1-Mi historia con Cazadores de Sombras:
Creo recordar que cuando empecé a ver el primer libro en las librerías no me llamó demasiado la atención, ni siquiera cuando se lo regalaron a una amiga que tenía por aquel entonces. Eso sí, una vez que ella se lo leyó, me recomendó encarecidamente su lectura asegurándome que me gustaría. Lo cierto es que no se equivocaba. Tanto ella como yo estuvimos enamoradas del descarado, sexy y mordaz Jace durante bastante tiempo.
Leer la saga completa fue poco a poco y me llevó varios años porque cuando la comencé aún no habían sido publicados todos los libros. He de decir que yo soy de las que prefieren leer una saga del tirón como he hecho ahora que tener que esperar muchos meses para leer el siguiente, porque en ese tiempo me desengancho y además se me olvidan los acontecimientos de los libros anteriores.
La manía de los autores actuales por explotar y alargar el éxito de sus best-sellers hasta límites insospechados Cassandra lo elevó a la máxima potencia, escribiendo un montón de precuelas, secuelas, libros sueltos y sagas complementarias basadas en el universo de los cazadores de sombras pero con otros protagonistas. Eso sí, yo no me he leído ninguno. Me ceñí a los seis libros de la saga original protagonizada por Clary y Jace. En su momento me sentí tentada de leer la trilogía de Los orígenes, pero la misma amiga que he mencionado antes me quitó las ganas al insinuarme que el triángulo amoroso había tenido una resolución decepcionante, y yo no quería llevarme ningún chasco.
2-Relectura de la saga en la actualidad:
En mi relectura actual decidí ceñirme nuevamente a los seis libros principales y pasar de momento de los complementarios a pesar de que en internet recomendaban irlos intercalando. Y yo nunca me había arrepentido de no haberme leído ninguno de estos otros libros hasta que al releer ahora el último volumen de la saga original me di cuenta de la cantidad de referencias y spoilers que tiene de lo que ocurren en los otros —No recuerdo haber reparado realmente en esto la primera vez que lo leí—. He decidido darle una oportunidad a esos otros libros pero antes dejar transcurrir un tiempo para tratar de olvidar estos spoilers y leer otras lecturas pendientes.
Comencé la relectura de la saga
principal el sábado 11 de diciembre del 2021 y la he terminado el 5 de febrero
del 2022. Me ha llevado más tiempo del previsto porque hice un paréntesis en
Navidad para leerme los dos libros que he reseñado en las entradas anteriores
de este blog. Tan solo tenía en mi poder el segundo libro, los demás los tuve que tomar prestados de la biblioteca.
He disfrutado enormemente de la relectura de Cazadores de Sombras, sobre todo de sus primeros libros. Si la comparo con Memorias de Idhún, a pesar de que esta es una de mis sagas preferidas y el universo y mitología que engloba están más currados y son más originales, Cazadores de Sombras le gana en humor y en no hacer tan pesadas las partes en las que no aparecen los protagonistas (aunque honestamente, estas me sobran en los dos casos).
A menudo, cuando empiezo una saga, en las primeras páginas me cuesta meterme en la historia y volver a familiarizarme con los personajes, aunque ya la ha leído anteriormente (exceptuando evidentemente historias que tengo muy recientes o que haya leído muchas veces), pero no tardo en dejar de sentirlos ajenos.
He de decir que algo que he captado que no recordaba haber notado la primera vez que los leí son ciertas imperfecciones en la narración, como repeticiones de frases o expresiones que no me sonaban del todo correctas.
3-Opinión libro por libro:
No recuerdo que tuviera alguna preferencia por alguno de los libros de esa saga en concreto cuando la leí en el pasado, pero, desde luego, cuando volví a releer el primero (Ciudad de Hueso) me gustó tanto que intuí que los posteriores no iban a superarlo, exceptuando quizá debido al hecho de que en los siguientes la relación entre Clary y Jace está más desarrollada y tenemos más romanticismo Clace (el ship name oficial de esta pareja). Pero es bonito revivir la forma en la que se fue forjando esta relación, cómo ella casi desde el principio buscaba la presencia reconfortante de Jace, que era el único que estaba pendiente de ella, que le explicaba todo lo que a ella le era ajeno y la protegía. La forma en la que él literalmente desde el primer momento sintió interés y curiosidad por ella y un inexplicable instinto protector que le llevaba a vigilarla y acompañarla a todas partes. No obstante, eso me hace pensar en por qué razón él no fue a verla cuando ella estaba inconsciente en el Instituto recuperándose del ataque del demonio rapiñador. ¿Quizá ya le atormentaba verla así aunque acababan de conocerse?
