sábado, 28 de agosto de 2021

Opinión sobre la película documental "Blackpink: The Movie" (2021)

Hasta el último momento he estado dudando si subir o no esta entrada porque se va a asemejar más a un pasaje de mi diario personal que a una reseña pero, por otro lado, quería mantenerme fiel al hecho de que siempre subo reviews de todas las películas que voy a ver al cine, así que esta no debería ser menos. No obstante, dado que es la clase de film que solo se emite un par de días y después abandona la cartelera, no os toméis esta entrada como una recomendación cinematográfica, puesto que ya no podríais ir a verla aunque quisierais.

El domingo 8 de agosto fui a ver Blackpink: the movie al cine, película que estrenaron por el quinto aniversario de esta girlband de K-pop. Semanas atrás yo me había informado al respecto y no logré encontrar información de que la fueran a proyectar en ningún cine de mi ciudad, al igual que ocurrió para mi desgracia con LM5: the tour film de Little Mix hace meses —y creedme, nada me hubiera gustado más que disfrutar de aquella en la gran pantalla. En cierto modo, me sentí algo mal por ver en cines a Blackpink y no a Little Mix que significan muchísimo más para mí—.

El caso es que me mentalicé de que esta tampoco iba a poder verla y me olvidé del tema. Sin embargo, el 7 de agosto, un día antes del aniversario de Blackpink, decidí meterme en un grupo de BLINK de Telegram y, cómo no podía ser de otra manera, estaban hablando sobre la película. En un último intento desesperado, busqué en internet de nuevo y resultó que, para mi enorme sorpresa, esta vez sí apareció que en solo uno de los cines de mi ciudad (cómo no, tenía que ser el que me queda más lejos de todos) la habían proyectado ese miércoles, el viernes y la iban a emitir otra vez el domingo. Podía interpretarse como una señal de que tenía que ir a verla.

Intenté buscar a ver si había en el grupo o en internet algún BLINK de mi ciudad que me acompañara pero fue inútil, así que me hice a la idea de ir al cine sola por primera vez en mi vida, algo que, por otra parte, llevaba tiempo queriendo hacer, pues realmente la compañía en un cine no resulta tan necesaria. Lo cierto es que durante el resto del sábado estuve dudando internamente si ir a verla o no porque además me iba a doler tener que pagar 8€ por ella, pero, por otra parte, me pasé todo el domingo muy nostálgica porque según dijeron en el grupo de Telegram, Jennie había insinuado en el directo que habían hecho ese día que se alegraba de que se juntaran de nuevo las cuatro porque recientemente cada una ya se estaba embarcando en su proyectos por separado. A mí eso me sonaba terriblemente a despedida o a principio del fin, y me hubiera arrepentido si no hubiera aprovechado esta ocasión para fangirlear mientras aún siguieran juntas.

A modo de anécdota diré que yo iba con la voluntad de socializar con otros BLINK pero sin mucha esperanza, así que a la misma entrada del cine me acerqué a tres chicas y les pregunté que si venían por Blackpink, a lo que me respondieron que estaba claro que yo también por cómo iba vestida :D Yo siempre soy muy ceremoniosa para esas cosas así que, dado que no tengo merchandising de ellas porque llevo pocos meses en el fandom, opté por ceñirme al nombre y concepto de la banda y me vestí de negro y rosa.

Como respetamos los asientos que nos habían asignado, tal y como era de esperar yo estuve en mi fila completamente sola L Estuvimos unas 20 personas en total, y, para que engañarnos, el 99% eran chicas adolescentes, aunque me hizo ilusión divisar a una pareja de chico y chica algo más mayores.

Entrando en lo que realmente es importante —no puedo evitar irme por las ramas, lo siento— la película me gustó, sí, pero también me decepcionó un tanto. Yo no estaba muy segura de lo que iba a ver, pero suponía que sería una mezcla entre concierto y documental. En eso no es que errara el tiro, pero el problema es que la parte de documental era casi meramente testimonial y accesoria. Si al menos las actuaciones no las hubiera visto… pero las había visto todas. No había ni una sola que fuera nueva, todo era contenido reciclado de otros conciertos que yo ya había visto.

