sábado, 16 de julio de 2016

Análisis y comentario de la canción "Wonderland" de Taylor Swift



Potencial comercial:

Es una canción que, sin ser la mejor ni la más comercial de 1989, no está exenta de potencial de single o sencillo del disco. No obstante, quizá no hubiese funcionado tan bien como hit como “Shake it off”. Frente al estribillo repetitivo y divertido de esta última, “Wonderland” ofrece, en cambio, un estribillo algo pobre al que le salva, sin embargo, su punto fuerte comercialmente hablando. Sí, me estoy refiriendo al «eh, eh» ;)

Puede parecer una tontería, pero muchas veces el éxito de una canción reside en la incorporación de monosílabos, muletillas, u otro tipo de expresiones sucintas que permiten reconocer y tararear la canción fácilmente y, lo que es más importante, retenerla en tu memoria de forma que quede encallada inevitablemente en tu cerebro. De hecho, Taylor, a la que reconocen una gran mentalidad estratégica -y con su disco 1989 ha demostrado que sabe rodearse de gente como ella en ese sentido-, tiende a incorporar ese tipo de muletillas en sus canciones. Ampliamente conocida por sus swifties es su tendencia a hilar o unir versos con distintas letras reiteradas: «mm-mm» (como vemos en “Shake it off” o en “Hey Stephen”) o «i-i» (en “Clean”). Ese truco comercial ya había sido explotado con éxito en “I knew you were trouble”, con aquel «oh, ohhh; trouble, trouble, trouble» que hacía tan reconocible el estribillo y, a su vez, debido a su fuerza enérgica, suponía el culmen del mismo.

Temática:

"Wonderland" supone una renuncia a la capacidad racional, a la prudencia y a la precaución en beneficio de sucumbir a una pasión amorosa irracional de peligrosas consecuencias. El título hace referencia al nombre del lugar al que Alicia (sí, la de Alicia en el País de las Maravillas) fue a parar al caer por la madriguera del conejo. De hecho, la canción está plagada de referencias continuas a dicho cuento de Lewis Carroll, en un intento de asemejar la pasión frenética de una poco recomendable relación amorosa –que  debe sortear una serie de obstáculos para poder triunfar- a las emociones implícitas en las aventuras que vivió la pequeña Alicia en esa tierra desconocida y onírica. De hecho, este carácter onírico ya resulta de por sí significativo, pues no es algo raro que se asocie el amor a una especie de sueño. La osadía e imprudencia de Alicia son también ingredientes indispensables para sacar adelante una relación así.

El pre-estribillo de la canción te introduce en una vorágine de emociones contradictorias y, a la vez, complementarias. Es la inserción de una serie de advertencias y recomendaciones de carácter bastante intenso dentro de una canción de amor y atracción. De este modo, está plagada de contradicciones («Life was never worse, but never better») y contrapuntos, oponiendo y contraponiendo entre sí los riesgos y las ventajas de dicha relación («Didn't they tell us "don't rush into things"? / Didn't you flash your green eyes at me?» / «It's all fun and games til somebody loses their mind»). 

Es como si un montón de luces rojas se despertaran a vuestro avance como pareja, clamando que te alejes de él, que él es una mala idea, pero tú te lanzaras igualmente de cabeza hacia esa persona, ignorando las recomendaciones y los riesgos, introduciéndote directamente en la boca del lobo.

Cabe destacar, respecto a este tema, el matiz informativo que aporta el verso «Didn't you calm my fears with a Cheshire cat smile?», pues nos revela de que es su propia pareja la que trata de apaciguar los miedos de ella. No obstante, mediante la comparación con el gato de Chesire de Alicia en el País de las Maravillas, conocido por su interminable sonrisa (que era lo primero que se veía de él cuando aparecía en la oscuridad), pero también por su carácter algo traicionero; parece revelar unas intenciones poco limpias o algo cuestionables de su pareja, o como mínimo, que no es del todo muy “de fiar”. Quizá de ahí la razón de la opinión desfavorable que suscitan como pareja, asunto al que también se alude en la canción. No obstante, hay páginas[1] que, analizando dicho personaje, opinan que se trata de una especie de Dios que aparece cuando nos sentimos perdidos, o de cable que nos ata a la tierra, a la realidad, a modo de golpe de sensatez.

Como apunte complementario acerca de “Wonderland”, comentaría las semejanzas que encuentro respecto a “I Know places” (una de mis absolutas favoritas de 1989) en cuanto a temática. Ambas abordan los aspectos negativos y los prejuicios sociales que rodean a una relación amorosa a la vez que se aboga por una defensa de la misma. Es decir, reconociendo y entendiendo los riesgos de su romance y la opinión ajena desfavorable que esta causa, acepta estos inconvenientes y opta por contrarrestarlos con todo lo bueno que esa relación le aporta. “I know places” aborda esto desde el principio de la canción, no así “Wonderland”, cuya primera estrofa es más individualista e íntima, hablando solo de la pareja. Ambas canciones, después del primer estribillo, giran hacia la mala imagen u opinión que ese romance suscita en terceros.

Wonderland: «So we went on our way, too in love to think straight/All alone or so it seemed/There were strangers watching/And whispers turned to talking/And talking turned to screams»
I know places: «It's a scene and we're out here in plain sight/I can hear them whisper as we pass by/It's a bad sign, bad sign/Something happens when everybody finds out […]» «Lights flash, and we'll run for the fences/Let them say what they want, we can't hear it/Loose lips sink ships all the damn time, not this time»

Aspectos musicales formales:

Es, precisamente, el pre-estribillo, la mejor parte de esta canción y su punto fuerte, sin duda alguna. No solo porque estas advertencias recogen las mejores frases de toda la canción («Haven't you heard what becomes of curious minds? / I should have slept with one eye open at night»), que logran rodear a la canción de un aura de misterio y peligro innegable y muy atractivo; si no también por el ritmo marcado, algo frenético. La canción, si comienza de forma dulce y tímida, cobra en este momento una fuerza y un descaro impresionantes, tornando la sutileza de pobre gancho de estas en una caña a la que, por el contrario, gancho no le falta. Esta fuerza decae en el estribillo, que regresa a la calma, suavidad y pausa de sus inicios, aunque con una pronunciación más marcada con un cierto aire de deletreo, marcando bien las palabras para acentuar o atraer la atención hacia esa parte de la canción.

Destaca también, como campo semántico, las continuas referencias al cuento de Alicia en el País de las Maravillas: la madriguera, el País de las Maravillas, el gato de Chesire… lo que la convierte en una verdadera delicia, especialmente para aquellos que sean admiradores de dicha historia. Como puede verse, es una canción de la que puede extraerse mucho jugo. 

En resumen, la moraleja de la canción parece ser, “si juegas con fuego, te acabarás quemando”; pero, ¿merece la pena el riesgo? Al parecer, según Taylor, sí.

Nota canción: 8’5/10

Letra en inglés y traducción al español: ver http://www.songstraducidas.com/letratraducida-Wonderland_583947.htm

P.D.: lo ideal es leer la traducción al mismo tiempo que se escucha la música, pero, desafortunadamente, la canción original no se encuentra en Youtube por razones de Copyright. No obstante, os adjunto un video con la letra traducida que emplea un cover o versión cantada por otra persona, no por la propia Taylor. Desconozco el autor del cover, pero la usuaria que ha subido el vídeo es Abigail García:

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