Relectura de la saga de "Los Juegos del Hambre" (2008-2010)

INTRODUCCIÓN: MI HISTORIA CON LOS JUEGOS DEL HAMBRE

Los Juegos del Hambre (9/10) siempre ha sido una de mis sagas favoritas. Lo leí en mi adolescencia por recomendación de una amiga. Por una parte, tenía elementos comunes con las sagas que solía leer: era protagonizada por adolescentes y había una bonita historia de amor. Por otra parte, se alejaba bastante de lo que yo leía puesto que estos elementos que he mencionado eran secundarios y la historia era más cruenta y profunda que lo que yo estaba acostumbrada a leer.

Como digo, es una historia mucho más cruda y despiadada que lo que a mí me suele agradar, por eso es raro en mí que me guste tanto. Siempre digo que para dramas ya está la vida y que lo que busco es evadirme de una realidad a un mundo ideal y que me hagan reír. Los Juegos del Hambre supone todo lo contrario y sin embargo me encanta. Y desde que la leí siempre he considerado que es mi saga favorita.

La verdad es que me repatea muchísimo cada vez que la gente la clasifica erróneamente como una saga juvenil, calificativo que para ellos implica infantil e inmadura. Nada más lejos de la realidad. De hecho, nunca se la recomendaría leer a un niño. Aparte de que no entendería su calado sociológico, podría quedar bastante traumatizado. Incluso considero que un adolescente sigue sin estar capacitado para entender por completo su mensaje. De hecho, cuando yo la leí de adolescente, solo me quedé con el bonito romance, lo demás me daba igual. Si acaso, valoraba la originalidad de la propuesta sobre cómo funcionaban los juegos. No me paraba a analizar la crítica social que había detrás.

El segundo libro me encantó aún más que el primero, aunque el final abierto me dejó en vilo y se me hizo larga la espera hasta que se publicó el tercer libro, que fue el único que me decepcionó. Entre medias me releí los dos primeros, algo que no solía hacer por aquel entonces pero que refleja claramente hasta qué punto me gustaba.

Cuando en su momento salieron las películas, me llevé un buen chasco con el casting. No me gustaban nada los actores que habían escogido para encarnar a esos personajes. No encarnan bien el físico de los protagonistas por mucho que les tiñan el color del pelo. Las películas me gustaron (a día de hoy las aprecio más que entonces) pero seguía prefiriendo los libros. Si no recuerdo mal, vi todas ellas en la gran pantalla salvo la penúltima.

Poco a poco me fui alejando de la saga aunque la seguía considerando de mis favoritas. Sin embargo, hace pocos años decidí volver a leerme las sagas de mi juventud, tarea que he ido cumpliendo desde finales de 2021 hasta la actualidad. El reciente estreno de la película sobre la precuela Balada de pájaros cantores y serpientes fue el empuje definitivo que necesitaba para releerme Los Juegos del Hambre de una vez.

No olvidéis leer mis reseñas de esta precuela (que al contrario que los demás sí me la acabo de leer por primera vez) y de la película.

 

IMPRESIONES LIBRO POR LIBRO (contiene spoilers)

1º) LOS JUEGOS DEL HAMBRE (2008) (Calificación: 8’5/10)

Me ha vuelto a encantar una vez más, y esta vez he comprendido mucho mejor el calado social de la historia. Mi bagaje cultural es ahora más completo que en mi adolescencia y capto en el argumentos elementos de El príncipe (1532) de Maquiavelo, El Leviatán (1651) de Hobbes, El contrato social (1762) de Rousseau, de la noción de “pan y circo” (panem et circenses, locución latina que incluso da nombre al país en el que Suzanne Collins desarrolla esta historia), etc.

Es un estudio sociológico brutal. Los distritos están muertos de hambre de una forma literal, mientras que el Capitolio está hambriento de un buen espectáculo, se recrean en la tragedia de aquellos que amenazaron con liberarse de su yugo y destruirlos. No les basta con obligarlos a asesinarse (ni siquiera ejecutarlos ellos mismos, no se manchan las manos de sangre directamente salvo en contadas ocasiones) sino que se regodean en humillarlos y convertirlo en un espectáculo.