Básicamente, gran parte de Blackpink: The Movie estaba constituida por el concierto que, bajo el nombre The Show, emitieron el invierno pasado para representar por primera vez canciones de su primer álbum de estudio, llamado The Album —su equipo siempre tan original con los nombres, realmente me sorprende que no se limitaran a llamar a este acontecimiento The Anniversary en lugar de 4+1 Project—. Se trataba de una actuación de visionado online, no presencial, ante la imposibilidad de realizar una gira al uso por las restricciones sanitarias. En The Show ni siquiera cantaron todas las actuaciones de The Album, si no que suprimieron las colaboraciones con otros artistas —sin embargo decidieron incluir Sour Candy con Lady Gaga, a pesar de que esta canción forma parte del álbum de esta cantante y no de ellas. Lo sé, yo tampoco lo entiendo—. A parte de estas, también cantaron sus anteriores temas. Recordemos que a pesar de llevar cinco años en la industria Blackpink solo cuenta con un total de 29 canciones.

Quizá para que no fuera tan descarado que se habían limitado a reciclar las actuaciones de The Show para esta película, decidieron fusionarlas con algunas de sus representaciones de su primera gira mundial Blackpink World Tour (In your area) 2018 —repito, qué extraño que su equipo no se limitara a llamarlo The Tour :p—, en concreto el concierto en Seúl que salió en DVD. Si al menos hubiera sido cualquier otro concierto de esa gira… pero es que obviamente el que sacaron en DVD yo también lo había visto ya. Cuando digo que las fusionaron no es una mera forma de hablar, para hacerlo un poco más original, iban mezclando escenas de uno y de otro en un flojo intento por hacerlo más novedoso. No obstante, valoro ese pobre intento. Algo es algo.

En lo que se refiere a la parte de documental, fue tan escasa que apenas la recuerdo. Simplemente Lisa, Rosé, Jisoo y Jennie, en ese orden, hacían una breve reflexión de sus cinco años como grupo mientras se las grababa observando emocionadas proyecciones de momentos pasados de su carrera. Al menos en esto se cuidó bastante la parte estética e hicieron unos montajes bonitos de ver.

El momento más emotivo de toda la película fue sin duda cuando Lisa —mi bias o favorita en el grupo— se emocionó al hablar sobre todo lo que habían conseguido gracias a sus fans y luchó por contener las lágrimas mientras buscaba sin éxito palabras para expresar su agradecimiento. En su tierno esfuerzo se mezclaban las ganas de llorar con la dificultad de expresarse en un idioma que no es el suyo. Recordemos que Lisa es tailandesa, por lo que batalla con la comunicación en coreano más que cualquier otro miembro del grupo, pues Jisoo y Jennie sí son coreanas y los padres de Rosé también lo son aunque ella naciera en Nueva Zelanda. Si bien las lágrimas no afloraron en mis ojos, sí trataron de asomar a ellos, y desde luego no fui la única, pues cuando a la salida compartí mis impresiones con las chicas que conocí a la entrada, ellas también confesaron haberse emocionado y prácticamente llorado. 

En resumen, lo que más me decepcionó es que el 80% de la película consistiera en contenido reciclado. A ver, hay que tener en cuenta que estamos en pandemia y tampoco han tenido la oportunidad de dar más conciertos, eso sí. Aun así sigo pensando que era un poco estafa, y más si en la sinopsis que puedes leer en internet te pone claramente que incluye escenas INÉDITAS y desde sus años de preparación como grupo (excuse me? Where?). No obstante, por tratarse de uno de mis grupos favoritos y de una ocasión tan especial como es su quinto aniversario, valoro la experiencia y me alegro de haber asistido. De lo contrario, no hubiera hecho nada especial para celebrar su cumplimiento de un lustro juntas en la música.

 
Fuente de las imágenes: Google images

 

sábado, 21 de agosto de 2021

Biografía: "Simone de Beauvoir: La filósofa que dio voz al feminismo moderno"

Simone Lucie Ernestine Marie Bertrand de Beauvoir, más conocida como Simone de Beauvoir, fue una importante escritora y filósofa existencialista nacida en París en 1908, en el seno de una familia burguesa y cristiana compuesta por los progenitores Georges Bertrand de Beauvoir y Françoise Brasseur y las hijas Simone y Hélène. En 1919, con la quiebra del banco del abuelo materno, la familia perdió gran parte de su fortuna, lo que decidió a su padre a animar a sus hijas a estudiar para buscarse un buen porvenir y un buen marido —no porque realmente considerara que las mujeres tenían el mismo derecho que los hombres a recibir una buena educación—. A mayores, para reducir el importe de su renta, vendieron su acomodada residencia y se trasladaron a un piso en el que debían habitar en condiciones mucho más mediocres.

