viernes, 24 de septiembre de 2021

Relectura de la saga "Las Crónicas de la Torre" (2000-2004)

 

Mi historia con Laura Gallego:

Como comenté hace un par de semanas, he emprendido la relectura de sagas de fantasía que leí en mi preadolescencia y adolescencia tan solo una vez. Por ello excluyo las sagas de vampiros como Crepúsculo o Crónicas Vampíricas u otras como Los Juegos del Hambre, por el hecho de haberlas leído en más de una ocasión y tenerlas más recientes.

Tras la relectura de Las Crónicas de Narnia, me dispuse a comenzar con Las Crónicas de la Torre de Laura Gallego. Conocí a esta autora en mi adolescencia gracias a Memorias de Idhún, que se convirtió en seguida en mi saga favorita por el momento y dio el pistoletazo de salida a mi fiebre por las sagas de fantasía y romance que me obsesionarían de ahí en adelante y fomentarían mi ya existente amor por la lectura. Como dicha saga me encantó, la amiga que me la había recomendado me aconsejó leer otros libros de la autora, a la cual podría considerar la primera autora favorita que alguna vez he tenido y la única española. No recuerdo si fue Finis Mundi el siguiente que leí o fueron Las Crónicas de la Torre. Fuera cuál fuera, lo cierto es que, tanto uno como los otros, si bien no me disgustaron en absoluto, no estuvieron para mí a la altura de la saga que me había enamorado de la autora. De hecho, ni siquiera recuerdo cuántos libros llegué a leer de Crónicas de la Torre, muy probablemente no todos.

Pero, al igual que comenté con Las Crónicas de Narnia, no dejé que mi inicial escaso interés en la saga me disuadiera de releerla, ya que las relecturas suelen deparar bastantes sorpresas, sobre todo si ha transcurrido bastante más de una década de por medio. Así pues, puesto que soy una chica obsesivamente ordenada y quería releer en orden cronológico de publicación las obras de Laura Gallego que ya había leído previamente, aguanté mis ganas de empezar por Memorias de Idhún (aunque me tomé la licencia de saltarme Finis Mundi, que sinceramente, no me motivaba demasiado y prefiero dejarlo para otra ocasión) y me preparé para comenzar con Crónicas de la Torre. Se trataba de una de las sagas de las que no poseo ningún ejemplar, así que tuve que tomar prestados los cuatro tomos que la conforman en la biblioteca pública de mi ciudad.


Sobre Crónicas de la Torre:

Aviso de que esta reseña contiene spoilers. Tan solo repetiré el aviso en su momento para los más gordos.

Lo cierto es que habiéndola leído con tan solo unos 13 o 14 años, a priori no me acordaba de nada sobre la saga. Cuando acababa de comenzar la relectura del primer libro El Valle de los Lobos (2000), me di cuenta de que sí me resultaba familiar la historia y me sonaban ciertas cosas que iba leyendo, bastante más en comparación con Las Crónicas de Narnia. Recordé enseguida que el niño con el que jugaba Dana desde pequeña solo podía verlo ella, y también sabía que ella más adelante asistía a una especie de escuela de magia. Según proseguía la lectura, recordé en qué condición se hallaba realmente Kai y tenía vagas sensaciones de familiaridad, por ejemplo, al leer sobre los niveles que debían superarse en la escuela (cada uno correspondiente a uno de los cuatro elementos) y en la escena en la que encuentran una trampilla en la cabaña del bosque a las que les conduce el unicornio.

Lo cierto es que este primer libro me ha gustado mucho más de lo que pensaba y de lo que recordaba, a pesar de ser una lectura mucho más adecuada para mi edad de entonces que para mi edad de ahora. ¿Por qué será? ¿Influiría en su momento mi idealización de Memorias de Idhún y eso sometería a las obras de la autora a comparaciones poco ventajosas? Sea como sea, estoy contenta de haberme animado a releerlo. Si los restantes hubieran seguido en la misma línea, podría haberlo incluirlo en mi lista de sagas favoritas. Me he implicado más de lo que esperaba y, lo cierto es que, incluso la despedida entre Dana y Kai me hizo derramar alguna lágrima.

El segundo libro, La maldición del maestro (2001), fue un tanto decepcionante. Realmente me gustó menos que el primero. Primero de todo, no me agradó que la protagonista ya no fuera Dana, sino Salamandra. No me desagradaba, pero tampoco me caía completamente bien. Me parecía muy injusto su trato hacia Jonás y su encaprichamiento con Fenris, que ni siquiera la correspondía. Además, me entristeció mucho conocer la muerte de Maritta al principio del libro. Aunque fuera un poco tosca, me caía bien.

No me suele hacer gracia que se incluyan tantos personajes nuevos, aunque Jonás y Conrado me cayeron bien. Me extrañó que Morderek resultara ser tan egoísta y malo, al principio solo parecía demasiado presuntuoso. Lo cierto es que la reaparición del maestro como fantasma no fue nada memorable, aunque yo no podía evitar sorprenderme con su maldad. Durante el primer libro no parecía tan maquiavélico. Shi-Mae me cayó bastante mal, sobre todo por cómo trataba a Fenris. Nawin tampoco fue santa de mi devoción también al principio, pero luego pareció ser decente. En cuanto a Dana, pasó a tener un papel muy secundario, hasta el punto que ni siquiera pude disfrutar su reencuentro (aún incorpóreo) con Kai, porque lo narraron a través de los ojos y oídos de Salamandra (aunque el narrador de la historia siguiera siendo una tercera persona) y ella pilló la conversación empezada y no sabía lo que estaba ocurriendo.