¿Lo mejor de Ciudad de Hueso? Las divertidísimas contestaciones de Jace, llenas de sarcasmo, insolencia y petulancia. Es la clase de persona a la que si se le ocurre una réplica mordaz no puede callársela, sea quien sea quien esté delante para oírla. Tras él, el más divertido, ocurrente e irónico sería Simon, si bien este segundo puesto le sería disputado por el carismático y entrañable Magnus a partir del segundo libro.
De Jocelyn no vemos gran cosa ya que se pasa casi los tres primeros libros raptada e inconsciente, pero en lo relativo a la discusión que tuvo con Clary al principio del todo, que es en único momento en el que podemos conocer a su madre, entendí el enfado de Clary al ser exigida que abandonara a su amigo y su vida repentinamente sin ningún tipo de explicación, si bien no apruebo la forma en la que ella se largó de casa con Simon.
Luke en términos generales me parece más comprensivo y realista con Clary que Jocelyn, pero me enfadó y decepcionó la cruel forma en la que la despachó y apartó de él en aquella llamada telefónica en la que ella le pidió ayuda. A día de hoy sigo sin entender por qué la trató así, por mucho que en cierto modo se estuviera haciendo pasar por un “agente doble” al tratar con los enemigos. Eso sí, odié que Clary empleara con él el término “asquerosos subterráneos” con él, por mucho que luego se retractara.
Sin duda alguna, mi parte favorita del primer libro es la cita de cumpleaños de la parejita Clace culminada por su primer beso y por una apasionante discusión entre el triángulo amoroso cuyo perfecto broche final es la amarga y resentida declaración de amor de Simon. Todo ese pasaje es sencillamente electrizante, si bien desapruebo la actitud distante que Clary tomó con ambos después de eso, y sobre todo que apareciera en la puerta de Jace pidiendo su ayuda como si nada hubiera pasado entre ellos.
Algo que me decepcionó muchísimo de Jace en el primer libro fue constatar su falta de personalidad y juicio en presencia de su padre. A pesar de tratarse de un chico seguro de sí mismo, valiente y decidido, se vuelve un chiquillo sumiso y manipulable en cuanto su padre está cerca. Y, de verdad, me estomagó leer cómo Valentine le mangoneaba como a una marioneta durante esos últimos capítulos del libro y él no solo se dejaba, si no que para colmo le defendía frente a Clary y Luke y no era capaz de ver lo horribles que eran los actos de su padre. Ya vimos un anticipo de ello cuando le contaba a Clary cosas sobre su infancia y en lugar de reparar en lo cruel que había sido su crianza lo asumía como algo normal y justificaba los actos de su padre. De verdad que era para gritarle y darle de bofetadas mientras le intentas hacer ver la realidad. Yo le diría:
«Jace, por favor, Valentine, aparte de ser un psicópata nazi que intenta cargarse a media población por considerar que no está a su altura, asesinó a tus abuelos, te pegaba constantemente, mató a tu mascota delante de tus propios ojos, te mintió acerca de tu identidad y orígenes haciéndote creer primero que tu madre había muerto, luego que te había abandonado, etc. Os hizo creer a ti y a tu amada que sois hermanos para que no pudierais estar juntos… ¿PERO QUÉ MÁS QUIERES PARA CONVENCERTE DE QUE ES UN MONSTRUO?»
Si hay algo que no me gusta de la relación entre Clary y Jace es lo bruscos que son a menudo el uno con el otro. Entiendo que Jace usa su arrogancia y vanidad como una fachada —a menudo enormemente divertida— para ocultar las heridas de su alma, la mayoría provocadas por su padre —incluyendo también las físicas—. Esta circunstancia se ve acentuada con el paso de la historia, pues realmente se aprecia cómo, si bien en principio es un chico realmente seguro de sí mismo y confiado en sus habilidades y atractivo, los traumáticos descubrimientos que va haciendo a lo largo de la saga hacen que pase a ser un mártir, un alma torturada que esconde tras su arrogante fachada un dolor, inseguridad y odio por sí mismo.