Simone siempre destacó académicamente por su brillantez intelectual, lo que suscitaba que su padre a menudo comentara que su hija tenía “un cerebro de hombre”, comentario cuyo carácter halagüeño puede ser fácilmente cuestionado. En su adolescencia estuvo férreamente unida a su mejor amiga, Elizabeth Lacoin (apodada Zaza por ella), cuya fatal muerte por enfermedad en su juventud destrozó a Simone y le hizo replantearse su visión de la vida.
 

Durante 1925 compaginó los estudios de Letras Clásicas en el Instituto Sainte-Marie de Neuilly con los de Matemáticas en el Instituto Católico de París. En estos años conoció Jean-Paul Sartre, que se convertiría también en un importante filósofo existencialista. Él formaba parte de un grupito de tres alumnos algo snobs e inaccesibles que por mediación de otro de sus miembros acabaría acogiéndola también a ella. Entabló así una amistad con Sartre que acabaría desembocando en una relación amorosa entendida en los términos que ellos defendían y compartían, los de un amor libre, sin ataduras y sin compromiso. 

En 1929 se convirtió en la novena mujer en Francia en obtener la agregación de Filosofía. Dos años después fue destinada a Marsella como profesora de esta asignatura, mientras que Sartre fue destinado a Le Havre. Ante una separación dolorosa, Sartre tomó la decisión de pedirle matrimonio, algo que contravenía el tipo de amor que ambos defendían. Simone, demostrando ser más fiel a sus principios, rechazó la proposición, sin terminar por ello su relación con él. Posteriormente, Simone sería destinada a Ruan, mucho más cerca de Sartre. En 1933 conoció a Olga Kosakiewicz, una de sus alumnas, con la que entablaría una relación amorosa.

En 1937 se reencontró con Sartre en París. Allí ella impartía clases en el liceo Molière y él en el Pasteur. Ese mismo año conoció a Jacques-Laurent Bost, uno de los alumnos de Sartre, quien se integraría en la pandilla y mantendría una aventura amorosa con Simone. A su vez, Olga también había sido cortejada por Sartre, aunque posteriormente terminaría casándose con Bost.

La forma en la que Sartre y Simone entendían el amor les permitía establecer “amores contingentes” con terceras personas mientras que a ambos siempre les uniría un “amor necesario”. Este planteamiento, que sin duda en aquel tiempo resultaba chocante y novedoso, resultaría ser muy eficaz para ellos, pues mantendrían esa dinámica durante toda su vida, aunque la relación entre Sartre y Simone eventualmente perdería el cariz sexual y se ceñiría solo a lo personal e intelectual. 

En 1939, con el comienzo de la Segunda Guerra Mundial, Sartre fue destinado al servicio de meteorología y Bost al frente. Simone siguió residiendo en la capital francesa durante la ocupación alemana de la ciudad, y el conflicto bélico, cuya presencia la acompañaba allá donde iba, tuvo influencia en su pensamiento y en su obra. Dos años después, Sartre y ella iniciaron una red de resistencia al nazismo denominada Socialismo y Libertad.

En 1943 Simone decidió abandonar la enseñanza y dedicarse profesionalmente a la escritura a tiempo completo. Ese año publicaría su primer libro, La invitada en el que plasmaba mediante personajes ficticios las relaciones que se mantenían en el seno de su “pequeña familia”, como denominada a su pandilla. En esos años Simone había tenido que hacer frente a denuncias y despidos propiciados por el escándalo que despertaba el tipo de relación que mantenía con algunas de sus alumnas.

En 1945 publicó La sangre de los otros, inspirada profundamente en su experiencia de la Segunda Guerra Mundial, que, al igual que la muerte de Zaza, provocó un cambio en su sistema de valores y en su visión del mundo, desechando el enfoque individualista que la había caracterizado desde su juventud. Ese año también fundó junto a Sartre y otros intelectuales la revista literaria y filosófica Les Temps Modernes. Simone se comprometió plenamente con las causas comunista/socialista y con el ateísmo, publicando diversos escritos sobre estos temas.

