viernes, 29 de abril de 2022

Reseña de "La Abadía de Northanger" (1817) de Jane Austen

Calificación: 6/10. 3 estrellas de 5.

Siento confesar que este libro, cuya lectura me llevó cuatro días, ha quedado por debajo de mis expectativas. La idea que ciertas reseñas me habían hecho de él es que se trataba de la obra más amena y divertida de Austen, así como una especie de parodia de las novelas góticas de la época. Tanto en lo uno como en lo otro se me ha quedado cortísima. No me ha hecho reír en ningún momento (de hecho, no cuenta con ninguna de las sagaces e ingeniosas ocurrencias que en Orgullo y Prejuicio me causaban tanta gracia), y, si bien la autora sí se ponía un poco pesada comparando a Catherine con heroínas de novelas góticas, la parodia quedó completamente reducida a un par de pasajes sumamente breves que no aportaban nada a la historia más que confirmar que Catherine debería vivir menos en los libros y más en la vida real.

No obstante, frecuentemente se establecen paralelismos y comparaciones entre lo que haría una heroína de novela al uso en contraste con lo que hace o le ocurre a Catherine. Abundan las referencias a otras novelas y la defensa de este género frente a los prejuicios que había en la época acerca de su frivolidad o vacuidad.

La trama no llevó a atraparme en ningún momento, pues carece de todo tipo de componente adictivo más allá del hecho de que al tratarse de una obra breve no da mucha pereza abordar su lectura. Podría decirse que lo interesante no comienza hasta la mitad del libro, pues es cuando por fin hace acto de aparición la abadía en cuestión. Sin embargo, la promesa de un misterio que resolver en la misma también se vio frustrada.

De este modo, la segunda mitad ha estado algo más entretenida que la primera sin tener tampoco mucha chicha. Tilney como objeto amoroso de esta historia también ha resultado bastante decepcionante, pues carece por completo del magnetismo y evolución personal del señor Darcy o del encanto (aunque moderado) del coronel Brandon o de Edward.

Por otra parte, la prosa de esta obra me resulta más tosca, simplona y torpe en la medida en la que esos epítetos puedan aplicarse a un genio como Jane Austen. Hay que recordar que, si bien esta obra fue publicada póstumamente por hallarse los derechos de publicación secuestrados por una editorial que se negó a publicarla durante años, fue su primera novela en ser terminada, aunque comenzara a trabajar en ella después de haber comenzado con Sentido y Sensibilidad y Orgullo y Prejuicio.

En lo referente a los personajes, ninguno hacía meritos para meterse en mi corazón. Catherine me parecía bastante insulsa y, en general, deficiente como protagonista. Tilney tampoco me inspiraba demasiada simpatía pues me resultaba un tanto pijo y snob. Eleanor me caía bien pero no tenía una personalidad suficientemente marcada o reseñable. John Thorpe me desagradaba por ser pesado y egocéntrico.

[SPOILER: Desde su temprana aparición, yo no me fie de Isabelle, de hecho, por aquel entonces ya llegué a escribir lo siguiente: «Yo creo que es una arpía hipócrita encubierta», y desde luego no erré el tiro. No  obstante, he de confesar que en un primer momento tampoco me fie del todo del propio Tilney. En cuanto a la explicación de por qué el soberbio general echó tan abruptamente a Catherine de la abadía, la explicación también se me quedó un tanto simplona, si bien no la vi venir.]

En definitiva, es lógico que Jane Austen pasara a los anales de la historia por Orgullo y Prejuicio y no por La abadía de Northanger, que ha pasado por mí misma sin pena ni gloria, si bien tampoco es una lectura aburrida o pesada y no pretendo disuadir a nadie de que se lo lea. Indudablemente, recomendaré otros antes que este para quienes quieran iniciarse en esta excelente autora.

 

 

domingo, 24 de abril de 2022

Opinión sobre la película "La Ciudad Perdida" (2022)

 

Calificación: 9/10. 4 estrellas y media de 5.