También entiendo que la vida de Clarissa se va al traste desde aquel día en el que encuentra su casa destruida y a su madre secuestrada, y que solo es el principio de los terribles sucesos que comenzarán a ocurrirle a partir de ese momento. Pero opino que nada de eso justifica realmente la forma en la que se hablan el uno al otro en ocasiones. Jace es más cortante y afilado en el primer libro con ella, mientras que en el segundo es Clary la que constantemente se pasa tres pueblos con él y le chilla y escupe cosas horribles que yo personalmente no le perdono. En cierto modo, pienso que es el maltrato que ella le profesa durante este libro lo que le conduce a él a ir a ver a Valentine al barco.
En términos generales, el segundo libro —Ciudad de ceniza— me enganchó menos que el primero. Tiene algo menos de humor, es ligeramente más anodino, carece de la novedad del primero acerca de los descubrimientos que hacemos sobre el mundo de los cazadores de sombras, y, aunque el amor implícito entre Clary y Jade se intensifica, carece de toda exposición abierta exceptuando el capítulo en el que la reina de la corte Seelie les obliga a besarse. Sin duda eso es lo mejor de todo el libro, junto con la escena justo posterior en la que se disponen a asearse y secarse y por primera vez hablan más o menos abiertamente de sus sentimientos el uno con el otro, aunque termine en discusión. Clary, nuevamente, mete la pata con sus excesivas reticencias, y Jace con sus impetuosos arranques de ira. Lo cierto es que a estos dos como matrimonio los veo discutiendo casi a diario en el futuro.
Le doy la razón a Jace en que él el pobre es el único que es sincero con sus sentimientos y le confiesa la naturaleza de los que siente por ella en más de una ocasión, mientras que Clary es indignantemente incapaz de declararse. Durante todo el segundo libro es enormemente injusta e insoportable con él.
En lo referente a Raphael, honestamente no sabría decir qué opinión tengo de él. ¿Me cae mal? No ¿me fío de él? Tampoco. Dentro de los secundarios al menos es de los que menos me molestan, si bien no considero que aporte gran cosas a la trama aparte de ser el principal vampiro de la saga y quien “supervisa” la conversión de Simon. Eso sí, yo generalmente adoro a los vampiros, pero he de decir que los de Cassandra Clare carecen completamente de todo magnetismo o atractivo.
En cuanto a Maia, me resulta un personaje secundario bastante anodino y sobrante. Según leía me resultaba familiar su historia y creía recordar que alguien de su pasado volvía a parecer, algo que en efecto terminaría sucediendo.
El tercer libro, Ciudad de cristal, sin duda fue un grower. Es decir, fue mejorando hacia el final. Empezó algo insulso, sin sucesos realmente interesantes, pero una vez que los acontecimientos empiezan a precipitarse y a dirigirse a la batalla del final, me mantuvo bastante enganchada. Eso sí, si Clary había estado algo insoportable en el segundo libro, lo del tercero ya es de jurado de guardia, más que nada por su egoísmo, testarudez y cabezonería al escaparse a Idris arriesgando la seguridad de Luke y traicionando la confianza de la hermana de este, Amatis, al fugarse de casa y al ponerse una ropa que no le correspondía. Y sin duda con lo que ya me llevé las manos a la cabeza fue con su injusta reacción con su madre Jocelyn cuando esta despertó al fin. Entiendo que estuviera dolida por la cantidad de cosas que su madre le había ocultado a lo largo de su vida, pero ¿en serio era su gran reencuentro el momento propicio para estallar su ira y largarse de su lado en lugar de arrojarse a sus brazos aliviada como haría una hija normal al ver que su madre ha recuperado la consciencia tras tantos meses? Encima en presencia de más personas, toda una humillación a la pobre Jocelyn, que lo único que estaría deseando sería abrazar a su hija.