Honestamente, nada de lo que leía me sonaba, por lo que deduje que este no lo había leído. Sin embargo, la sorpresa que le depara el final a Kai sí que me sonaba mucho, así que no puedo estar segura de no haberlo leído. [Spoiler: me refiero a cuando Kai ocupa el cuerpo de un dragón y vuelve a la vida]. Me extrañó que al final del libro incluyeran un último capítulo que vuelve al principio del mismo, a cuando Kai aún no había regresado a avisar a Dana y Aeonia le mostraba las historias pasadas de los nuevos personajes. Este tipo de epílogos se repetirían en los dos libros restantes.

El tercer libro La llamada de los muertos (2002), desconozco completamente si lo llegué a leer. Me gustó más que el segundo pero menos que el primero. En general, la premisa que planteaba la profecía era interesante, y yo llegué a las mismas conclusiones que Dana sobre a quién correspondía cuál destino [Spoiler: Salamandra ser consumida por su propio fuego y Kai recuperar su verdadero cuerpo, y yo también pensé en Fenris cuando el Oráculo dijo que sería el que oye la voz de los lobos el que moriría entre terribles sufrimientos. Me gustó que esto tomara un rumbo inesperado y los destinos no se correspondieran con quienes habíamos pensado].

Por lo demás, no es que este libro tuviera mucha chicha. Dana parecía volver a ser la protagonista de la historia, pero lejos de serlo claramente. Su actitud no me acabó de agradar del todo. A pesar de que yo en estas historias siempre he sido partidaria de que luchen por sus seres más queridos aunque puedan poner en riesgo a otros, yo en este caso no acababa de ver del todo bien que Dana finalmente se empeñara en conseguir devolverle a Kai su cuerpo si para ello estaba ayudando a cumplir la misma profecía que vaticinaba la muerte de Fenris y Salamandra. No me pareció bien que se fiara de Shi-Mae, a pesar de que al final lo único que esta quería era algo que queríamos todos, que Morderek muriera. Iris me irritó bastante cuando desobedeció las órdenes de Dana y se quedó en la Torre por quedarse cerca de Saevin, porque con ello solo estaba colaborando para que la profecía se cumpliera. Celebré que Dana volviera a ver a su familia aunque lo que no me complació fue que no hubiera ido en todo ese tiempo y que fuera solo por recoger los huesos de Kai y que hubiera tanta tirantez entre su familia y ella.

[Spoiler: Me ha decepcionado y entristecido mucho el final. Es horroroso por parte de la autora que Dana quedara en coma durante décadas y el pobre Kai solo hubiera regresado a la vida como dragón de nuevo para esperar la muerte de Dana durante años sin moverse de su ventana. A parte de que no me consuele demasiado que solo pudieran estar juntos en el Más Allá, Dana ni siquiera pudo vivir hasta mayor rodeada de sus amigos y de Kai aunque este fuera un dragón. O al menos la autora podía haber hecho que Kai no reviviera cuando murió como dragón, para que así se hubieran reencontrado en el otro lado mucho más pronto y no tuviera que haberla esperado durante décadas.]

El capítulo final sobre cómo Fenris se había marchado de la torre tiempo atrás para buscar a más elfos-lobos se me hizo un tanto largo y pesado, y eso podía considerarse un adelanto del cuarto y último libro.

El cuarto libro, Fenris, el elfo (2004); si bien me gustó, fue el que se me hizo ligeramente más pesado, y tardé más días en terminarlo. No continúa la trama donde terminó el tercero —que ya era el final de la historia—, sino que constituye una precuela protagonizada por Fenris en la que se explica su vida desde antes de su nacimiento hasta que fue “acogido” por el Señor de la Torre. Se hace raro leer un libro de Crónicas de la Torre sin Dana y Kai, y eso juega en contra de su disfrute. No obstante, no digo que la historia de Fenris no sea interesante, que lo es, sobre todo su infancia, su amorío con Shi-Mae —a la que se odia un poco menos en este libro— y su temporal pertenencia al clan donde conoció a su segundo amor, Ronna. Esta última me cayó bien, a pesar de que suelo cogerles algo de manía a las intrusas que irrumpen en la historia estando esta ya avanzada y encima tratan de conquistar al protagonista.

Al igual que los libros anteriores, el final es sucedido de un epílogo que relata algo acontecido con anterioridad. En este caso, es el cómo vivió Shi-Mae el descubrimiento de la verdadera naturaleza de Fenris y qué la llevó a denunciarle en el juicio. Lo cierto es que si bien al principio pensé que ofrecer su punto de vista sobre los acontecimientos era innecesario, me equivoqué, puesto que realmente ayuda a comprender sus sentimientos y comportamiento. De hecho, no me pareció que ese epílogo sobrara si no que me gustó como punto y final al libro.

La edición a la que pertenecían los tres últimos tomos que cogí en la biblioteca estaba ilustrada y el tercer libro incluso contenía unas bonitas tarjetas a modo de fichas de personajes que me extraña enormemente que no hubieran sido robadas por algún lector espabilado. Aunque la representación de los personajes no era muy fidedigna y el texto contenía lo que en cierto modo eran spoilers de que Morderek iba a ser el malo en esta ocasión y que Saevin, aunque fuera misterioso, no iba a ser malvado.

Como conclusión diré que, en general, la saga me ha satisfecho bastante, si bien me hubiera deleitado muchísimo más si el resto de libros hubieran estado a la altura del primero.

 


 

3 comentarios:

  1. ¡Holaa! He visto muy buenas opiniones de la autora, aunque creo que no es mi estilo y es por eso que no me animo.
    Besoss ♥

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  2. Hola!!
    No es una saga que me llame la atención y he leído los dos primeros de las cronicas de naranja y me encantaron. Gracias por tú reseña y por contarnos tu experiencia releyendo esta saga.
    Besos💋💋💋

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  3. Agradecida como siempre por tus reseñss, saludos.

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