Divertidísima. Siento precipitarme tanto en su descripción pero es el calificativo que se me viene a la mente solo pensar en ella. Me alegro de haberla ido a ver porque es exactamente el tipo de película que a mí más me hace disfrutar, pues conjuga mis tres géneros preferidos: humor, aventuras y romance.

No había oído nada acerca de la producción y estreno de esta película hasta que me topé con uno de esos carteles que sitúan en las paradas de autobuses anunciando los nuevos estrenos cinematográficos. Solo por el cartel ya le vi buena pinta y me acabé de convencer de su atractivo cuando busqué el tráiler por internet.

                        Daniel Radcliffe secuestra a Sandra Bullock en el tráiler de 'La ciudad  perdida' 

Pensé que probablemente iba a guardar un cierto parecido con Jungle Cruise (2021), la cual reseñé también en este blog el verano pasado, pero mientras que aquella era bastante floja aunque entretenida, esta no ha flaqueado en ningún momento y da más la talla dentro de su condición.

Lejos de lo que pueda parecer, no se trata de un filme excesivamente flojo o facilón, sino una prueba de que, si se hace en condiciones, no tiene por qué tratarse de un tipo de película que esté tan trillado que ya no pueda crearse nada que merezca la pena. Evidentemente, sí se trata de un tipo de historia previsible y nada novedosa (búsqueda del tesoro en una jungla), pero eso no tiene por qué jugar en contra de su disfrute si eres consciente del tipo de película que estás yendo a ver. Su objetivo es hacerte pasar un buen rato y lo cumple con creces. 

El humor es realmente divertido y constante, nada vulgar. Si os digo que hasta pasé un pelín de vergüenza por el sonoro y estridente ataque de risa que le entró a mi acompañante en un momento dado… 


Sandra Bullock está perfecta en su papel y demuestra lo bien que se adapta a las comedias. Su forma de actuar en esta me recordaba bastante a su desempeño humorístico en Miss Agente Especial. Channing Tatum me ha sorprendido para bien. No recuerdo haber visto nada suyo pero no lo tenía por un actor especialmente brillante, y, sin llegar a desmentir eso en esta película, sí ha estado correcto en su papel y no le he notado flaquezas en ningún momento.

                            

Mejor aún he notado a Daniel Radcliffe, que —siendo yo super fan de Harry Potter— no puedo evitar confesar que este actor siempre me ha parecido soso e inexpresivo y que no se luce particularmente en su trabajo. En esta, sin embargo, aun sin resultar extraordinario, ha sabido interpretar bien el papel de tipo malo y loco que le correspondía. No tengo ninguna queja acerca de su desempeño en esta ocasión.

                    

Sobre Brad Pitt, qué puedo decir… qué bien le queda el pelo largo al jodío. Con su melenaza al estilo de la que presumía en Troya (2004), no me extraña nada que lo primero que el personaje de Loretta le dice nada más verlo por primer vez sea: «¿Y tú por qué eres tan guapo?». Te entiendo, amiga. No saben lo que se pierden las mujeres que no captan el atractivo de una larga melena en los hombres. ¡Si siempre les hace mucho más guapos! Acerca de la aparición de este actor en la película solo puedo decir, sin meter spoiler, que ojalá su aparición hubiese sido un poco más prolongada. Ya me entenderéis. Aunque no queremos que nuestro Alan se ponga celoso. 

Para concluir, no puedo hacer otra cosa que recomendaros entusiastamente que vayáis a verla. Pasaréis un rato estupendo y estoy segura de que se os soltará alguna carcajada de vez en cuando.  ¡Como que seguramente yo voy a ir a verla otra vez y todo!

