viernes, 14 de enero de 2022

Reseña de "Canción de Navidad" (1843) de Charles Dickens

Aunque no hayáis leído este clásico, estoy muy segura de que alguna adaptación cinematográfica o televisiva habréis visto de esta historia sobre un anciano avaro y cascarrabias al que se le aparecen tres fantasmas que le muestran escenas de su pasado, presente y futuro para forzar un cambio de actitud en él con la gente de su entorno. Ha habido innumerables versiones, unas más y otras menos fieles a la original. Yo recuerdo a ver visto, como mínimo, dos de las que más se alejan de la historia original: Los fantasmas atacan al jefe y Los fantasmas de mis exnovias. Aquí os dejo unos enlaces con algunas de las versiones (no todas) que se han llevado al cine o a la televisión a lo largo de la historia:

https://filasiete.com/noticias/actualidad-del-cine/todas-las-versiones-cinematograficas-de-cuento-de-navidad-de-dickens/

https://blogs.20minutos.es/que-fue-de-todos-los-demas/2019/12/24/13-sorprendentes-adaptaciones-de-cuento-de-navidad-de-dickens/

https://www.tomatazos.com/articulos/560607/Las-adaptaciones-cinematograficas-de-Un-cuento-de-Navidad-de-la-mas-fallida-a-la-mejor

Tras la disyuntiva sobre qué leer estas navidades a la que me enfrenté hace semanas que ya os comenté en mi anterior publicación, mi madre me prestó su libro de Canción de Navidad, que era de una edición comentada y con actividades, la de Aula de Literatura de Vicens Vives. Dado que yo tengo la manía de leer todo lo que hay escrito sin saltarme nada, evidentemente mi lectura resultó más larga de lo previsto, puesto que a la introducción que hablaba sobre el autor y la época se le sumaban los apuntes a pie de página y unas páginas finales de actividades de comprensión lectora. He de decir que algunos de los comentarios al pie no tenían mucho fundamento, ya que en ocasiones se definían conceptos bastante obvios mientras que otras palabras mucho menos conocidas eran ignoradas y no se ofrecía una definición sobre ellas. Si bien no es necesario leer una edición explicada y comentada, lo cierto es que con ellas siempre se aprende más sobre la época, el autor y las circunstancias que rodean la escritura de la obra. Sumando todo ello, el libro tiene en torno a unas 200 páginas.

No esperaba grandes sorpresas ya que, si bien no había leído la obra como tal, conocía la historia de sobra, no solo por las películas, sino por una básica cultura general —por ejemplo, no hace falta haber leído Romeo y Julieta para saber de qué va—. Se dice incluso que Canción de Navidad —también conocida como Cuento de Navidad— contribuyó incluso a conformar la noción actual que tenemos de las navidades. Fue una de las obras que más contribuyó a la consagración de Charles Dickens como autor, además.

Tal y como se nos explica en la introducción de esta edición en particular, la concepción de esta historia como una “canción”, se refuerza con el hecho de que en lugar de estar dividida en capítulos, está estructurada en estrofas, como si de un villancico se tratara. Hay que tener presente que se trata de un relato que frecuentemente era transmitido por el propio Dickens de forma oral mediante lecturas en voz alta. Esa es la razón por la que la narración en ocasiones se ve interrumpida por interpelaciones directas al lector, para hacerle partícipe en la lectura y fomentar su atención.  

Se trata de una obra no solo breve sino también amena. Busca un equilibrio entre el dramatismo otorgado por lúgubres descripciones de las penosas condiciones en las que los pobres vivían en aquella época con animados y jocosos comentarios humorísticos del autor sobre sus personajes, para cuyo retrato prescinde de toda objetividad. Queda perfectamente claro qué personajes pretende que te caigan bien y cuáles no. Una de las cuestiones en las que se incidía en esta edición comentada es que los personajes resultan bastante arquetípicos y unidimensionales, aunque tampoco se puede pretender otra cosa en un relato tan breve.

