Calificación: 8 de 10, 4 estrellas de 5. En parte por su originalidad.
Supongo que el hecho de pedirme para Reyes un
libro llamando La vida según Sheldon ya
es revelador del grandísimo interés despertado en mi
por este personaje.
Yo dividiría el libro en dos partes: en primer
lugar, un análisis justificativo del comportamiento de Sheldon, en segundo
lugar, los anexos. La primera parte la leí con facilidad, interés y rapidez. La
segunda parte, por su parte, se me hizo bastante más espesa y pecaba de actuar
“de relleno” para engrosar la obra.
Me ha gustado especialmente la mirada del autor,
Toni de la Torre, sobre Sheldon. Tomando a un personaje que –aparentemente-,
es opuesto al más común del los mortales y es exagerado en todas sus vertientes
de carácter; de la Torre logra justificar su forma de pensar y actuar,
planteando todo desde un distinto punto de vista, hasta que logras ver las cosas
a su manera y entender hasta qué punto es justificable el por qué Sheldon hace
lo que hace.
Por supuesto, yo, sin necesidad de leer este
libro, ya me había sentido en múltiples ocasiones identificada con ciertos aspectos
de la personalidad de Sheldon (por eso, en parte, me fascina tanto este
personaje). Y, admitámoslo, todos alguna vez hemos pensado como él acerca de
los demás aunque no tengamos el valor y poco tacto que tiene él para decírselo.
Es, sin duda, lo que más he valorado del autor, y
del libro en general: esa capacidad para meterse en la piel de este formidable
personaje (o más adecuadamente, en su mente) y seguir el hilo y la lógica fría
de sus argumentaciones. El autor desempeña de forma tan excelente esta tarea
que esto provoca no solo que puedas comprender sus actos, sino que incluso
logra hacerte ver que la forma de pensar de Sheldon es más razonable de lo que
pueda parecer e, incluso, más recomendable y más coherente que la de los otros
personajes. Estos últimos, siendo –teóricamente- “más normales”; sin embargo,
entran mucho más en contradicción con su forma de pensar que Sheldon, que se
atiene férreamente a las ideas que defiende, incluso aunque a veces, debido a
la presión social, ceda o tenga sus momentos de mayor “humanidad”.
Así, de la Torre lleva a cabo un trabajo de
estudio concienzudo y analítico no exento de una gran originalidad. Esta
primera parte se divide en temáticas en función de la relación de Sheldon con distintos
aspectos de la vida: “Sheldon y el trabajo”, “Sheldon y el amor”, etc., cada
una de ellas subdivididas en capítulos de cortísima extensión cada uno. Además,
podemos encontrar gráficos, tablas y dibujos que amenizan su lectura, y entre
los que encontramos detalles tan curiosos como las reglas del “piedra-papel-tijera-lagarto-Spock”
al que juegan Sheldon y sus amigos, el “Contrato de compañeros de piso” que
hizo firmar a Leonard o el riguroso horario semanal que sigue Sheldon para
estructurar sus actividades cotidianas del día a día.
La segunda parte de la obra, los anexos, se me
tornó enormemente más tediosa que la primera, y ralentizó tanto mi ritmo de
lectura que, pensando, debido a la agilidad con la que leía la primera mitad,
que tendría el libro terminado en dos o tres días, finalmente he tardado, si no
calculo mal, algo más de dos semanas en acabarlo, a pesar de su extensión
moderada.
El “Sheldonario” (gracioso y curioso nombre por
otra parte), provoca un gran hastío en su lectura. Como podréis deducir, se
trata de un diccionario de términos, pero no exclusivamente de los empleados
por Sheldon o inventados por él, como podría pensarse, sino que, en general,
recoge las definiciones o descripciones de series, películas, juegos, actores, científicos
y otras personalidades invitadas o aludidas en la serie, entre otras cosas.
Esto es interesante, sin duda, y pone de manifiesto, más que cualquier otra
parte del libro, la exhaustiva investigación llevada a cabo por el autor. No
obstante, el problema es precisamente que peca de exceso de exhaustividad. Vale
que si te predispones a enumerar y explicar, por ejemplo, los científicos mencionados
en la serie, lo lógico es que figuren todos ellos -sin olvidarse, a ser
posible, de ninguno-, ya que si no, la recolección llevada a cabo pecaría de
arbitraria y superficial; pero es que llega un punto en el que no puedes evitar
comprobar cuántas hojas quedan para terminar el dichoso “Sheldonario”.
El siguiente anexo me gustó más. Era una
recopilación de respuestas (hirientes y egocéntricas, cómo no) de Sheldon en
distintos diálogos de la serie. No obstante, eché en falta algo más de orden
(por ejemplo, cronológico) en su organización, o al menos que se marcara a qué
capítulo pertenecía cada uno.
En general La
vida según Sheldon me ha gustado bastante y considero indispensable, o,
como mínimo, recomendable su lectura a cualquier buen aficionado de Sheldon que
se precie. Interesante y original a pesar del cierto lastre que supone el “Sheldonario”. A todos los fans de The Big Bang Theory y/o de Sheldon que visiten mi blog les sugiero la lectura de mi artículo Mis personajes favoritos de series de televisión.
Fuente de la imagen: http://www.casadellibro.com/libro-la-vida-segun-sheldon/9788448020774/2374815
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