 

Fuentes de las imágenes:

https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Fwww.ecartelera.com%2Fpeliculas%2Fla-ciudad-perdida-2022%2F&psig=AOvVaw1JdpJu7-8i-9a1dIYPdb3D&ust=1650878819412000&source=images&cd=vfe&ved=0CAwQjRxqFwoTCKCtnoGxrPcCFQAAAAAdAAAAABAI

https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Fwww.filmaffinity.com%2Fes%2Ffilm665747.html&psig=AOvVaw1JdpJu7-8i-9a1dIYPdb3D&ust=1650878819412000&source=images&cd=vfe&ved=0CAwQjRxqFwoTCKCtnoGxrPcCFQAAAAAdAAAAABAN

https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Fviernesmagazine.com.mx%2F2022%2F03%2F01%2Fte-presentamos-los-nuevos-posters-de-la-ciudad-perdida%2F&psig=AOvVaw1JdpJu7-8i-9a1dIYPdb3D&ust=1650878819412000&source=images&cd=vfe&ved=0CAwQjRxqFwoTCKCtnoGxrPcCFQAAAAAdAAAAABAR

https://img.europapress.es/fotoweb/fotonoticia_20211216172409_1200.jpg

https://www.entupantalla.com/wp-content/uploads/2021/12/LC-08148R-scaled.jpg


viernes, 22 de abril de 2022

Reseña de "Orgullo y Prejuicio" (1813) de Jane Austen

Calificación: 8’5/10. 4 estrellas de 5.

Tras terminar Sentido y sensibilidad, mi lectura completa de Jane Austen debía proseguir con Orgullo y prejuicio, la única novela suya que había leído con anterioridad. En ello ocupé seis días de la Semana Santa.

La primera mitad se hizo ligeramente lenta y levemente pesada. Es más largo que Sentido y Sensibilidad pero eso se ve compensado con la mayor abundancia de humor. El personaje más gracioso es sin duda alguna el padre, el señor Bennet, que me sacaba muchas sonrisas con sus cínicas respuestas. Sin duda esa socarronería era la única salida que le queda para el hastío que le provoca la necedad de su esposa e hijas menores.

Releer el final me tenía con una sonrisa bobalicona de deleite en mi rostro constantemente. Confieso que al empezar el libro no recordaba el motivo de que a todo el mundo le enamorara el señor Darcy teniendo en cuenta lo grosero y creído que era al principio, pero para cuando terminé el libro ya estaba absolutamente rendida a sus pies y comprendiendo por qué él es considerado el hombre ideal por tantísimas mujeres.

Aunque en general tengo una opinión bastante positiva de Elizabeth y es, sin duda, mi hermana Bennet preferida (pues la extrema bondad e ingenuidad de Jane a veces me exasperaban un tanto), le reprocho sus continuos desaires al señor Darcy cuando él ya no era tan descortés con ella, su hermético silencio con todo el mundo respecto a sus sentimientos por él cuando ya se había enamorado y también que no tratara de cambiar la idea errónea que su familia seguía teniendo de él.

La madre, la señora Bennet, me parecía sumamente insufrible, el personaje más insoportable de todos superando incluso a Lydia, la inaguantable hermana pequeña. Aunque admito que una buen aparte del humor de la obra descansaba sobre la base de su histriónico carácter y la imagen que se ofrecía del mismo.

El señor Bingley gozó de mi afecto desde el principio por su simpatía y cálidas maneras si bien en su amor por Jane pudo pesar demasiado la belleza de esta, al menos al principio, y además es desgraciadamente manipulable e influible por los que le rodean.

En cuando a Collins, si bien es un personaje absolutamente patético y lamentable, era el segundo que más me hacía reír después del señor Bennet, debido a la estúpida forma en la que su desmedida devoción por la señora de Bourge le llevaba a comportarse. Ese hombre era la exageración personificada en todo su esplendor.

[SPOILERS: A Wickham acabé despreciándolo bastante y lamento que terminara mejor parado de lo que merecía y que el pobre Darcy tuviera la desgracia de tener que aguantarlo como cuñado encima de haber tenido que darle dinero. Catherine de Bourge me resultaba antipática sobremanera y aplaudí la magistral y valiente forma en la que Lizzy se defendió de ella al final.

