Aviso: contiene spoilers tanto de la película como del libro.
El 17 de noviembre de 2023 se estrenó en cines la adaptación cinematográfica sobre la precuela que Suzanne Collins publicó el año pasado de Los Juegos del Hambre. Yo no la fui a ver hasta semana y media más tarde para darme tiempo a leer el libro, pues no me gusta hacerlo al revés. Como comenté en la reseña anterior a esta, el libro realmente me sorprendió muy favorablemente, y, aunque fuera difícil que estuviera a la altura, esperaba que la película le hiciera suficiente justicia.
Salí profundamente decepcionada del cine.
Una de las cosas que más valoro de esta saga en general, pero en específico de este libro, es su enorme calado sociológico. La genialidad y crudeza con la que se refleja la verdadera naturaleza del ser humano, el cual, si se ve desprovisto de límites impuestos por las leyes establecidas que castiguen sus actos, ya no cuenta con motivo alguno para no matar, torturar y humillar a sus congéneres.
Antes de que existiera un modelo de sociedad en la que se prioriza el bien común y el respeto por los derechos humanos fundamentales (supuestamente), el ser humano se movía exclusivamente por el propio interés, eliminando del mapa a quien se interpusiera en su camino, aliándose tan solo con otros seres humanos mientras pudiera obtener un beneficio personal de ello.
Deshacer este progreso puede parecer volver a la Prehistoria, pero está lejos de ser así. ¿Por qué? Pues porque años y años de avances en todos los ámbitos de nuestra vida no iban a desaparecer del mismo modo, y ahora contamos con métodos mucho más pulidos y perfeccionados para arruinar por completo la vida de una persona. Un hombre de las cavernas cabreado puede golpearte con una piedra y llevarse tus reses, pero en la actualidad dispones de multitud de medios a tu alcance (sobre todo tecnológicos e intelectuales) para ultrajar, chantajear, hackear o incluso exterminar a toda una comunidad tan solo apretando un botón. El ser humano ha ido puliendo sus conocimientos y su inteligencia, pero nunca hay que olvidar que lo único que trata de impedir que esta pueda utilizarse para el mal son la Constitución y las leyes.
Esta historia, si bien tiene lugar más de un lustro antes que las del resto de la saga, igualmente se desarrolla en un futuro distópico (en el que, por tanto, la tecnología ha evolucionado aún más logrando cosas impresionantes pero también aterradoras). Cuanto más evolucionada esté tecnológicamente una sociedad, más peligroso es que se declare la guerra y que los derechos fundamentales que hemos cultivado y pulido durante siglos se vean reducidos a cenizas.
Este libro hace un trabajo espléndido retratando este amenazador futuro. Hay pasajes particularmente magníficos con reflexiones que me daban ganas de enmarcar y que consideraba cruciales para comprender bien la profundidad de la historia. Por eso me ha defraudado no ver esas reflexiones en la película o encontrarlas mutiladas, perdiendo su efecto.
La adaptación cinematográfica ofrece una visión tan superficial de todo este paradigma social que el resultado es una película más o menos entretenida sin grandes pretensiones, muy lejos del contenido mucho más sesudo y filosófico de la obra literaria.
Dejando esto a un lado, sin duda lo que más me ha enfurecido ha sido el terrible trabajo realizado a la hora de retratar la personalidad de cada personaje. Viendo la película cualquiera pensaría que Coriolanus Snow es todo una buenazo que solo se tuerce un poco al final de la historia. En el libro resulta evidente desde el comienzo que es un chico narcisista, egocéntrico y manipulador que finge ser amable, atento, solícito y agradable mediante un inteligente y maquiavélico uso de buenos modales y muchísima hipocresía. Con el desafortunado arco evolutivo del que le dotan en la película resulta del todo increíble que pueda llegar a convertirse en el monstruo que es en los acontecimientos que tienen lugar sesenta y cuatro años después, con Katniss como protagonista. Era una cuestión demasiado importante como para tomársela a la ligera, pero parece que el cine americano está demasiado acostumbrado a protagonistas que son el prototipo del héroe que es el colmo de la bondad y la buena intención y no han querido renunciar a eso ni aunque eso suponga desobedecer al libro en algo tan sumamente básico y crucial. Y por ello han errado el tiro completamente.
Justo de forma contraria, pintan a Lucy Gray hacia el final de la película como si fuera una persona manipuladora o como si le estuviera utilizando, cuando si hay una cosa que deberíamos tener muy clara es que en esa relación ella es la víctima. Es una buena persona enamorada hasta las trancas de él hasta el punto de no ver que su enamorado es todo una maltratador en potencia al que solo le haría falta saberla segura en su poder para empezar a mostrar toda su maldad.