Por supuesto, hay que tener en cuenta que, como es típico en cualquier historia navideña, hay trazos de sentimentalismo y melodrama moralizante, buscando en el lector una reflexión sobre su forma de vida y su comportamiento para con los demás. No obstante, no se abusa de ello, sino que mantiene un tono bastante ligero durante toda la obra.

En definitiva, esta obrita debería ser leída tanto por personas que disfruten introduciéndose en un ambiente navideño, como por quienes simplemente busquen el relato original del que parten tantas películas navideñas que conocemos, así como, por supuesto, por cualquiera que quiera iniciarse en la producción literaria de Charles Dickens a través de una opción entretenida y archiconocida.

 

jueves, 6 de enero de 2022

Reseña de "Navidades Trágicas" (1938) de Agatha Christie

 

Introducción: ¿Qué leer estas Navidades?

Desde hace un tiempo tenía un par de libros navideños apuntados que quería leer estas navidades. No obstante, no estaban disponibles en ninguna biblioteca cercana y no me interesaban lo suficiente como para comprármelos. Se trata de Diciembre no es lo mismo sin ti y El cuaderno de desafíos de Dash y Lily. Si alguien se los ha leído ruego que me den su opinión al respecto y probablemente me los lea en las próximas navidades.

De todas formas, yo estaba inmersa en la relectura de otra saga de fantasía de mi adolescencia del estilo de las que estoy reseñando recientemente. No voy a decir cuál es porque quiero que sea sorpresa para cuando suba la reseña pero os propongo que tratéis de adivinarla en los comentarios. Os daré la siguiente pista: la saga original (la única que yo ya había leído) cuenta con seis libros que se han visto acompañados de una precuela, spin-off y otros libros complementarios que aún dudo si leer o no. Antes de seguir leyendo dejad un comentario con vuestras suposiciones.

El caso es que yo para estas cosas soy muy cuadriculada y no quería leer ningún otro libro hasta que hubiera terminado dichas relecturas de sagas, pero evidentemente entonces ya hubiera tenido que esperarme a las siguientes navidades. Así es como casi se llegó la Nochebuena y yo todavía no había leído ningún libro de Navidad (si bien es cierto que tampoco es que esté incumpliendo ninguna tradición, de hecho este es el primer año en el que he leído algo navideño en estas fechas).

Fue entonces cuando mi madre me comentó que ella tenía en su poder un par de libros navideños que me podían servir, pues además eran cortitos y fáciles de leer y no me demoraría mucho. Estos eran Navidades Trágicas de Agatha Christie y Canción de Navidad de Charles Dickens.

Como he dicho yo soy terriblemente cuadriculada y me causa verdaderos quebraderos de cabeza el hecho de incumplir mi planning de lectura establecido para incluir algo improvisado. Leerme estos libros tenía una serie de contras: interrumpir la relectura de cierta saga sin haberla terminado, leer unos libros navideños distintos a los que yo había previsto para este año y leer un primer libro de Agatha Christie que no era para nada por el que yo quería comenzar a leer esa autora. Tenía pensado leerme sus novelas desde el año pasado, pero aún no había decidido si hacerlo siguiendo un orden de popularidad de los libros o por orden de publicación. Desde luego nunca habría entrado en mis planes comenzar por Navidades Trágicas.

No obstante, al final me decidí a favor de la improvisación y lo leí entre el 29 y el 30 de diciembre. Me había retado a mí misma a leérmelo en una sola tarde puesto que era tan corto (algo menos de 200 páginas), pero finalmente no fue posible puesto que tenía otras cosas que hacer. En total me habrá llevado unas cuatro horas o algo más.

 

Sobre Navidades Trágicas:

Dado que todo el mundo ha oído hablar de las novelas de Agatha Christie, la autora de los libros más traducidos de todos los tiempos solo tras la Biblia y Shakespeare, está de más que explique que la trama gira en torno a un asesinato. La peculiaridad es que en este caso se trata de un suceso acontecido en Nochebuena y que constituye un crimen más sangriento de lo que por lo visto suele ser típico en esta autora. El fallecido es un padre de familia viuda con un carácter difícil que despierta la antipatía de muchos de sus hijos, a los que tras mucho tiempo ha decidido reunir en su casa por Navidad. El propio padre provoca a sus hijos azuzándolos con críticas en público y proclamando que va a modificar su testamento para comprobar con regocijo sus reacciones. Sospechosos y motivos para matar hay más que suficientes. La tragedia está servida.

