Al
fin encontré un hueco para sentarme a reseñar esta película que vi hace ya
muchas semanas, basada en la vida de Ruth Bader Ginsburg, jueza del Tribunal
Supremo de Los EE.UU. que es interpretada por la actriz Felicity Jones.
El
feminismo es una temática que desde hace tiempo me interesa muchísimo. No sabía
si esta película realmente merecería la pena o si sería un intento no convincente
de aprovechar el tirón que este fenómeno está teniendo en los últimos años,
enganchando a los jóvenes feministas mediante un tráiler que no se
correspondiera en gran medida con el desarrollo de la película.
No
fue así, si bien es cierto que el tráiler sí da lugar a cierta confusión, ya
que la mayor parte de las escenas que muestra son relativas a la primera parte
de la película, la que se desarrolla en los años 50. Sin embargo, el grueso de
la película tiene lugar en los años 70. Eso nos revela algo significativo, y es
que es más interesante el planteamiento del problema que su desarrollo y
desenlace. Y es cierto. La primera parte de la película nos ofrece un panorama
de la pobreza de las cuestiones de género en EE.UU. allá por los 50 en términos
mucho más generales, mientras que una vez que Ruth acepta el caso
que va a defender ante el tribunal, el resto de cuestiones de género pasan a un
segundo plano y todo el protagonismo se lo lleva la evolución del caso. No digo
que esto sea algo malo, sino que a mí particularmente el caso sobre el que gira
la película no me interesa ni la mitad que el marco social que lo rodea.
En
otras palabras, mi pega —absolutamente personal y particular— es que la
película se centra en un feminismo jurídico y desaprovecha el jugo que
ofrecería el más interesante —aunque sin duda más previsible— feminismo social.
Yo, que no estoy nada interesada en política y nada familiarizada con la
terminología jurídica, tenía problemas a la hora de comprender la evolución del
caso que Ruth defendía. Eso fue sin duda lo que menos me gustó de la película.
Por
otra parte, tanto desfase temporal entre unas escenas y otras me parece un poco
caótico. Se desarrolla en un abanico temporal que abarca desde los 50 hasta los
70, pero no se va pasando por los años intermedios, sino que entre una década y
otra se produce un salto muy pronunciado. De buenas a primeras, nos encontramos
con el bebé ya adolescente y con el marido que contra toda expectativa se ha
recuperado —bastante— de una enfermedad que parecía que nos iba a dejar a la
protagonista viuda en seguida. El futuro académico de Ruth, que parecía que iba
a ser algo mucho más importante que nos iba a ser mostrado en pantalla, es
saltado y mencionado por encima tras el salto temporal.
En
cierto modo, la película me parece una versión mucho más seria y feminista de Una rubia muy legal, película en la que
también una mujer debía luchar contra los estereotipos que la acosaban para
ganarse el respeto de la gente y conseguir ganar el caso que estaba defendiendo
en un juicio.
El
caso que enoja a la protagonista y que se convierte el eje central sobre el que
gira todo el argumento de la película es el siguiente: La ley dicta que solo
las mujeres pueden tener derecho a una compensación económica como ayuda en
caso de tener que cuidar de otra persona, por ejemplo un anciano. Esto es
debido a que la mujer había de ser la cuidadora de la familia y la que debía
quedarse en casa si otra persona necesitaba su ayuda. En otras palabras, se
trata de un caso de discriminación de género contra el sexo masculino. La
protagonista trata de abolir esta ley de forma que no solo el cliente al que
está representando reciba esa compensación económica, sino que cualquier hombre
que se halle al cuidado de otra persona pueda recibirla. El hecho de que el
caso que se lleve a juicio sea uno en el que se está luchando por los derechos
de los hombres en lugar de uno que persiga directamente los derechos de la
mujer puede constituir un astuto intento por parte de laos creadores de la
película para ganarse a los escépticos del feminismo, y hacerles ver que este
movimiento persigue la igualdad real y efectiva entre hombres y mujeres y no
solo el beneficio de las mujeres, como muchas personas tozudas o poco
informadas siguen creyendo.
En
resumen y como conclusión, si bien contiene demasiada política para mi gusto y
una terminología jurídica difícil de seguir, se trata de una película que sin
duda merece la pena ver, tanto por parte de aquellos que ya estamos interesados
en el feminismo como aquellos que aún se empeñan en renegar de él.
Fuentes de las imágenes:
http://www.sensacine.com/peliculas/pelicula-237762/
https://www.splau.com/movie/5CB9D648C40F4719_Una%20cuestin%20de%20gnero
https://www.fotogramas.es/noticias-cine/a25258717/una-cuestion-de-genero-trailer-de-la-lucha-feminista-de-felicity-jones/
https://www.eltelegrama.com/noticia/2483/estrenos/una-cuestion-de-genero.html
http://www.nosolocine.net/critica-lineal-y-aire-clasico-para-una-propuesta-interesante/