En lo concerniente a Jace, no aprobé que tratara convencer a Simon de que le ayudara a engañar a los Lightwood haciéndoles creer que Clary no quería acompañarles a Idris, si bien parte de mí lo entiende. Pero lo que verdaderamente odié fue la forma en la que la trató delante de Alec e Isabelle cuando ella apareció ante él y las cosas horribles que le dijo. Aprecié que después Alec tratara de ponerlo en su sitio e incluso se negara a curarle la mano mediante runas para que sintiera el dolor y sanara como un mundano. Clary también se pasó al arrojarle platos cuando este fue a disculparse, sobre todo porque la vajilla no era suya sino de Amatis, pero nuevamente, ella solo pensaba en ella misma y no en el estropicio que estaba realizando en casa ajena. También me molestó su impasibilidad cuando Jace se le declaró de forma tan hermosa en la que creían que podía ser su última noche juntos. ¿Qué más te tiene que decir el chico para que te derritas a sus pies? Y para colmo no correspondió a su declaración con otra. Ni siquiera al final del libro, cuando Jace revivió. ¿Pero qué es lo que le impide decirle con palabras lo que siente? Él merece oírlo. Yo tan solo recordaba de mi primera lectura tanto esa escena como el revolcón junto a las ruinas de la casa de los Wayland y estaba deseando leerlas. Como no podía ser de otro modo, han sido mis momentos favoritos de este libro.
Me hizo ilusión leer el morreo que Alec le pegó a Magnus no solo delante de sus padres, sino de toda la Clave. Creo que esta pareja me está gustando aún más en la actualidad que en su momento (realmente no recuerdo lo que opiné en su momento). Valoro mucho que Magnus siempre esté ahí cuando lo necesitan, aunque durante un tiempo Alec le escondiera como a un secreto vergonzoso.
Sobre Sebastian, no recuerdo mucho lo que pensaba de él la primera vez que leí los libros, pero creo que en los últimos libros ya estaba harta de él y más bien le detestaba. Esta vez, yo evidentemente ya estaba sobre aviso sobre quien era en realidad desde que le presentaron. Aun así, Clary me pareció injustificadamente borde con él en su primer encuentro.
En cuanto a Simon, este madura bastante en este libro (aunque siempre ha tenido una conducta más madura que Clary) y realmente es un amigo de diez, valiente e incondicional. A pesar de que Maia no me cae mal, si bien me sobra como personaje y no me parece que aporte nada, prefiero a Isabelle para él. He de decir que la solución de Clary de marcar la frente de Simon con la marca de Caín no acabé de entenderla del todo, ni siquiera tuve claro quién de los dos había tenido la idea.
En lo referente a Aline, tenía mal recuerdo de ella porque recordaba con gran disgusto que Clary la había pillado besándose con ella, por mucho que luego resultara ser lesbiana. Al principio me enfureció su actitud aunque luego en cierto modo la comprendí, si bien desaprobé el cruel comentario que hizo al final sobre que Jace ya no fuera a querer a Clary por no ser ya algo perdido, aunque supuestamente no lo dijera con mala intención.
Tengo curiosidad por saber cuáles habrían sido los límites del deseo que Clary podía solicitarle al ángel, y me resulta un tanto estúpido por su parte que no aprovechara para pedir de golpe las resurrecciones de más de un personaje, o al menos la de Max (cuya muerte pensé que ocurría más adelante) además de la de Jace.
Me gustaría saber si Cassandra tenía la idea inicial de hacer tan solo una trilogía, porque este tercer libro se siente bastante conclusivo. Salvo un par de cabos sueltos como la amenaza de la reina de la corte Seelie a Clary por rechazar ayudarla (muy estúpido por su parte teniendo en cuenta cómo se las gasta este hada), la desaparición del cuerpo de Sebastian y el incipiente triángulo amoroso entre Simon, Isabelle y Maia, el resto de subtramas tienen una resolución: el villano muere y las parejas terminan juntas. Incluso me planteé si realmente debía seguir la relectura o dejarlo ahí, recordando que aún le queda mucho que sufrir a Clace, pero es que hemos tenido tan pocos momentos románticos entre ellos que ansiaba leer más, además de que sentía curiosidad por ver cómo evolucionaba la historia porque ya no me acordaba.