Algo de lo que ahora me doy cuenta y que supone una laguna o fallo en el universo que teje Suzanne Collins es que la autora en ningún momento menciona qué ocurrió en el resto del mundo, solo que en Estados Unidos hubo una guerra que lo convirtió en Panem. Como siempre, el egocentrismo estadounidense. ¿Los demás países no hacían nada ante lo que ocurría? ¿Quizá era una situación como la de Corea del Norte, cerrados a cal y canto al exterior?

En su momento, aunque me gustó la historia en sí y toda la dinámica compuesta por los juegos, yo más que nada me quedaba con el precioso romance entre Katniss y Peeta, “la chica en llamas” y “el chico del pan”. Peeta siempre ha sido de mis personajes favoritos, y no puedo evitar volver a enamorarme de él cada vez que me reencuentro con esta historia. Desgraciadamente, no solo es que el romance siempre me haya parecido muy escaso en estos libros, sino que también me desquiciaba la actitud y frialdad de ella hacia él. Ahora, he vuelto a enervarme con ella por la forma en la que jugó con sus sentimientos y por ser tan soberbia, desconfiada y estúpida como para no darse cuenta de que él la quiere de verdad, de que no es ningún juego para él. De todas formas, honestamente me cuesta un poco creer que tanto Haymitch como Snow capten con tanta claridad que ella actuaba y él no.

En mi opinión, Katniss debería haber seguido adelante con la relación al menos hasta que saliera de dudas, porque era cuestión de tiempo que acabara dándose cuenta de sus propios sentimientos tarde o temprano, o como mínimo esperar a llegar a sus casas y haberse reencontrado con su familia. La vuelta al distrito tuvo que ser horrible para él: estar seguro de que ya ha pasado lo peor, que están vivos y a salvo, creer que la va a tener con él para siempre y de repente descubrir que ella lo ha estado utilizando y que no le quiere de verdad. También me rompe el corazón la actitud de su madre con él implícita durante toda la saga, el hecho de que le maltrate y que le diga que la única que puede sobrevivir es Katniss y no él. Tampoco entiendo que Haymitch no le enviara regalos por mucho que centrara sus esfuerzos en salvarla a ella. En general, es espantoso comprobar cómo todos los personajes apostaban por ella y no por él, incluso él mismo.

Sigo emocionándome al leer la muerte de Rue. Entiendo que está justificada porque no pueden ganar todos, pero es un personaje tan entrañable al que se le coge cariño en tan poco tiempo que no puedo evitar que me afecte.  

Por otra parte, pensaba que Snow salía más en el primer libro. No me ha influido en mi opinión sobre él el haber leído la precuela sobre su pasado. Nada de lo que viviera en su adolescencia justifica el abominable ser humano en el que se convierte después. De hecho, no recordaba los límites que alcanzaban su maldad hasta que he releído estos.

 

2º) EN LLAMAS (2009) (Calificación: 9/10)

Me ha vuelto a encantar como antes. Es el mejor de la saga de lejos. Tiene un ritmo trepidante, sobre todo en los juegos, que son sublimes, me parece una genialidad todo el planteamiento de la arena como un reloj. Recuerdo que la primera vez que lo leí me voló la cabeza semejante ocurrencia.

Hay más romance y se agradece, pero sigue siendo muy poco. Nuevamente, me repatea la conducta de ella con él, tan esquiva, tan distante, tan fría, tan orgullosa, tan poco cariñosa y afectiva, y encima actuando resentida como si fuera ella la que tiene derecho a estar enfadada. Él no puede ser mejor persona de lo que es, tan valiente, entregado, incondicional.

Lo único que no me gusta es el final del libro, en cliffhanger, casi me impide ponerle un 10. Ella fue realmente estúpida al separarse de él e irse sola con Johanna. Al igual que al principio del libro, ¿cómo no se imaginaron que estarían siendo vigilados? Deberían haber continuado su romance fuera de cámaras, hubiera sido lo más prudente para todos. Ella se hubiera enamorado de verdad tarde o temprano. Mi escena favorita, como imagino que la de mucha gente, es la conversación y beso en la arena. Sinceramente, recuerdo que la primera vez que lo leí pensé que se lo iban a montar allí mismo. Sí, con todo Panem mirando.