Pero desde luego, no hay nadie como el señor Darcy, aunque desde luego no sea muy digno de estimación en los primeros capítulos. El final del libro me tuvo soñando despierta con la felicidad conyugal futura de la pareja. Me conmueve hasta dónde está dispuesto a llegar por amor. Un hombre orgulloso y preocupado por la posición social se enamora de tal forma de una mujer que con descaro le abre los ojos a sus defectos que hacerse merecedor de su amor se convierte en motivo para modificar su forma de ser. Encuentra la felicidad en contraer matrimonio con una mujer cuya familia, pobre y maleducada, convendría más tener lejos que emparentarse con ella de por vida. Rescata además a una de ellos de la deshonra viéndose obligado a tratar con un hombre que desprecia y que ha tratado de aprovecharse de él en el pasado y que no duda en volver a hacerlo. Eso es amor y lo demás son tonterías. FIN SPOILERS.]

En definitiva, he disfrutado con su relectura pues, además, ya no recordaba gran cosa sobre el libro más allá de los nombres de los personajes principales y lo más básico sobre el argumento. Considero que el prestigio y reconocimiento de esta obra son bien merecidos y que todo lector asiduo que disfrute de novelas románticas costumbristas debería leerlo alguna vez en su vida.

sábado, 9 de abril de 2022

Reseña de "Sentido y Sensibilidad" (1811) de Jane Austen

Calificación: 7/10. 3 estrellas de 5.

Hace una semana comencé con el desempeño de mi siguiente propósito literario: leerme todas las novelas escritas por Jane Austen.

La única que ya me había leído con anterioridad era Orgullo y Prejuicio. Fue en mi adolescencia y tan solo lo leí una vez, así que no es que me acuerde de gran cosa. En cuanto a las adaptaciones cinematográficas, que yo recuerde solo he visto la de 2005 de Orgullo y Prejuicio con Keira Knightley (y puede que también algún episodio de la miniserie, aunque de esto no estoy muy segura) y Emma con Anya Taylor-Joy (2020).

Me costó bastante decidirme por qué orden de lectura escoger para esta tarea, y, finalmente, opté por averiguar y seguir el orden de escritura original, que no se corresponde exactamente con el orden de publicación (más que nada porque quería ser capaz de comprobar cómo evolucionaba su estilo de escritura de un libro a otro). Si queréis saber más sobre este tema os recomiendo leer este artículo que subí el verano pasado reseñando la biografía de esta autora. Es más, recomiendo que lo leáis igualmente, que a fin y al cabo para algo lo escribí :)

Decidido el orden, comencé con Sentido y Sensibilidad, que me ha llevado unos cuatro o cinco días. Tomé prestado un ejemplar de la biblioteca pues era el único libro de Jane Austen del que no contábamos con ningún ejemplar en mi casa. A mí era el título que más me sonaba tras Orgullo y Prejuicio, pero no tenía grandes expectativas sobre él desde que hace poco leí unas cuantas reseñas que lo calificaban como uno de los libros más pesados y lentos de la autora. Pero qué puedo decir, nada más lejos de la realidad. No sé en qué se basarán esas opiniones, pero a mí la historia me ha mantenido bastante enganchada desde el principio y, si bien tampoco lo calificaría de adictivo, sí que sentía ganas de seguir leyendo para comprobar cómo avanzaban los acontecimientos.

Esta obra en particular se denomina así por los rasgos más distintivos de la personalidad de sus hermanas protagonistas. Mientras que Elinor encarna el sentido común, Marianne hace lo propio con la sensibilidad. Personalmente, el personaje con el que más he empatizado ha sido con la prudente, sensata y cabal Elinor (aunque a veces era más considerada con su hermana de lo que esta realmente merecía), mientras que Marianne me caía más mal que bien, pues la mayor parte del tiempo se mostraba egoísta, exagerada, maleducada y prejuiciosa.

Al principio cuesta un poco meterse en la historia y seguir el hilo porque se van introduciendo muchos personajes y hay demasiados nombres que retener. Mi opinión sobre la señora Jennings era más bien favorable por su buen fondo, a pesar de que me importunaba mucho su irrespetuosa tendencia al cotilleo. John Dashwood me parecía un pelele presuntuoso mangoneado por su mujer, Fanny, que era una arpía taimada, interesada y manipuladora. Lucy, por su parte, fue demostrando una maldad  que no se atisbaba con claridad desde el principio, y no me explico cómo Elinor era capaz de hacer de tripas corazón y aguantar su compañía. Margaret ha sido un personaje que me ha sobrado completamente y cuya presencia no aporta lo más mínimo. Imagino que el hecho de asignar una hija más a la familia se debía más al hecho de que en aquella época las familias eran muy numerosas y no a que realmente su personaje fuera a contribuir algo a la trama.