Dos años más tarde viajó a Estados Unidos, donde se enamoró profundamente del escritor Nelson Algren, con quien mantuvo un intenso romance intermitente mientras seguían viviendo cada uno en un continente diferente, distancia suavizada por largos viajes en pareja y prolongadas estancias de ella en el continente americano hasta su ruptura definitiva en 1950. Nelson no terminaba de aceptar la visión del amor de Simone, exenta de un compromiso que él echaba en falta y condicionada por el tremendo apego que ella le profesaba a Sartre, cuya relación ella siempre antepuso a las demás e influyó en los planes con sus otras parejas. Tras la ruptura, no obstante, Algren y ella seguirían escribiéndose numerosas cartas durante una década más.

En 1949 salió a la venta El segundo sexo, una de las obras más importantes del feminismo, en la que la autora estuvo trabajando por muchos años. Esta obra la convirtió en un icono de la liberación de la mujer. La inspiración para esta obra partió sobre todo de sus observaciones de las mujeres estadounidenses durante su estancia allí y su subordinación al hombre a pesar de la idea de autonomía que estas parecían proyectar al mundo. El primer volumen, en el que simplemente exponía el pasado histórico de sumisión de la mujer, fue elogiado. Por el contrario, el segundo fue un auténtico escándalo y dañó seriamente su reputación, por señalar la misoginia presente en su propia época y atreverse a hablar en términos novedosos de temas como el aborto, la maternidad, la prostitución o el lesbianismo. Fue denostada y duramente reprendida incluso por los otros colaboradores de Les Temps Modernes. De esta obra deriva su famosa frase: «No se nace mujer, se llega a serlo», en la que desmentía el carácter biológico del género y definía este como una construcción sociocultural que encasillaba a las mujeres en un papel de madres y esposas y coartaba su libertad de acción y elección.

Claude Lanzmann, al que conoció en 1953 fue su siguiente interés amoroso y el único hombre con el que cohabitó. Su romance duró seis años pero mantuvieron una buena relación a posteriori. Al año siguiente publicó Los mandarines, novela que le costó escribir y que, a pesar de pensar que no tendría éxito, fue muy elogiada y recibió el premio Goncourt. Ese mismo año se comprometió contra la guerra de Argelia. En 1958 publicó Memorias de una joven formal, que sería el primer tomo de sus autobiografías.

En 1971 tuvo lugar la firma del manifiesto de las 343, a favor del aborto, en el que todas las mujeres firmantes confesaban haber abortado alguna vez. Justo una década después publicó La ceremonia del adiós, como homenaje a los últimos años de Sartre, fallecido un año antes. Simone confesó que habían sufrido un leve distanciamiento en esos años, en los que Sartre había sufrido un deterioro en sus capacidades intelectuales y había sucumbido a influencias nocivas de intelectuales allegados que habían aprovechado esta situación para forzar un cambio en su pensamiento.

Simone de Beauvoir falleció en 1986 y fue enterrada junto a Sartre en el cementerio de Montparnasse. Legó sus bienes y obras a Sylvie Le Bon, su gran amiga y compañera durante sus últimas décadas cuya amistad llegó a comparar a la que en su adolescencia la unió a Zaza. No obstante, se especula que esta relación fue mucho más ambigua y no se ceñía a la simple amistad, sino que probablemente también compartían vínculos de carácter romántico, de madre-hija y de mentora-aprendiz.


Con esta obra y reseña he puesto punto y final a la lectura de biografías de grandes mujeres de la historia. Este tomo, en correspondencia con la autora que describía, contaba con un lenguaje algo más ampuloso y snob. Es decir, la propia narradora también se expresaba de una forma muy filosófica, lo que hacía ciertas partes un poco más densas, pero necesarias para entender el pensamiento filosófico de la autora que estaba describiendo.

Aun sin contar con el dinamismo de otras de las biografías leídas —en las que las mujeres descritas llevaban una vida más agitada o aventurera—, la existencia de Simone de Beauvoir no se me ha hecho aburrida o pesada, aunque su lectura requiriera una mayor reflexión intelectual. Yo conocía muy poco sobre ella, solo me sonaba su nombre y sabía que una de sus obras había sido importante para la construcción de la lucha feminista, por lo que me alegro de haber profundizado mis conocimientos acerca de una mujer de la que admiro la concordancia entre sus principios y sus decisiones vitales. Resulta refrescante leer sobre mujeres como Simone o Jane Austen que, viviendo en épocas en la que no casarse y no tener hijos podía serles duramente cuestionado y condenarlas a una especie de ostracismo social, ellas optaron por correr ese riesgo y mantenerse fieles a sus valores.