Entiendo que Katniss comparte con Gale un pasado de amistad, pero, honestamente, ¿puede haber punto de comparación entre Peeta y él? Gale es muy orgulloso, inconsciente y colérico. Supongo que los besos que comparten en esta segunda parte se crearon un poco por fan service hacia los partidarios del Team Gale que surgieron pidiendo que ella terminara con él. (Pista: esas personas se posicionaron del lado equivocado. El partidazo que reúne todas las cualidades es Peeta, no él, abrid los ojos).

Johanna me cae fatal aunque sé que su comportamiento es una pose y en el fondo me da bastante pena. Fue realmente valiente aunque muy imprudente cuando se enfrentó al Capitolio a voces tras el ataque de los charlajos. Finnick, por su parte, puede causar desconfianza en su primer encuentro con Katniss por ser tan zalamero pero en seguida se le coge cariño y se convierte en un personaje querido.

Sinceramente, a pesar de que me repatean los finales abiertos y este es especialmente abrupto y triste, es adictivo de leer y lo vivo mucho por dentro mientras lo leo.

 

3º) SINSAJO (2010) (Calificación: 5/10. Solo lo apruebo por el último párrafo antes de la última página anterior al epílogo, ya sabéis a qué me refiero)

Una vez más, ha vuelto a defraudarme. Es anodino, monótono, cruento y desagradable en exceso. La primera mitad puede tener un pase aunque no ocurre nada importante, pero la segunda se pasa de trágica y gore. Desvirtúa la historia original. Recordemos que en el primer libro ni siquiera moría nadie importante. No tiene el gancho y la cualidad adictiva de los anteriores. Al desviarse de la estructura de los juegos pierde el norte y se convierte en mera literatura bélica corriente.

Si los otros no eran muy recomendables para menores en el caso de este desaconsejo abiertamente su lectura a cualquier menos de 16 años. La violencia es sumamente gráfica y explícita.

En la primera mitad, que me gusta un poco más aunque no ocurra gran cosa, lloraba casi en cada capítulo simplemente al imaginarme cómo debía de sentirse Katniss a cada momento. También cuando estaban en el bunker del distrito 13 y empieza a pensar en Peeta y luego charlaba con Finnick. Curiosamente, en los capítulos de las muertes de Finnick y Prim no derramé ni una lágrima, quizá porque tenía las emociones entumecidas por el insomnio que sufría la noche en que los leí. No quería vivir muy profundamente la tragedia y alterarme por si eso me despejaba aún más XD

Finnick está muy desaprovechado en este libro. Me gusta mucho como personaje y odio su muerte, fue injusta, gratuita, cruel y nada heroica. Una personaje como él no merecía acabar así. También me extrañó que una vez que recuperó a Annie no le mostrara más apoyo a Katniss con lo de Peeta.

Me desagradaron mucho los capítulos de misión en el Capitolio, eran tan gores que rozaban el mal gusto. Yo no acababa de ver la vinculación que veían los personajes con la arena, a pesar de las trampas. Las pruebas de la arena eran mucho más trepidantes y entretenidas.

No sé qué pensaría cuando lo leí por primera vez, pero los últimos capítulos, tras la muerte de Prim, me han gustado por cómo se ahonda en el deterioro de la salud mental de Katniss y en su desesperación e impulsos suicidas, no lo recordaba en absoluto. Como lectora adulta, ahora entiendo mucho mejor los altibajos de salud mental de Katniss en todo este último libro: el vacío, la negativa a hablar, el querer encerrarse y no salir, el haber vivido tanto dolor que te sientes temporalmente inerte y adormecida hasta que lo liberas y lo lloras, fantasear con el fin del sufrimiento. Me sorprende que no se rindiera, que con todo lo que había vivido decidiera seguir viviendo. No creo que haya muchas personas que sean capaces de tirar para adelante y sobrevivir a algo así.

Dudo mucho que antes yo valorara y captara la profundidad de esa parte de la historia como lo hago ahora como lectora adulta, aunque hubiera agradecido más explicaciones y detalles sobre lo que ocurrió fuera mientras tanto, qué opinión tenía la gente de lo sucedido (la idea que yo tenía en la cabeza era que ella y Peeta se iban juntos lejos donde nadie pudiera encontrarlos porque seguramente la consideraban una criminal y una traidora por no matar a Snow, y sin embargo vuelven al distrito 12 y se desconoce  lo que opinan los habitantes sobre ella).

