Aviso: dado que se trata de mis
impresiones y opinión sincera sobre la obra, es inevitable que esta reseña
contenga spoilers. No obstante, los
más importantes están debidamente señalizados.
Llevaba tiempo oyendo hablar de esta saga, aunque no le había prestado mucha atención. En 2023, unas compañeras de trabajo la leyeron y me la recomendaron. Yo constataba que la saga iba ganando reconocimiento y cada vez me interesaba más leerla, pero no encontraba el momento para hacerlo, ya que tenía muchas lecturas pendientes. En verano de este año, otra chica y yo decidimos organizar un club de lectura en mi ciudad. Fuimos reclutando gente y me di cuenta de que varias personas se habían leído esta saga o justo estaban en proceso de hacerlo en aquel momento. Parecía un buen momento para proponerla como primera lectura del club, dado que otras integrantes y yo estábamos interesadas en leerla, así que se dispuso como lectura del mes de Septiembre.
Una
corte de rosas y espinas (2015)
Varias personas comentaron que el
primer libro se suele hacer muy denso y lento salvo por la parte final, que
adquiere un ritmo frenético y se vuelve repentinamente apasionante, así que
estaba preparada para que la historia no me enganchara al principio. Por
suerte, nada más lejos de la realidad. Tan pronto como Tamlin se llevó a Feyre con
él yo ya estaba metida en la historia y deseando saber qué iba a ocurrir
después. Y apenas eran los primeros capítulos.
Desde casi el principio yo me sentía
enganchadísima. Me costaba horrores no pasarme el día leyendo pero procuraba no
sobrepasar las dos horas diarias porque tenía muy cerca el examen de las
oposiciones.
En seguida me puse a elucubrar cómo
evolucionaría y yo lo tenía muy claro: Feyre se encontraría cada vez más cómoda
y a gusto con su “captor”, aunque seguiría buscando la forma de escapar.
Empezaría a desarrollar sentimientos por él y a sentirse cómoda en su compañía,
y él a preocuparse por ella, quererla y buscar su compañía. Allá por el
capítulo nueve más o menos yo ya los shippeaba
muchísimo y estaba deseando que avanzara su relación. No estoy muy segura
porque antes de conocer a los personajes no me quedaba con sus nombres, pero me
da la sensación de que había oído algo sobre que el personaje de Tamlin no
convencía mucho a alguna lectora y sin embargo a mí me encantaba lo compasivo,
piadoso y educado que era (claro que me faltaba mucho por leer sobre él). Sin
embargo, del pobre Lucien yo al principio no me fiaba nada de nada. Tenía la
impresión de que iba a acabar haciendo algo que me hiciera odiarle, como
intentar atacar a Feyre o a su familia, y que Tamlin la defendería. Feyre no me
caía mal del todo pero como me suele pasar con todas las protagonistas
femeninas, me resultaba demasiado insolente, malpensada y prejuiciosa.
En el primer libro su familia no me
caía nada bien. A Nesta la odié desde el principio (y a día de hoy sigue
cayéndome fatal). Elain no parecía mucho mejor, también era egoísta. Su padre
me parecía un mal padre, porque si no no hubiera permitido que Feyre se fuera
sola al bosque a cazar por lo que pudiera ocurrirle allí, y se hubiera
molestado él mismo por sacar adelante a sus hijas. La madre no parecía tampoco
ninguna joya, ya que parecía importarle tan solo el padre y tomó la cruel
decisión de hacerle prometer a una niña de ocho años cuidar de su familia.
Feyre no debería darle tanta importancia a una promesa hecha siendo tan pequeña
a una persona que nunca hizo mucho por ellos.
En relación con la supuesta “plaga”
que azotaba a la Corte Primavera, mi suposición era que Tamlin caería enfermo y
ella tendría que cuidarle. A fin de cuentas, dado que esta obra emula La Bella y la Bestia, esperaba una
escena equivalente a aquella en la que Bestia salva a Bella de los lobos y
resulta malherido, recibiendo atención y cuidados por parte de ella.
De hecho, según progresaba el libro
empecé a entender por qué alguna vez leí que la historia parecía inspirada en La Bella y la Bestia, pero realmente no
es hasta el tramo final en el que se constata la conexión, gracias a la explicación
que ofrece Alis sobre todo lo ocurrido.