A su vez, ha sido interesante informarme acerca de la relación poliamorosa que ella y Sartre compartieron durante toda su vida y sobre cómo, al contrario de lo que pueda pensar la gente, eso no impide poder amar a alguien de verdad, como ella quiso a Algren. También sobre cómo su pensamiento se dirigía más a una reflexión individualista y centrada en sí misma hasta que la muerte de Zaza y la guerra le hicieron replantearse todo su mundo y enfocar su reflexión hacia la sociedad. Por otra parte, no deja de resultarme chocante que viviendo a mediados del siglo XX fuera capaz de encontrar tanta gente afín a su modo de entender las relaciones y que varias alumnas suyas se prestaran a mantener ese tipo de relaciones con su profesora.

Dicho esto, ha sido un placer realizar este recorrido literario feminista y compartirlo con vosotros a través de estas reseñas. No descarto continuarlo en un futuro si encuentro más de estas biografías en alguna biblioteca. Hasta entonces, espero que disfrutéis del resto del contenido de este blog.

 Fuente imágenes: google images

viernes, 13 de agosto de 2021

Opinión sobre la película "Jungle Cruise" (2021)

Calificación: 6’5/10

Cuando acudí al cine para ver Viuda Negra, emitieron justo antes de su comienzo el tráiler de una película llamada Jungle Cruise de la que yo no había oído hablar pero que atrapó mi atención, pues parecía la típica película de aventuras, humor y fantasía que a mí me hace disfrutar. Además, estaba protagonizada por The Rock (Dwayne Johnson), actor que siempre me ha transmitido muy buenas vibraciones y que me gustó bastante en su papel en Jumanji —aunque yo lo conocía desde su primer papel en El Rey Escorpión, gran película también—. No tenía previsto visitar más veces el cine este verano pero pensé que esa podría ser una excepción (y como comprobaréis en unas semanas no ha sido la única que ha tenido este mes).

Así, cuando una colega contactó conmigo con la propuesta de ir a ver una peli, inmediatamente pensé en esta —honestamente no había ninguna otra que me llamara la atención en cartelera—. No tenía unas expectativas enormes sobre ella, pero tampoco es que yo sea una persona quisquillosa cuando se trata de cine. Con que me entretenga y no me deprima me conformo.

Jungle Cruise presenta la intensa travesía de los hermanos Lily y McGregor Houghton (Emily Blunt y Jack Whitehall) por la selva amazónica a bordo de la embarcación de un marinero llamado Frank, que accederá a transportarlos hasta un milagroso árbol curativo cuyas propiedades podrían cambiar el mundo de la Ciencia para siempre. Esta historia está basada en una atracción de Disneylandia.

He de decir que la película resultó ser más “chorra” de lo que yo había previsto. No es que sea un gran filme. De hecho, siendo honestos, se trata de una película bastante malucha. Es predecible, poco creíble, llena de topicazos y atestada desde el principio de un humor coñón y facilón que es una constante en toda la película.

A pesar de que no es el mismo tipo de comedia, debido a sus situaciones absurdas y a su humor over the top, me hace recordar películas paródicas del estilo de Aterriza como puedas, solo que menos exagerada en su absurdez, y menos divertida en su humor —honestamente fueron pocas las escenas que me hicieron reír a pesar de que esa fuera la principal pretensión de la película—.

Durante la primera mitad del filme, me sentía un poco decepcionada y desencantada con ella, pues me la esperaba de una calidad un poco superior, o ligeramente más seria. ¿Pero sabéis qué? Me acabó gustando bastante. La segunda mitad remonta y presenta un cierto encanto que te acaba ganando. O eso o quizá simplemente yo comprendí finalmente qué tipo de película estaba viendo y me adapté a ella. En un plan: «Oh, ¿es esto lo que me estáis vendiendo? De acuerdo. Lo acepto y lo compro».

Yo creo que hay que ser abiertos de mente y no cerrarse en banda ante lo que se está viendo. Hay que comprender el propósito de la película, el público al que va dirigido y si tus propias expectativas o estándares son suficientemente flexibles. No todas las películas tienen que tomarse a sí mismas en serio. No todas tienen que enseñar algo. Mientras cumpla el objetivo de entretenerte y hacerte pasar un rato ameno, ¿acaso no es eso suficiente?

