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domingo, 18 de septiembre de 2022

Opinión sobre el musical de "La Bella y la Bestia" (2022)

 

Texto/adaptación: Paula Llorens y Manuel Maestro.
Composición musical: Nacho Anrubia.
Dirección vocal: Silvia Rico.
Coreografía: Cristina Fernández.
Dirección: Manuel Maestro.

 

Como parte de las ferias y fiestas de mi ciudad, fui a ver el musical de La Bella y la Bestia. Fue una amiga quien me lo propuso y yo decidí acompañarla aunque no tuviera un interés especial en ello. En el pasado ya habíamos ido a ver Aladin: un musical genial y nos había gustado. Pensaba que, fuese como fuese la obra, nos gustaría y nos alegraríamos de haber ido a verla.

Eso pensaba.

La verdad es que fue un gran fiasco.

Sé que se trataba de una adaptación al teatro de una película de Disney, pero podía haber tenido un enfoque mucho más serio y profesional del que tuvo. Fue realmente infantiloide y low-cost. En la producción, en los diálogos, en las canciones, etc. Sé que está dirigido a todos los públicos, pero precisamente por eso deberían de haber procurado que enganchara también a los adultos. La adaptación cinematográfica de La Bella y la Bestia de 2017 protagonizada por Emma Watson es un ejemplo absolutamente perfecto de cómo hacer una versión de esa historia que haga que incluso los mayores sueñen despiertos y salgan maravillados del cine.

Evidentemente, había muchísimos niños entre el público, pero ni siquiera ellos parecían realmente interesados, ya que no cesaban de moverse en sus asientos, hablar y hacer ruido. Por tanto, carecía del atractivo suficiente para atraer tanto a los menores como a los mayores. Además, a pesar de su brevedad (1h 10') se me hizo larga.

Otra cosa que me molestó en gran medida fue la serie de traiciones que hicieron a la historia original. Aunque se trate de una adaptación, últimamente se está llegando a tal punto que son más las diferencias que las semejanzas que guardan con las obras originales. Cuando vas al cine a ver X historia, vas para ver X historia, no algo que solamente se le parezca. En este caso, cambiaron nombres de personajes (Gastón no se llamaba así y era una versión de este personaje muy descafeinada e intrascendente), cambiaron algunos acontecimientos o su orden, y, lo más descarado, Lumière y Din-Dong fueron sustituidos por dos estatuas llamadas Donatello y Miguel Ángel. No me vale la excusa de que pudiera ser complicado animar un candelabro y un reloj porque ya se ha hecho en muchas obras teatrales y es tan simple como que los actores se disfracen de tales objetos, aunque el resultado fuese un poco baturro. Aunque admito que tenían su gracia las bromitas que Donatello y Miguel Ángel suscitaban con sus nombres —el hecho de tener que aclarar que se llamaban así por los escultores renacentistas, no por las tortugas ninja—.

Algo en lo que todos estaremos de acuerdo es que cuando vamos a ver La Bella y la Bestia vamos con la idea y la ilusión de escuchar el icónico tema Bella y Bestia son. Pues he ahí un nuevo fiasco. Las canciones de esta producción no eran las originales, sino otras nuevas. Y ninguna de ellas particularmente destacable, y de letras que se salían un poco de la esencia de la historia. Las voces de los actores no eran malas pero tampoco señalables, y la actriz que interpretaba a Bella desafinó en ciertos momentos.

¿Los dos únicos puntos positivos para mí? El hermoso vestido que Bella lució al final (muy elaborado para lo poco que lo aprovechó) y las bonitas imágenes que iban siendo proyectadas en el escenario, utilizando como base un libro gigante con ventanas a modo de ilustraciones que iban cambiando con el curso de la historia. Eso sí, prácticamente no se usó mucho más atrezzo que ese.

El último punto negativo que mencionaré ya no tiene que ver con el musical sino con el recinto teatral. Estimo mucho El Liceo, pero honestamente, ciertos aspectos de la infraestructura dejan mucho que desear, al menos en la zona de gradas. Como el hecho de que el espacio entre la barandilla y los asientos sea tan ínfimo que tengas que levantar a toda la fila para poder pasar, pero que dicha barandilla sea tan alta que haya que estar toda la obra inclinado hacían delante y apoyado sobre ella para poder ver algo, sin poder recostar la espalda en el respaldo en ningún momento. Y los niños lo tienen aún peor para ver. Para colmo, si me hubiese tocado tan solo un asiento más a la izquierda hubiera tenido que estar todo el rato inclinada hacia un lado invadiendo el espacio de la persona de al lado ya que me hubiese encontrado con una columna a pocos centímetros de mi cara.

Comprendo que es una obra de las que se pueden considerar baratas —las entradas oscilaban entre los 12 y 18 euros—, pero honestamente, por 12 euros espero ver más de lo que vi.

  

 Fuentes de las imágenes:

https://www.ciudaddecultura.org/es/programacion/bella_bestia_el_musical_10-09-2022_19_30

https://www.lagacetadesalamanca.es/salamanca/el-liceo-acogera-el-musical-la-bella-y-la-bestia-en-las-ferias-y-fiestas-AA11448239

https://img.salamancartvaldia.es/simg/2022-09/20220910174016__FS_8797.jpg

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