Algo que tampoco recordaba es que ella está a punto de quemarse viva tras la explosión que mata a Prim y que Peeta y ella sufren quemaduras muy serias que les dejan la piel algo desfigurada. Es bastante metafórico que “la chica en llamas”, procedente del Distrito 12, el que se dedica al carbón, esté a punto de ser devorada por las llamas. Es quemada casi hasta morir de una forma tanto metafórica como literal. Los vestidos de Cinna la habían hecho parecer inmune a este elemento, pero al final del día, sigue siendo humana y puede arder hasta consumirse, como todos.

Sigo sin perdonar las muertes de Cinna, Finnick y Prim y la lobotomía de Peeta (porque lo vuelve irreconocible y no parece volver a ser el que era). Creo que la autora, en un intento radical por distanciarse de la etiqueta de “saga juvenil”, cruzó la línea a la hora de matar personajes importantes. Son muertes despiadadas y desagradables, poco heroicas (nada a la altura de sus personajes) y bastante gratuitas. Entiendo que intenta reflejar el hecho de que en una guerra nadie está a salvo, pueden morir tanto soldados como civiles, tanto adultos como niños, tanto héroes como villanos, pero para tragedias ya tenemos la vida, y cuando disfrutamos con una lectura queremos sentir que nuestros personajes más queridos siempre van a estar a salvo. Parece que Suzanne Collins consideró que salvando al triángulo amoroso ya nos estaba haciendo demasiadas concesiones.

Por otra parte, también creo que fue muy radical y despiadada haciendo que Gale fuera indirectamente responsable de la muerte de Prim y que eso le costara para siempre la amistad con Katniss. Parecen dar a entender que no vuelven a saber nada el uno del otro. Menudo final para tantos años de buena amistad.

La muerte de Prim me parece la más cruel y gratuita de todas. Parece que la autora se planteaba de qué manera podía retorcernos más el puñal que nos había clavado dentro durante todo el libro y lo consiguió. Admito que en el pasado su muerte fue la que más indiferente me dejó. Me dolieron más la de Rue, la de Cinna y la de Finnick, pero a día de hoy, aunque yo siga teniendo debilidad por esos otros personajes, la muerte de Prim me parece la peor de todas y con la que la autora definitivamente cruzó la línea que nunca debería de haber cruzado. Era la más inocente, la menos culpable de nada. Es como si todo lo que hubiera hecho Katniss desde el principio para protegerla hubiera sido para nada.

Lloré a mares cuando Katniss se reencuentra con Buttercup y le grita que para qué regresa porque Prim está muerta. Es una escena que me llega muchísimo. También me sentó fatal que encontraran en cadáver de Madge. Como yo no recordaba qué pasaba con ella, una de mis hipótesis era que al final ella acababa juntándose románticamente con Gale, a pesar del desdén que él había sentido siempre por ella.

Por precioso que sea el último párrafo del último capítulo, me enfurece que un párrafo sea lo único que nos ofrecen acerca del proceso de acercamiento amoroso que reencuentra románticamente a Katniss y Peeta. Tan solo un párrafo de romance con final feliz al final de un libro tan gordo. Me parece indignante.

Siempre me sobran y me causan rechazo los epílogos en los que salen los hijos futuros de las parejas. Aquí en parte también, pero es que es tan poco lo que se nos ofrece sobre el futuro juntos de Katniss y Peeta que acepto hasta esto. Lo que no me gusta es que estando Katniss convencida de no querer hijos cediera solo porque Peeta quería. No me parece muy feminista que digamos. 

En resumen, mi opinión sobre la saga no ha cambiado desde mi adolescencia. Mis partes favoritas siguen siéndolo, Peeta sigue enamorándome, siguen afectándome las mismas muertes y sigo pensando que el tercero no está a la altura de los dos primeros.

Lo único que sí ha cambiado es mi profundización en el trasfondo político-social de la historia, que hace que esta me impresione más que antes y me resulte una lectura valiosa y de calidad que todo el mundo debería leer para comprender mejor la sociedad en la que vivimos.

Fuentes de las imágenes:

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