Tan solo creía recordar que la reina de la corte Seelie le provoca pesadillas a Jace de que hería a Clary para que se alejara de ella y él empezaba a distanciarse —al final del cuarto libro salí de mi error al descubrir que la responsable de esto no era otra que Lilith—, que Simon pululaba entre Maia e Isabelle (pero no a quien escogía finalmente) y que terminaba recuperando su humanidad aunque primero le tocaba sufrir el rechazo de su madre que le echaba de casa sin contemplaciones. También, por arbitraria e intrascendental que fuera, me sonaba una escena teniendo lugar en un supermercado, así como que Sebastian volvía a hacer de las suyas e incluso tenía algún encuentro con su madre Jocelyn. Según leía, también rememoré que Maureen terminaba muerta tras ser mordida por Simon y que Kyle ocultaba algo y no era quien decía ser.
Dicho esto, el cuarto libro, Ciudad de los ángeles caídos, me ha enganchado menos, he tardado más en terminarlo que los anteriores sin ser más largo y no era tan adictivo. Lo único por lo que me gusta más que los anteriores es porque hay más escenas románticas entre Clary y Jace y —mucho— más intensas. Pero me frustraba enormemente que Jace se empeñara en evitar a Clary, lo único que conseguía era que ella se pensara que no la quería. Lo lógico era haberle contado lo que le estaba ocurriendo desde el principio, quizá Clary podría haber creado una runa que le impidiera tener pesadillas o haber ido mucho antes a ver a los Hermanos Silenciosos (que fue idea de ella) y así Jace se hubiera ahorrado semanas de sufrimiento, o habérselo contado a Magnus, quien quizá como brujo que era podía haber hallado una solución. Y aun así Jace fue irritantemente ingenuo al dejarse convencer por el falso Max que veía en sus sueños de que se hiriera con el cuchillo. Igual que el hecho de no alimentarse apenas, eso no le iba a ayudar a tener menos pesadillas sino a demacrarlo todavía más.
En cuanto a Jordan Kyle, no me cae mal en absoluto y sí que preferiría que él se quedara con Maia y Simon con Isabelle. No obstante, si bien aplaudí que en los anteriores la autora mostrara a una víctima de violencia de género siguiendo adelante con su vida, no me gusta la forma en la que ahora se retracta y la hace volver a enamorarse de su “agresor”, justificando la conducta de este. Por mucho que Jordan solo la hubiera pegado una vez, ¿Qué clase de mensaje trasmite eso? ¿Que las mujeres deben perdonar las conductas violentas y dar otra oportunidad a sus maltratadores? Repito, aun así Jordan no me cae mal y de hecho se le acaba tomando afecto.
Me irritó que en la lucha contra Lilith Clary no huyera cuando Jace se lo pidió porque lo único que consigue es ser una carga para él al tener que estar pendiente de su protección, y con eso le pone en peligro. No obstante, me pareció muy inteligente la forma en la que Simon eliminó a Lilith empleando el poder de la Marca de Caín e interponiéndose en el ataque de esta a Clary para que impactara en él y Lilith recibiera el castigo divino. Lo que honestamente no entendí es que ella antes de desaparecer murmuró “siete veces” como si esa fuera la séptima vez que atacaban a Simon y yo no recordaba que hubieran sido tantas.
El quinto, Ciudad de las almas perdidas, se me hizo un poco pesado y me daba la sensación de que la autora metía paja para alargarlo. Clary nuevamente me irritaba con su actitud, su cabezonería, egoísmo, impulsividad y arranques de ira. Otro del que repruebo su conducta es Alec, aquí inmaduro y egoísta al “emparanoiarse” con la inmoralidad de Magnus, cabreándose con él cada dos por tres, acudiendo a ver a Camile en secreto para sonsacarle que puede hacer al respecto e incluso que se plantee arrebatársela a Magnus, en lugar de hablar abiertamente con él sobre cómo se siente.
Las escenas Clace eran numerosas pero no satisfacían del todo al no tratarse del verdadero Jace sino de uno doblegado bajo la voluntad de Sebastian. También he de apuntar que no me gustó ni un pelo que Jace instara a Clary a drogarse con esa lluvia plateada que caía en la discoteca y que después tratara de aprovecharse de ella en su estado. Realmente ese no era el verdadero Jace.
