a posteriori. Al año siguiente publicó Los mandarines, novela que le costó escribir y que, a pesar de pensar que no tendría éxito, fue muy elogiada y recibió el premio Goncourt. Ese mismo año se comprometió contra la guerra de Argelia. En 1958 publicó Memorias de una joven formal, que sería el primer tomo de sus autobiografías.
En 1971 tuvo lugar la firma del manifiesto de las 343, a favor del aborto, en el que todas las mujeres firmantes confesaban haber abortado alguna vez. Justo una década después publicó La ceremonia del adiós, como homenaje a los últimos años de Sartre, fallecido un año antes. Simone confesó que habían sufrido un leve distanciamiento en esos años, en los que Sartre había sufrido un deterioro en sus capacidades intelectuales y había sucumbido a influencias nocivas de intelectuales allegados que habían aprovechado esta situación para forzar un cambio en su pensamiento.
Simone de Beauvoir falleció en 1986 y fue enterrada junto a Sartre en el cementerio de Montparnasse. Legó sus bienes y obras a Sylvie Le Bon, su gran amiga y compañera durante sus últimas décadas cuya amistad llegó a comparar a la que en su adolescencia la unió a Zaza. No obstante, se especula que esta relación fue mucho más ambigua y no se ceñía a la simple amistad, sino que probablemente también compartían vínculos de carácter romántico, de madre-hija y de mentora-aprendiz.
Con esta obra y reseña he puesto punto y final a la lectura de biografías de grandes mujeres de la historia. Este tomo, en correspondencia con la autora que describía, contaba con un lenguaje algo más ampuloso y snob. Es decir, la propia narradora también se expresaba de una forma muy filosófica, lo que hacía ciertas partes un poco más densas, pero necesarias para entender el pensamiento filosófico de la autora que estaba describiendo.
Aun sin contar con el dinamismo de otras de las biografías leídas —en las que las mujeres descritas llevaban una vida más agitada o aventurera—, la existencia de Simone de Beauvoir no se me ha hecho aburrida o pesada, aunque su lectura requiriera una mayor reflexión intelectual. Yo conocía muy poco sobre ella, solo me sonaba su nombre y sabía que una de sus obras había sido importante para la construcción de la lucha feminista, por lo que me alegro de haber profundizado mis conocimientos acerca de una mujer de la que admiro la concordancia entre sus principios y sus decisiones vitales. Resulta refrescante leer sobre mujeres como Simone o Jane Austen que, viviendo en épocas en la que no casarse y no tener hijos podía serles duramente cuestionado y condenarlas a una especie de ostracismo social, ellas optaron por correr ese riesgo y mantenerse fieles a sus valores.
A su vez, ha sido interesante informarme acerca de la relación poliamorosa que ella y Sartre compartieron durante toda su vida y sobre cómo, al contrario de lo que pueda pensar la gente, eso no impide poder amar a alguien de verdad, como ella quiso a Algren. También sobre cómo su pensamiento se dirigía más a una reflexión individualista y centrada en sí misma hasta que la muerte de Zaza y la guerra le hicieron replantearse todo su mundo y enfocar su reflexión hacia la sociedad. Por otra parte, no deja de resultarme chocante que viviendo a mediados del siglo XX fuera capaz de encontrar tanta gente afín a su modo de entender las relaciones y que varias alumnas suyas se prestaran a mantener ese tipo de relaciones con su profesora.
Dicho esto, ha sido un placer realizar este recorrido literario feminista y compartirlo con vosotros a través de estas reseñas. No descarto continuarlo en un futuro si encuentro más de estas biografías en alguna biblioteca. Hasta entonces, espero que disfrutéis del resto del contenido de este blog.
Fuente imágenes: google images
¡Holaa! Una biografía genial, en cuanto a la filosofía sí sé que es un tema o ciencia bastante complicada, pero me ha gustado como lo has contado lo has hecho más sencillo de comprender.
ResponderEliminarBesoss ♥
Muchísimas gracias, muchos besos <3
EliminarHola!!
ResponderEliminarMuy interesante, me la apúnto para leerlo. Gracias por la recomendación y reseña.
Besos💋💋💋