[SPOILERS: En lo referente a Willoughby, si bien no recelé abiertamente de él, tuve un primer gran desengaño con su personalidad en el momento en el que él y Marianne ridiculizaron al coronel Brandon bromeando sobre su edad. Fue ahí donde ya claramente puede empezar a sospecharse que este tipo no es tan caballeroso y galante como se pinta. Por su parte, Marianne también mostró una actitud injusta e injustificable y me horrorizó su creencia en que alguien de 35 años ya es demasiado viejo para enamorarse o para inspirar el amor de otra persona. No le encontré una gran justificación al hecho de que, cerca del final de la obra, repentinamente se buscara una redención para Willoughby acudiendo este a declarar su amor a Marianne estando ya casado con otra mujer. ¿Qué aportó eso a la trama? ¿Acaso la revelación de que su afecto hacia Marianne había sido genuino excusaba su conducta o cambiaba sus resultados? Esto me hizo pensar que quizá terminarían juntos después de todo, pues era la única explicación comprensible que le encontraba a este pasaje.

El coronel Brandon me inspiró simpatía desde el comienzo y, honestamente, se merecía a alguien mejor que Marianne. Durante la segunda mitad de la obra yo aventuraba que finalmente iba a ser Elinor la escogida por él y me desconcertó que esta finalmente lograra contraer matrimonio con Edward, que para ser el interés amoroso principal de la protagonista la verdad es que resultaba un tanto intrascendente y descafeinado. El desenlace final de la obra se sintió algo apresurado y utópico. Que Marianne pase de ignorar olímpicamente a Brandon y no sentir el más mínimo interés en él a enamorarse y casarse con él en la página siguiente no resulta demasiado creíble, aunque constituye un buen castigo para ella por sus desdenes anteriores.  

La enfermedad de Marianne se sintió un tanto sacada de la nada y sin mucho fundamento. Por un momento, llegué a temer que la obra se tornara más oscura y dramática de lo que había imaginado, resultando en la muerte de Marianne, para así dejar vía libre a un posible romance entre Elinor y el coronel. Dado que, afortunadamente, se recuperó, no comprendí que fundamento pudo tener este suceso para el desenlace de la trama. Lo único que esto provocó fue la repentina reaparición de Willoughby, pero, puesto que ni siquiera terminaron juntos, tampoco le encuentro un sentido más allá de conocer un poco mejor las motivaciones de este personaje. FIN SPOILERS]

Por todo ello, a pesar de que pudiera parecer una historia simple o predecible, lo cierto es que yo tuve bastantes dudas respecto a cuáles iban a ser las parejas resultantes.

Para finalizar, tal y como ya me imaginaba, lo que más destacaría de esta obra es la sutil ironía de la autora, que es uno de los rasgos distintivos de su forma de escribir y muy comentado por todos los que la leen. Es deliciosa la forma en la que delata y deja en evidencia a sus personajes sin necesidad de criticar sus acciones abiertamente.

Aunque las novelas de Jane Austen puedan parecer obras que no tienen mucha chicha por basarse más que nada en enredos amorosos y expectativas matrimoniales, el interés radica en la forma en la que la autora trabaja la gestación de estas relaciones desde el comienzo y la manera en la que evolucionan influidas por prejuicios injustos, condicionantes sociales y descubrimientos que se hacen sobre el verdadero carácter de los personajes. Son obras ideales para conocer la crucial importancia que en aquella época tenían el prestigio, categoría o posición social y económica y los lazos matrimoniales como forma de asegurarse un buen porvenir o, por el contrario, de arruinar la reputación para siempre. Jane aborda esto desde la crítica cínica, la cual en ocasiones se ve provista de apreciables dosis de humor, no en la forma de una comedia directa y abierta, sino de una ironía sumamente sutil y tenue.