Por todo ello, para cuando la película estaba alcanzando su fin yo ya estaba plenamente enganchada a lo que estaba sucediendo, y deseando que terminara como yo quería, algo que intuía que iba a suceder, puesto que como he dicho, era predecible.

Yo diría que se trata de una especie de parodia de películas de aventuras. Cuando tras venir del cine me dio por leer los comentarios que aparecían bajo el tráiler de Youtube, me sorprendió ver que solo con esas pocas imágenes todo el mundo parecía comprender que se trataba de una mezcla de Jumanji, Piratas del Caribe, Indiana Jones y La Momia, y lo cierto es que no erraron el tiro en absoluto. Con un simple tráiler calaron mejor la película que yo, que ni siquiera saqué esos parecidos habiéndola ido a ver.

Recomiendo plenamente no saltarse los créditos finales, porque son estéticamente preciosos. Una pena no haber podido verlos hasta el final por todo eso de no hacer esperar a mis acompañantes, que ya se habían puesto en pie.

En definitiva, no me arrepiento de haberla ido a ver. Quizá no sea un peliculón que engrose mi lista de favoritas o que me haga reír hasta hartarme, pero de seguro la voy a volver a ver cuando tenga la oportunidad.

 

 

 

Fuentes:

https://www.filmaffinity.com/es/film147459.html

https://imagenes.heraldo.es/files/image_990_v1/uploads/imagenes/2021/05/14/dwayne-johnson-y-emily-blunt-en-jungle-cruise.jpeg

https://www.tekcrispy.com/wp-content/uploads/2021/07/Jungle-Cruise-elenco-disney.jpg

https://media.revistagq.com/photos/6103bce193b43689dca3ff6b/16:9/w_2560%2Cc_limit/Captura%252520de%252520pantalla%2525202021-07-30%252520a%252520las%25252010.47.32.png

 

sábado, 7 de agosto de 2021

Biografía: "Marie Curie, una luchadora incansable que logró dos Nobel con genio y perseverancia"

 
 
He aquí una penúltima biografía de la colección de kiosco Grandes Mujeres. La que yo creía que era la última que tenía a mi alcance, fue ni más ni menos que la fue la primera entrega de la colección, acerca de la gran científica polaca Marie Curie.

Me gustaría retaros a adivinar sobre quién será la última, que publicaré en unos días. Dejadme vuestras averiguaciones en los comentarios, por favor. Os daré dos pistas: la primera es que no es ninguna de las mujeres que aparecen enumeradas o fotografiadas bajo este párrafo. La segunda es que una de sus obras se considera uno de los pilares sobre el que se construyó el movimiento feminista. ¡A pensar!
 

 

De nombre de nacimiento Maria Sklodowska e hija de Władysław Skłodowski y Bronisława Boguska, esta importante mujer nació en Varsovia en 1867. Eran un total de cinco hermanos: Zofia, Józef, Bronia, Helena y Maria. Cuando Maria solo tenía nueve años su hermana Zofia falleció de tifus, y, dos años después, falleció su madre de tuberculosis.

En aquel entonces Polonia estaba bajo el dominio de los rusos, que castigaban cualquier forma de patriotismo polaco. Aun así, muchos profesores se arriesgaban gravemente e impartían clases de historia polaca a los niños. Así, desde muy pequeña, Maria aprendió a amar su patria aunque no tuviera permitirlo defenderla a viva voz.

Era una alumna brillante, hasta el punto que recibió una medalla de oro al terminar la escuela secundaria. Ella sabía que el modo de poder recibir una aceptable enseñanza universitaria siendo mujer implicaba trasladarse a alguna ciudad como París, por lo que ella y su hermana Bronia se ayudaron mutuamente a reunir los ingresos suficientes para trasladarse ambas allí. Para ello, Maria dio clases particulares y ejerció de institutriz con unos familiares de su padre, los Żorawski. Allí se enamoró del hijo de la familia, Kazimierz Żorawski, quien a pesar de corresponderla, rechazó comprometerse con ella por recomendación de sus padres.

Bronia se trasladó a la capital francesa para estudiar Medicina y se casó con el médico Kazimierz Dłuski. Maria no llegó a París hasta 1891, donde ingresaría en la Facultad de Ciencias de la Sorbona mientras se hospedaba con su hermana y cuñado y, posteriormente, sola en el Barrio Latino, en condiciones de pobreza. Allí se licenció en Física con la mejor nota de toda su promoción, a pesar de haber tenido que enfrentar muchos recelos por ser la única mujer.