A pesar de todo lo que he leído en
el pasado erré mucho el tiro respecto a lo que ocurriría en este, llegué a
escribir: “Seguro Isaac entrará en escena otra vez, Feyre volverá a sus brazos
y Tamlin se enfurecerá y sentirá muchos celos”. En fin. Ahora lo leo y me río.
La relación entre Tamlin y Feyre me
parecía que iba sorprendentemente lenta, hubo varias escenas en las que pensé
que se iban a besar o incluso a “llegar a la tercera base”, pero no sucedió [SPOILER: me refiero a escenas como
el baño de estrellas, o cuando Feyre está deprimida y él le besa sus manos
ensangrentadas por las espinas de la rosa que arrancó, la noche de Calanmai o
la primera cita en la que ella se pone vestido y le enseña su galería de
pinturas].
Según avanzaba la historia empecé a confiar
más en Lucien y me caía muy bien, aunque seguía prefiriendo a Tamlin. Feyre me
seguía pareciendo insoportable y grosera en ocasiones. Por su parte, la única
escena de todo el libro en la que no me gustó Tamlin fue en la de la noche de
Calanmai. De hecho, me incomodó tanto que me tomé un par de días sin leer.
Temía la resolución por la que optara
la autora respecto al tema de que él fuera inmortal y ella no, ya que no me
parecía que existiera una manera convincente en la que pudiera convertirse ella
en inmortal. [SPOILER:
Por suerte me equivoqué (aunque muy convincente no fue)]. También me daba miedo que no acabaran
juntos, porque dudaba que fuera una historia con final feliz al uso por ser más
“oscura” que aquellas que suelo leer.
No me resisto a rescatar esta
anotación que hice mientras lo leía: «Me temo que probablemente surgirá un
triángulo amoroso, ya no con Lucien, sino con el hombre de pelo negro y ojos
azules que la salvó de los que la querían violar en la Fiesta de los Fuegos».
Ejem.
Decían que el tramo final es lo más
emocionante o adictivo pero yo discrepo. Me parecía un poco deprimente y
demasiado trágico todo lo que le ocurría a Feyre, y echaba de menos sus
interacciones con Tamlin. La primera prueba estuvo interesante y sí estaba a la
altura de lo que ella podía demostrar de sí misma. La segunda y tercera me
parecieron excesivamente simplonas. De hecho, la segunda ni siquiera la ganó
por sus propios méritos. La tercera y final, aunque simplona, sí me mantuvo
bastante enganchada, el final estuvo emocionante aunque, sinceramente, se la
jugó demasiado por una simple corazonada. [SPOILER: Aunque la resolución final me gustó y
tranquilizó, hubiera preferido que la conversión tuviera lugar al final de la
saga y que hubiera seguido siendo humana un tiempo más. Algo que
definitivamente no me gustó y me reafirmó en mi opinión sobre ella fue su impasible
y desagradecida reacción al despertar. No parecía nada emocionada de
reencontrarse con Tamlin ni agradecida de que le hubieran salvado la vida. Honestamente,
me llamó la atención que el alto lord de la Corte Otoño fuera el primero en dar
el paso para convertirla en inmortal después de lo que le hizo a la novia de
Lucien, y me llevó a creer, erróneamente, que quizá habría una reconciliación
entre él y sus padres más adelante.]
Mis intuiciones tras finalizar el
primer libro de cara a los siguientes fueron que Rhysand (quien ya me caía algo
mejor pero seguía sin fiarme de él), reclamaría a una deprimida y arrepentida Feyre
(por el asesinato de los inmortales) como parte de su corte una semana al mes y
ella empezaría a sentir cosas por él, mientras Tamlin trataría de quitarle el
tatuaje que la liga a Rhys. También creía que los hermanos de Lucien volverían
a la carga y se enfrentaría a ellos, quizá como nuevos malvados de la saga.
Una
corte de niebla y furia (2016)
Tras un paréntesis de unas semanas
para centrarme en las oposiciones, en las últimas dos semanas de Octubre volví
a la carga con el segundo.
Empezó decepcionándome muchísimo. Feyre
seguía insufrible y no la aguantaba. No le gustan las fiestas ni celebraciones,
ni los vestidos, insistía pesadísima en irse a ayudar al pueblo…. Empezaba a
parecerme que solo le importa Tamlin por el sexo. En relación con esto, para mi
desgracia este libro es considerablemente más explícito que el primero,
contiene escenas sumamente fuertes al principio y al final, algo que me
desagrada muchísimo leer, hasta el punto de que estuve a punto de abandonarlo
solo empezar.