¿Lo que menos me ha gustado? La narración. Dado que es de la prestigiosa y archiconocida Agatha Christie de la que estamos hablando esperaba un nivel de complejidad en esta novela que no he encontrado, puesto que es el mayor referente que existe en novela negra. En su lugar, me sorprendió toparme con una narración algo torpe y simplista, y con unas construcciones gramaticales cuanto menos peculiares, si bien esto puede deberse una labor de traducción al español que haya tratado de respetar el esnobismo de la dialéctica británica de la primera mitad del siglo XX.

A esto se añade que la personalidad de cada uno de los personajes me parecía un tanto plana y desprovista de carisma, si bien entiendo que en poco más de ciento setenta o ciento ochenta páginas no puedes alargarte en exceso profundizando en la psique de cada personaje. No obstante, esta carencia me parece un poco más grave en el caso de Hércules Poirot. Es probablemente el detective ficticio más famoso después de Sherlock Holmes, por lo que realmente esperaba que tuviese un carácter más marcado, reseñable y peculiar.

¿Lo que más me ha gustado? La resolución del caso por el mencionado Hércules Poirot, a pesar de lo que acabo de decir. La identidad del asesino me cogió completamente por sorpresa, no lo vi venir en absoluto. Destaco favorablemente la forma en la que, antes de revelar al culpable, expone y explica cómo cada uno de los sospechosos podía haber cometido el crimen, argumentándolo con las motivaciones y oportunidades que tuvo cada uno esa noche fatal. Es realmente gratificante leer un montón de detalladas exposiciones diferentes de cómo pudo ser lo ocurrido que te hacen dudar de tus propias suposiciones para justo después quedarte boquiabierto con la identidad del verdadero culpable.

 

En definitiva, sin ser un libro que me haya volado la cabeza por su genialidad como hubiera esperado estando escrito por esta autora, sí que recomiendo la lectura, no de este en concreto, si no de cualquier novela de misterio de Agatha Christie. Considero que, aunque solo sea por su renombre, todos deberíamos leer algún libro suyo, aunque solo sean los más conocidos como Asesinato en el Orient Express, Diez Negritos, Muerte en el Nilo o el Asesinato de Roger Ackroyd. Admito que yo todavía no lo he hecho, pero pienso ponerle remedio este mismo año. También me gustaría que me aconsejarais en los comentarios sobre qué orden de lectura debería seguir, si por popularidad (en cuyo caso empezaría por los arriba mencionados) o por publicación. Hay que tener en cuenta que se trata de una autora enormemente prolífica cuya producción novelesca (sin contar por tanto la dramaturgia u otros géneros que cultivó) alcanza los ochenta volúmenes, por lo que dudo que este caso pueda completar esta misión en un solo año y sin intercalar lecturas de otros géneros de por medio, por mucho que no me guste hacer eso.

Asimismo, si no lo habéis hecho, recomiendo la visualización de las adaptaciones cinematográficas de sus novelas, como las versiones tanto de 1974 como de 2017 de Asesinato en el Orient Express o la genialísima La casa torcida (2017), que no puedo recomendar lo suficiente porque ese final sí que te vuela la cabeza. Os pido que si no lo habéis hecho leáis mis críticas de estas dos películas y de la biografía de Agatha Christie que hice para este blog. Solo tenéis que hacer click en los enlaces que que he incluído en este mismo párrafo o escribirlo en el buscador de la esquina superior izquierda de esta página. También os animo a que vayáis a ver al cine la muy accidentada adaptación de Muerte en el Nilo que va a ser estrenada por fin en febrero de este año tras mil turbulencias. Yo de seguro iré.