Fue en 1894 cuando conoció al que se convertiría en el gran amor de su vida, Pierre Curie, que era un profesor e investigador en la Escuela de Física y Química Industrial. Ese mismo año, Maria se licenció también en Matemáticas —carrera que había estudiado mientras compaginaba sus estudios con trabajar en el laboratorio de uno de sus profesores— e inició un la investigación sobre las propiedades magnéticas de los aceros. Pierre le propuso matrimonio y Maria, al principio, rechazó la proposición porque había regresado a Polonia. Sin embargo, Pierre, seguro de sus sentimientos, se ofreció a seguirla hasta Polonia aunque tuviera que subsistir dando clases de francés. Esto terminó de enamorar a Maria, que finalmente se quedaría en París con él estudiando un doctorado, después de haber sido rechazada laboralmente en la universidad polaca por ser mujer.

Un año después, la pareja contrajo matrimonio en Sceaux, y ella adquirió el nombre por el que sería conocida para la posteridad: Marie Curie. En 1897 nació la primera de sus dos hijas, Irène, y Marie publicó un artículo acerca de la imantación de los aceros. También daría inicio a la investigación sobre los rayos uránicos, investigando acerca de la radiación emitida por las sales de uranio siguiendo la estela de los trabajos comenzados por el físico Henri Becquerel. Al año siguiente los Curie anunciaron el descubrimiento de dos nuevos elementos químicos: polonio —al que llamaron así en honor a la patria de Marie— y, poco después, el radio.

                                     
El siglo XX comenzó con el matrimonio impartiendo clases de Física, Pierre en la Sorbona, y Marie en la Escuela Normal Superior Femenina de Sèvres. Fue en 1902 que Marie logró al fin su ansiado propósito de aislar el radio, tras un trabajo de disección realmente arduo y costoso, y, un año después, se convirtió en la primera mujer en Francia en presentar una tesis doctoral, que recibió una calificación de sobresaliente cum laude. Ese mismo año trajo dos sucesos más. En el lado desafortunado de los acontecimientos, dio a luz a un hijo que falleció poco después tras un parto prematuro. En el lado afortunado, se convirtió en la primera mujer en recibir un premio Nobel, el de Física, compartido con su marido y con Henri Becquerel.

No obstante, esto no tuvo exento de polémicas. Varias figuras masculinas de su alrededor tuvieron que interceder para asegurarse de que el premio le fuera concedido también a ella, algo que no se había contemplado en inicio solamente por su condición de mujer. Su propio marido aseguró que él no aceptaría el premio si no le era concedido también a ella.

En 1904 Pierre recibió la cátedra de Física General y Radioactividad, mientras que Marie fue nombrada jefa de laboratorio y dio a luz a su segunda hija, Ève. El año siguiente fue sin duda el más trágico de la vida de Marie, que quedó absolutamente devastada ante la repentina muerte de su marido, arrollado por un carruaje mientras cruzaba la carretera en un día de lluvia. Se sumió en una profunda desolación de la que tardaría muchos meses en resurgir. Finalmente, accedió a ocupar su lugar en la cátedra. Se convirtió en la primera mujer profesora de esa universidad y la primera directora del laboratorio perteneciente a la misma. En los años venideros Marie tuvo que sufrir las despiadadas críticas de los medios, que aseguraban que desde la muerte de su marido ella no había vuelto a hacer ningún descubrimiento, lo que para ellos demostraba que todos sus méritos se habían debido a su marido.

                                     

Con el paso de los años Marie se fue reponiendo de la grave pérdida y comenzó una aventura con Paul Langevin, lo que ocasionó un gran escándalo público que le granjeó numerosas críticas en los medios, amenazas de muerte y muchedumbres enfurecidas frente a su casa. En 1910 publicó el Tratado sobre la radioactividad y, un año después, recibió su segundo permio Nobel, esta vez en solitario y en Química, convirtiéndose así en la primera persona en obtener dos veces dicho galardón. Ese mismo año había sido rechazada como miembro de la Academia de Ciencias de Francia y del Instituto de Francia porque sus miembros se negaban a romper con la tradición y admitir por primera vez a una mujer, que además era extranjera y posiblemente atea. El citado galardón le permitió solicitar condiciones de trabajo algo mejores.