Al principio odiaba el desinterés de
Feyre por Tam, pero también lo borde que era con Rhys. [SPOILER: sobre todo odié cuando
dejó a Rhys tirado convaleciente después del ataque tan solo porque él no le
dijo que estaban predestinados como pareja. En general ella insoportable y no
trata bien a las personas a las que dice amar].
Con el avance de los capítulos el
libro remontó mucho para mí y me alegré de haber seguido leyendo. Acabé estando
incluso más viciada que con el primero. [SPOILER: Me da mucha pena cómo acabó con Tamlin
y me parece muy forzada la forma en la que la autora se las ha arreglado para
que de repente se convierta en un controlador y Rhys en un santo, es tan
radical que no resulta natural ni convincente. Considero que, aunque no es
justificable que Tamlin la encerrara, ella ha sido muy injusta con él y desde
el principio del libro ya se notaba que no estaba enamorada, y me daba mucha
pena por él.]
No pensé que Rhysand pudiera llegar
a gustarme tanto pero lo cierto es que ahora me encanta, me fue cautivando muy
rápido en este libro. Realmente la autora se las arregla para que te acabes
enamorando de él, pero no resulta muy creíble que súbitamente le dé la vuelta a
todo lo que hizo en el pasado y resulte ser un buenazo cuando en el libro
pasado fue capaz de leer sus pensamientos sexuales en alto, emborracharla,
tatuarla sin permiso para controlarla y tratarla como una marioneta. La autora
insiste demasiado en comparar implícitamente las conductas de Rhys respecto a
Tamlin (dejarla salir libremente, permitirle acompañarles y pelear con ellos,
prestarse a entrenarla, tener voluntad de cambiar las cosas para su pueblo…),
resulta demasiado descarado.
Los amigos de Rhys me gustan mucho,
sobre todo Morrigan. En general, el libro me gustó mucho y me sorprendí a mí
misma prefiriendo a Rhys sobre Tam. Durante gran parte del libro quería que se
quedara con los dos pero sabía que no iba a ser así.
Una corte de alas y ruina (2017)
A pesar de mi vicio, tuve que forzar una pausa para leer Frankestein para mi club de lectura a principios de Noviembre. En cuanto lo terminé me zambullí en este, que es el final de la trilogía original.
Empezó gustándome mucho, quizá el
que más, ya que empezó muy interesante, aunque no aprobé que Feyre intentara
destruir a la Corte Primavera desde dentro. Me alegré de que Lucien (a quien yo
echaba bastante de menos tras su prolongada ausencia en el segundo) la
acompañara en su fuga y que pareciera que él estaba cambiando sus prejuicios y
reconciliándose con ella y la Corte Noche. A Nesta la seguía odiando.
Estuvo especialmente interesante la
parte en la que todos se reúnen en la Corte Amanecer pero me desagradaron
muchísimo los comentarios de Tamlin hacia Feyre. Fue la única vez en la que en
verdad desaprobé abiertamente su conducta.
Según se acercaba la mitad del
libro, empecé a perder interés. Se redujo bastante mi vicio por leer y mi mente
no se quedaba enganchada a la lectura después de haber estado leyendo. Entiendo
lo que me dijeron de que hay demasiada política. Todo el asunto de prepararse
para la guerra me aburría soberanamente. La guerra en sí se me hizo pesadísima.
Todo ese tramo fueron los capítulos que menos me gustaron de toda la saga.
Afortunadamente, me reenganché en
los últimos capítulos, ya empezada la batalla final, ya que la recta final fue
trepidante.
[SPOILERS:
Me pareció muy bonito que Tamlin salvara a Feyre cuando fueron Azriel y ella a
rescatar a Elain. Lucien tardó demasiado en reaparecer, se le echaba de menos. Yo
tenía miedo de que muriera algún personaje importante pero por suerte no fue
así (sinceramente a Amren yo no la hubiera echado en falta, y resultó muy poco
creíble que regresara). Que yo recuerde yo no me había emocionado hasta las
lágrimas en toda la saga, pero sí que lloré cuando supimos que el padre de Feyre
había aparecido liderando una flota para ayudar y que le había puesto los
nombres de sus hijas a los barcos, así como, por supuesto, cuando Rhys “murió”.