En cuanto a Sebastian, este realmente se hace odiar menos durante casi todo el libro, hasta el punto que me daba la sensación de que la autora realmente trataba de redimirlo o de justificar su conducta, pero todo esto se va al traste cuando se descubre que todo una treta para embaucar a Clary. Una vez que deja caer su careta y muestra hasta qué punto está pirado de la chaveta, empieza a resultar verdaderamente detestable. No deja de ser irónico que tras habernos hecho creer que Clace eran hermanos secretamente enamorados durante los tres primeros libros ahora resulte que Sebastian (o mejor llamado Jonathan), el verdadero hermano de sangre de Clary, también esté enamorado de ella, aunque de una forma perturbablemente tóxica y peligrosa debido a su sangre demoníaca. Perece que Cassandra Clare estaba particularmente interesada en explorar el amor romántico/sexual entre hermanos con esta saga.
La actitud arrogante de Isabelle a veces me irrita. Si bien es uno de mis personajes favoritos y me encantó que estuviera tan protectora con Clary al principio del libro, no me gustó sus contestaciones a Jocelyn, al igual que las que en el siguiente libro les da a sus propios padres.
El último libro, Ciudad del fuego celestial, no se me ha hecho especialmente largo a pesar de que es el más gordo de todos y de que tardé más de una semana en terminarlo. Empezó bastante interesante, si bien no me gustaba que regresaran a Idris, pues los acontecimientos allí resultan un poco más aburrido que ambientados en Nueva York. No recordaba prácticamente nada de él salvo que se producía el momento clave en la relación de Clary y Jace (ejem…) y también me sonaba lo que leía del descenso a los infiernos. Me resultó particularmente interesante la parte en la que tienen visiones sobre aquello que desean pero de una forma equivocada. Eso sí me resultaba familiar aunque no recordaba en qué consistían las visiones.
Me he dado cuenta de que hay muchas más referencias a los libros complementarios de ese universo de las que yo recordaba, como los de Los Orígenes. No dificulta la comprensión de este, pero ahora entiendo porque la gente recomendaba leerlos en orden de publicación.
He de decir que he llorado como una magdalena cuando el demonio mayor padre de Magnus le robó los recuerdos de Clary y el mundo de las sombras a Simon además de su inmortalidad. Simon y Clary tenían una amistad preciosa y es muy trágico ver desaparecer de su memoria tantos años de complicidad y que empiece a tratarla como una completa desconocida. Vale que se soluciona un poco la situación al final, pero no me vale porque soy de las que creer que ese tipo de hechizos seguro que dejan secuelas y nunca lo recuerda todo por completo o lo siente como vivencias ajenas a él. Me pasó lo mismo en Los Juegos del Hambre cuando el Capitolio manipuló los recuerdos del pobre Peeta. Terminé el libro pensando que nunca volvería a ser el mismo que había sido.
Para terminar diré que he disfrutado mucho de este reencuentro con Cazadores de sombras y en particular con uno de mis ships favoritos, Clace, si bien las prisas que tenía por terminarme los libros debido a los otros que tenía pendientes obstaculizaban ligeramente su disfrute. Aún no me he animado a verme la serie de televisión porque intuyo que me va a decepcionar y porque no quiero que cambie la imagen física que tengo en mi mente sobre los personajes, pero apuesto a que acabaré viéndola tarde o temprano.
Fuente imágenes:
https://www.google.com/url?sa=i&url=https%3A%2F%2Frelibrea.com%2Ftelde%2Flibros-de-lectura-de-segunda-mano%2Fcazadores-de-sombras%2F105253&psig=AOvVaw1_EZerEUmmzS48UxDGU7V6&ust=1644850015210000&source=images&cd=vfe&ved=0CAsQjRxqFwoTCOD6rvz1_PUCFQAAAAAdAAAAABAJ
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Hola!!
ResponderEliminarSolo tengo leído los tres primeros y el primero de The Infernal Devices, así que es una saga que en lo personal es bueno pero no me gusta mucho como otras sagas.
Besos💋💋💋
Hola :)
EliminarYo te recomendaría continuarla, especialmente si te gusta la pareja Clary + Jace, ya que es a partir del cuarto libro que relamente empiezan a actuar como pareja.
¿Me aconsejarías otras sagas de este estilo que merezcan la pena?
Besos!