Compré La psicología del amor romántico, de Nathaniel Branden, en el Día del Libro. El título ya fue
suficientemente atractivo para cautivarme, ya que soy una romántica empedernida. Me parecía
interesante profundizar en el fenómeno del amor romántico desde una vertiente
psicológica.
No obstante, no estoy acostumbrada a leer obras de
corte psicológico y eso constituyó un gran impedimento para mí durante su
lectura. Yo estoy acostumbrada a leer ficción novelística ligera, por lo que
esta obra se me hizo densa, larga y ligeramente espesa; no por el tema, que sin
duda me interesaba mucho, sino por la perspectiva desde la que se abordaba. De hecho,
me llevó unas cuantas semanas acabarlo, a pesar de que estaba deseando
terminarlo para seguir con los libros que tengo en mi lista de lecturas
pendientes.
No obstante, me ha parecido un libro muy
interesante cuya lectura recomiendo a todos enamorados del amor, pues te ofrece
una perspectiva mucho más profunda y analítica de este sentimiento que aquella a la que
estamos acostumbrados. Te hace reflexionar sobre cosas que nunca te habías
planteado acerca de los factores que intervienen en el éxito o fracaso de una
relación romántica. Indudablemente, habrá puntos en los que se esté de acuerdo
con él y otros en los que menos o en absoluto, pero, en general, me parece que su
punto de vista es bastante correcto, válido y bien argumentado.
No obstante, hay ciertos puntos —afortunadamente realmente
pocos— en los que peca de ligero conservadurismo, como en su visión del amor
homosexual —sin duda opinión muy discutible la suya al respecto—. No obstante,
en el modo de relacionarse hombres y mujeres, sí que muestra una concepción
mucho más abierta y trasgresora con la que es mucho más fácil estar de acuerdo.
En definitiva, aunque el género/enfoque de la
obra, mi pereza y mis deseos por leer otros libros no ayudaban precisamente, me alegro de
haber leído La psicología del amor romántico y sentí cierta lástima cuando lo
acabé —y no solo por el hecho de que leyendo un libro durante tantas semanas acabes cogiéndole
cierto apego—. Es una lectura que, si bien no temáticamente —rara vez leo un
libro en el que no haya romance—, estilísticamente se sale de mis lecturas
acostumbradas. Lo cierto es que últimamente me estoy proponiendo salir de mi
zona de confort literario —entiéndase "literatura juvenil romántica"— y empezar a
leer géneros de otros tipos aunque no me atrapen tanto. Es labor de una buena humanista ampliar constantemente sus horizontes literarios.
Fuente de la imagen:
https://www.amazon.es/Psicologia-romantico-Paidos-Saberes-Cotidianos/dp/8449308771
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