Una de las eternas luchas a la hora de adaptar libros a la pantalla es representar adecuadamente el físico de los personajes. Considero que el único actor que realmente da la talla para el personaje es el que hace de Coriolanus. Única elección nada cuestionable, salvo por la mayor estatura. El único “pero” que le pongo al actor es que no representaba adecuadamente la arrogancia, vanidad e hipocresía que tanto caracteriza a Coriolanus. En un libro tenemos la ventaja de conocer desde dentro los pensamientos del personaje y así saber que sus amables palabras no se corresponden con lo que piensa de verdad. Dado que en pantalla, sin una voz en off que nos revele sus pensamientos (una opción muy válida que han desaprovechado), no podemos saber qué está pensando, es indispensable que el actor haga una interpretación tan bien trabajada que sea capaz de expresar con sus gestos faciales esa doble intención, que las palabras que salen por su boca no se corresponden con su forma de pensar (quizá mediante expresiones o muecas muy sutiles al apartar el rostro del de la otra persona). Al no haber sido así, la actuación da lugar a grandes equívocos, ya que alguien que no haya leído el libro pensará que Coriolanus es genuinamente amable y solícito cuando esto no podría estar más alejado de la verdad. No obstante, no achaco este defecto tanto al actor como al director, quien al fin y al cabo podría haber corregido su interpretación en cualquier momento.
Esto me lleva a comentar que, en general, una de las cosas que no me han gustado ha sido la interpretación de los actores. En la mayor parte de los casos se sentía forzada y sobreactuada, poco natural. Mención aparte reciben las exageradísimas y enervantes muecas que ponía Rachel Zegler mientras cantaba. Lograban crispar mis nervios. Mucha gente tiende a pensar que poniendo caras de lo más variopintas supuestamente están transmitiendo más emoción a la interpretación y no podría estar más lejos de la verdad.
En los cambios tanto de apariencia física como de temas abordados se nota de lejos un intento desesperado por ser políticamente correctos por encima de lo que la propia historia permitía:
-Convertir a un montón de personajes originalmente caucásicos en personajes afroamericanos o asiáticos ya no es suficiente en nuestros tiempos, por lo que ven necesario incluir además a una chica que padece Síndrome de Down como uno de los tributos que es llevado a la arena. Puede haber una doble intención aparte de la evidente, ya que quizá están apelando a la sensibilidad social de los espectadores hacia colectivos desfavorecidos tratando que se involucren emocionalmente aún más con la tragedia que supone obligar a adolescentes a combatir a muerte.
-En cuanto a las tramas no tratadas, se evita de forma ostensible toda referencia implícita que en el libro se hacía a la prostitución como única manera que mujeres desamparadas y pobres encontraban para poder recibir un sustento económico para subsistir. En el libro se deja caer que Tigris e incluso la propia Lucy pueden haber recurrido a ello porque no les quedaba otra opción. En la película este tema es ignorado por completo, quizá por considerarlo demasiado controvertido, pero sin duda hubiera sumado dramatismo y realismo.
-Además, está el tema de la diferencia de edad. Por la forma en la que al principio se nos presenta a Lucy en el libro, yo había supuesto que se trataría de una niña de unos 12-14 años, pero después se nos aclara que tiene 16. Evidentemente la autora no se hubiera atrevido de lo contrario a crear una relación amorosa entre ella y un chico de 18 años. Pero lo cierto es que en la película no se nos menciona la edad de Lucy y la actriz parece evidentemente más mayor que 16 años, quizá porque seguían sin ver del todo políticamente correcta una relación entre un chico de 18 y una chica de 16. En fin.
-No sé si esto habrá sido por no cabrear a animalistas muy radicales, pero otra cosa en la que la han fastidiado y mucho ha sido al no haber mostrado en ningún momento el profundo y visceral odio que los charlajos y sobre todo los sinsajos despiertan en Coriolanus, que sueña con poder agarrar una escopeta y cargarse a tiros a todas y cada una de esas criaturas que él considera una aberración que no debería existir. Esto es fundamental, ya que explica el rechazo que a su yo del futuro le causa que Katniss se represente a sí misma como un sinsajo, como la líder de la rebelión cuyo símbolo es esta ave. En la película no parece sentir por estos pájaros nada más que indiferencia y esto echa por tierra una de las causas del desagrado que años después este personaje sentirá por Katniss.
-En el libro hay un subtexto bastante evidente de esclavismo y trato infrahumano recibido por los distritos en general pero por los tributos en particular que es absolutamente suavizado en la película.
Resulta peculiar, pero no necesario, que la manera en la que nos recuerdan que los sucesos de esta película tienen lugar antes que los de las otras sea empleando una estética tan retro y vintage, casi cincuentera. No se nos debe olvidar que sigue tratándose de un futuro respecto a nuestra vida real.