En 1914, justo antes del estallido de la Primera Guerra Mundial, se terminó la construcción del Instituto del Radio francés. Marie, con ayuda de su hija Irène, además de esforzarse por mantener a salvo las muestras de radio para evitar robos en su laboratorio, dirigió el Servicio de Radiología de la Cruz Roja francesa y condujo las llamadas petites Curies, ambulancias radiológicas equipadas con placas radiográficas para poder conducir estas a los heridos en combate y facilitar la localización de la metralla que debía ser extraída de sus cuerpos maltrechos. También desarrollaría la aplicación con fines terapéuticos y esterilizantes de emanaciones gaseosas de radio.

                                     

Tras la guerra, conoció a Marie “Missy” Meloney una periodista americana muy interesada en ella que se comprometió a ayudarla a conseguirle un gramo de radio para proseguir con sus investigaciones. Para ello, dio  lugar a una campaña de donaciones de varios filántropos estadounidenses para la recaudación de fondos para la investigación del radio. Así, en 1921 Marie viajó a Estados Unidos entre  honores y laureles —algo nada de su agrado— para recoger este preciado gramo de radio, concedido por el presidente de Estados Unidos. Un año después ingresó en la Academia de Medicina francesa. En 1929 regresó por segunda vez a Estados Unidos, donde recibió un cheque para financiar sus investigaciones sobre el radio. Desde 1925, su hermana Bronia dirigió el Instituto del Radio de Varsovia.

Madame Curie falleció en 1934 por una anemia aplásica probablemente producida por su exposición al radio y fue enterrada en el cementerio de Sceaux al lado de su marido. Los restos de ambos fueron trasportados en 1995 al Panteón de París, donde residen junto a los de otras figuras relevantes. 

 

Marie se me reveló en esta biografía como una mujer realmente estoica y de valores morales firmes y arraigados. Nunca se compadecía por la delicada situación económica en la que vivió toda su vida y las penosas condiciones de sus laboratorios de trabajo. Rechazaba ciertos puestos y distinciones y siempre estaba dispuesta a donar el dinero de becas recibidas o el procedente de los Premios Nobel para ayudar a otros. En cada uno de sus movimientos se intuía el deseo de ayudar y su falta de interés en la fama o el prestigio social, mostrándose distante y molesta con las muestras de atención pública. Una filántropa en toda regla.

Sin duda la parte más trágica de la biografía fue leer los sucesos que precedieron y sucedieron a la terrible muerte de Pierre. Detalles como leer cómo Marie conservó al comienzo sus ropas ensangrentadas antes de llenarlas de besos y arrojarlas al fuego, o el hecho de que ella se culpara a sí misma por su muerte debido a que aquel día ella debía de haberlo estado acompañando en el trabajo pero en su lugar decidió quedarse de excusión con sus hijas. Fue realmente duro de leer. Pierre realmente parecía un buen hombre y un buen marido. Compartían su pasión por la ciencia y la filantropía. Realmente eran almas gemelas y es enormemente trágico que perdiera al amor de su vida tras solo una década de matrimonio. La bondad de Pierre parecía ser cosa de familia, ya que Eugène y Jacques, padre y hermano de este, fueron un gran apoyo para Marie antes y después de la muerte de su marido. Eugène incluso tuvo un papel fundamental en la crianza de las niñas Curie mientras sus padres trabajaban en el laboratorio.

Es de agradecer el apoyo con el que contó durante toda su vida, no solo por parte de su hermana, sino por parte de algunos de sus profesores, su marido y otras eminencias importantes de la época, algunas de las cuales no dudaban en defenderla ante las críticas y burlas misóginas que recibía constantemente. Cabe hacer una mención especial a Albert Einstein, quien la apoyó y defendió en diversas ocasiones, a pesar de que no se salvaba de realizar alguna que otra observación machista como declarar que la Ciencia amargaba el carácter de las mujeres.

Resulta exasperante pero a la vez predecible leer las innumerables veces en las que a Marie no le fueron concedidas distinciones, puestos de trabajo o posiciones en instituciones importantes solo por el hecho de ser mujer, a pesar de haber demostrado de sobra por méritos propios estar más que cualificada para ellos. Ante estos rechazos, Marie aunque dolida, se recuperaba rápidamente y seguía adelante sin otorgarle demasiada importancia. Una muestra más de estoicismo y de priorizar las cosas importantes con las que ya contaba en su vida. Sin duda, una mujer ejemplar.

 
 
 Fuentes de las imágenes: 
Wikipedia y Google images