Calificación: 6/10.
(Inevitablemente, esta reseña incluye numerosos spoilers. Se hace difícil poder comentar el libro sin ellos).Con mucho pesar interrumpí mi
lectura de la saga Una corte de rosas y
espinas (¡Sorpresa! Me la estoy leyendo y en pocas semanas subiré reseña
sobre ella), más conocida como ACOTAR, de la cual acababa de terminar el
segundo libro y me moría de ganas de empezar con el tercero. En circunstancias
normales nunca intercalaría un libro distinto en mitad de la lectura de una
saga, pero en mi club de lectura había propuesto hace un par de meses Frankestein como lectura del mes de
Octubre con motivo de Halloween así que no me quedó otra opción. De hecho,
precisamente por haber priorizado leer el segundo libro de ACOTAR (que no me
dio tiempo a terminar hasta el 1 de Noviembre), anduve muy mal de tiempo con Frankestein, leyéndolo a todo correr en
el espacio de cinco días del 2 al 6 de noviembre, habiendo dejado Halloween ya
atrás.
Llevaba en mi lista de pendientes un
tiempo porque es un clásico y porque hace muchos años vi la película autobiográfica
de Mary Shelley y me gustó. De Frankestein
como tal nunca he visto ninguna adaptación cinematográfica así que no sabía mucho de la historia, aunque
conozca al personaje de toda la vida, como todo el mundo. Ya forma parte del
imaginario de terror colectivo de la sociedad.
Sinceramente, lo único que conocía
previamente sobre la historia era lo básico: que Frankestein es el creador y no el monstruo, que fabrica un ser a
base de partes humanas y consigue insuflarle vida (yo suponía que a base de
corrientes eléctricas o algo por el estilo), y me sonaba algo respecto a que el
monstruo queda desamparado y eso puede suscitar a un debate ético.
No sabía nada más. Creía que a lo
mejor su creador era malvado, no asumía que fuera a arrepentirse de su
creación. También pensaba que el monstruo no hablaba y que quizá no tenía
maldad como tal o conciencia sobre sus actos, que quizá no tenía raciocinio.
Es una historia un poco inocentona,
hoy en día no se sostendría argumentalmente. La premisa de la que parte la
historia es un tanto débil. No resulta muy creíble que una persona en pleno uso
de sus facultades mentales se vea condicionado por la lectura de libros
científicos hasta el punto de enloquecer tanto como para sin ningún tipo de asco
construir un equivalente de ser humano desde cero robando órganos, vísceras y
otro tipo de partes de la anatomía humana. Y tampoco se sostiene que de buenas a
primeras solo terminarlo ya abra los ojos a sus errores, se arrepienta y huya
dejándolo libre para que escape.
Del mismo modo, aunque entiendo que
Victor no se atreviera a confesar cuando juzgaron a Justine, aun así me parece horrible
que la dejara morir por un crimen que no había cometido. Al menos debería
haberse inventado que en aquel momento él estaba con ella. Fue muy cobarde.
El monstruo despertó en soledad y
deambuló desamparado ocultándose de la sociedad y tomando como modelo a una
familia para aprender cómo hablar y comportarse. Cuando reunió el conocimiento
y el coraje suficientes como para desvelarles su identidad, tuvo que huir al constatar
el pánico y desagrado que despertaba en ellos. Ciertamente, sentí compasión por
él, me daba lástima, pero eso no justifica nada de lo que hizo después y
entiendo que Víctor no lo perdonara. Comprendo que accediera a crearle una
novia debido a saberse amenazado, pero por eso mismo fue muy estúpido al
destrozar su segunda creación delante de sus narices antes de terminarla,
cualquiera hubiera imaginado que el monstruo se iba a vengar de él. Y era más
que evidente que para hacerle más daño y equiparar las cosas iba a matar a su
esposa.
Entiendo que esta obra puede
suscitar un debate ético interesante respecto a quién fue más culpable, si
Victor Frankestein o el monstruo. Si el primero tenía el deber ético de hacerse
responsable del segundo (como se le presupone a una madre respecto a su bebé al
dar a luz), así como cuan culpable puede considerarse al monstruo de los
crímenes cometidos.
En mi opinión, independientemente de
que no lo fuera al ”nacer“, realmente el monstruo se volvió malvado, si no por
muy dolido que estuviera no hubiera matado a inocentes así. Justificar esto sería
como justificar que una persona se convierta en psicópata asesino en serie que
mata a personas que no le han hecho nada solo porque otros le hicieron daño en
el pasado.
Me dieron mucha pena todas las
muertes, sobre todo la del amigo y la de Elizabeth, personajes que por su bondad
suscitaban un afecto especial. Fueron culpa de Victor por haber creado al
monstruo, por no haberlo destruido después y sobre todo por haber incumplido su
palabra de no crearle una compañera, sabiendo que entonces habría represalias.
Admito que se me ha hecho un poco
pesado por las prisas que tenía de acabarlo (estaba muy enganchada a la saga de
Una corte de rosas y espinas y la
interrumpí muy a regañadientes) y por el lenguaje, muy retórico, propio de
aquella época. Tiene reflexiones interesantes sobre la naturaleza humana pero honestamente
tampoco como para tirar cohetes o escribir un ensayo sobre ello.
Me gustaría que en los comentarios opinarais
sobre el grado de responsabilidad moral que Victor Frankestein tenía sobre su
creación y cuan responsable consideráis al monstruo de los crímenes cometidos
por venganza contra su creador.