Si hay algo en lo que el libro ahonda inmensamente es en la enorme pobreza y miseria en la que vive la población. Para mi gusto esto se ha pasado demasiado por alto en la película. Incluso el caso particular de la familia de Coriolanus y la suma arrogancia y vanidad de la apariencia que muestran al exterior, con las que tratan de disimular que ni siquiera tienen nada para comer. Haber vivido esa guerra y esa miseria es una de las razones por las que él está tan empecinado y desesperado por enderezar el futuro de su familia, conseguir la beca que sufrague la universidad y mantener la reputación de la familia Snow. Estar a la altura de su apellido lo es todo para él, mucho más que Lucy Gray, mucho más que cualquier otra cosa.
[SPOILER: Es paradójico que a pesar de las penurias sufridas durante su adolescencia no se ve capacitado para seguir viviendo día a día con lo básico en la compañía de Lucy en el Norte, y la abandona a la primera de cambio para regresar a su vida. En el momento en el que una suerte que no merece le alumbra y la Doctora Gaul le ofrece ir a la universidad y los Plinth le acogen en su seno y sufragan económicamente toda su vida, él pronto se olvida de la miseria, de Lucy, de todo lo experimentado, y se recrea en su nueva riqueza con una arrogancia inaudita en alguien que hasta el día anterior vivía en la más extrema pobreza. Pronto aprendió a alardear de dinero, a tratar mal a sus inferiores y a mirar por encima del hombro a los desafortunados entre los que él mismo se había encontrado hasta hace unos meses.]
Algunas diferencias algo más irrelevantes que he notado respecto al libro con las siguientes:
-No
se explica el enorme apego emocional que Coriolanus siente hacia la
polvera de su madre, la misma que prestará a Lucy Gray durante los
juegos.
-No existe Pluribus, aunque no se nota mucho su ausencia.
-Coriolanus
no llega a meter la mano en el tanque de serpientes antes que su
compañera. Eso me parecía bastante importante para acentuar el hecho de
que él no sufre daños y solo la atacan a ella.
-En toda la película
solo vemos un beso entre ellos. No logro entender esto, con lo
importante que era el beso que se dan antes de comenzar los juegos, que
será a lo que ambos se aferren durante los mismos.
-Se destruyen las
escenas más conmovedoras de todo el libro, como la emotiva y preciosa
conversación que tienen ambos protagonistas antes de que comiencen los
juegos: las lágrimas de ella, las palabras de consuelo y amor, la
polvera, el beso… Una de las que más deseaba ver en pantalla.
-Lucy
no sale corriendo en cuanto pisa la arena, pierde un tiempo precioso que
le podría haber costado la vida en buscar a Jessup. ¿Para qué
arriesgarse tanto en salvar a alguien a quien posteriormente vas a tener
que matar si quieres que él no te mate a ti?
-Se nos priva de la
mejor muerte de los juegos: el momento en el que Lucy asesina a uno de
los tributos defendiéndose con una serpiente que llevaba escondida en el
vestido. Este momento también es importante si se tiene en cuenta que
al final de la película Coriolanus deduce que Lucy ha intentado hacerle
lo mismo a él. Además, tampoco muestran como ella sale de los túneles
cantando haciendo a las serpientes seguirla como si fuera el flautista
de Hamelin con las ratas. Nuevamente, esto hubiera ayudado a reflejar
mejor el control que tiene sobre los reptiles, que tanto asustará a
Coriolanus más adelante.
-Tampoco vemos como hace agotarse al
tributo que la persigue hasta que se desploma muerto. En su lugar, mata a
una segunda persona con el truco del matarratas dentro de la polvera.
-Se
prescinde de la presencia recurrente de la madre de Sejanus, a la que
este llama Ma. Es un personaje más importante de lo que pueda parecer
que ayuda a conocer mejor a Coriolanus, a la abuela de este, incluso al
propio Sejanus.
-La Bandada pasa a un segundo plano, no llegamos a conocer a sus integrantes, solo les vemos de fondo cuando ella canta.
-Coriolanus se comunica con Tigris a través de llamadas telefónicas y no de cartas.
-No
vemos los enormes celos que Coriolanus siente por Billy Taupe que
llegarán a obsesionarle, hasta en eso lo retratan mejor de lo que es.
Fuente de las imágenes:
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Hola!!
ResponderEliminarNo he leído todavía el libro pero tengo que hacerlo, veo que se aleja de la trama de la trilogía original en muchos aspectos. Sinceramente he perdido la esperanza que hagan una buena adaptación de un libro.
Sinceramente no he visto a muchos del elenco actuar pero se que a la actriz, Rachel no es muy querida que digamos.
Gracias por tu reseña.
Besos💋💋💋