Imaginé que quizá sería reversible pero aún así lo pasé mal. Me pareció muy
bonito y poético que lo resucitaran de la misma forma que a Feyre y que Tamlin
ayudara y solo le pidiera a Feyre a cambio ser feliz.]
Una
corte de hielo y estrellas (2018)
Tras una nueva pausa durante todo Diciembre
para leer La invisible vida de Addie
LaRue para mi club de lectura (no olvidéis leer la reseña que subí,
recomiendo muchísimo ese libro), la segunda semana de Enero me decidí a leer
este spin-off que sirve de puente
entre la trilogía original y la continuación protagonizada por las hermanas de
Feyre y los amigos de Rhys, aún a sabiendas de que me arriesgaba a que el final
feliz del tercer libro se torciera para mi gusto.
Es el más corto con diferencia, se
lee en pocos días. Además, no se hace nada denso ya que no hay intrigas,
polítiqueos ni batallas. Se desprovee de su carácter épico y se reviste de
literatura cozy, mucho más de mi
agrado. Tal y como me dijeron antes de empezarlo, es como un cuentito de
Navidad (hubiera deseado saber esto antes para leérmelo en plenas fiestas
navideñas y no justo después).
En este libro ya no es Feyre la que
narra en primera persona prácticamente todos los capítulos como en los
anteriores, sino que se van alternando los puntos de vista según el capítulo.
La mayoría son bajo la perspectiva de Feyre, pero también de Rhys, Mor, Cassian
(los suyos incompresiblemente aparecen narrados en tercera persona) y Nesta.
En general me ha gustado, aunque no
ocurre gran cosa. También tiene menos escenas pornográficas que los anteriores,
lo cual es de agradecer. Sin embargo, mis sospechas acerca del siguiente paso
en la relación de los protagonistas desgraciadamente se fueron confirmando
(para cuando llegó la escena del telar que compró ya se me disiparon todas las
dudas). En cierto modo esto arruinó el libro para mí y me quitó las ganas de
seguir con la saga (no, no voy a leerme el quinto de momento, por esta y otras muchas
razones).
[SPOILER:
evidentemente, me refiero al repentino cambio de opinión de Feyre respecto a su
anterior decisión de no ser madre de momento y poder disfrutar de Rhys a solas.
No puedo explicar cuánto odio que las historias terminen con los protagonistas
teniendo hijos. Aparte del hecho de que a mí no me gustan los niños y no siento
el más mínimo instinto maternal, me repatea esta concepción arcaica de que para
que una pareja realmente tenga un final feliz sea necesario matrimonio e hijos.
De ahí se deriva la conclusión de que una pareja que no desee formar una
familia no se quiere lo suficiente o no va a ser tan feliz, lo cual es una
gilipollez retrógrada. Esta misma concepción tóxica lleva a considerar que las
mujeres solo están completamente realizadas cuando son madres, y que deben
aspirar a ello o si no “faltará algo” en su vida. Y me sorprende esto en una
autora que imprimió toda la saga de un carácter feminista bastante evidente,
sobre todo cuando había hecho afirmar a su propia protagonista que no deseaba tener
hijos de momento. Eso por no hablar de la epifanía que la llevó a cambiar de
opinión: que si le ocurriera algo a Rhys los hijos serían lo único que le
quedaría de él. ¿De verdad eso es una razón justa y sensata para tenerlos?
Lo que detesto aún más es que siendo
inmortal y teniendo toda su vida por delante decida arruinar su juventud y su libertad
teniéndolos nada más y nada menos que a los 21 años en lugar de esperar unas
décadas o siglos. ¡Si tienen literalmente todo el tiempo del mundo!
Además, ellos mismos están viendo
venir en este libro que otro conflicto se acerca, con lo cual es una absoluta
imprudencia ponerse a tener hijos cuando las cosas a su alrededor comienzan a
agitarse otra vez.]
En conclusión, lo que he leído de la
saga hasta ahora me ha satisfecho en general y me parece una historia bastante
sólida y bien trabajada, de lectura adictiva. Cuando leía el primer libro
llegué a pensar que iba a convertirse en mi nueva saga favorita, pero a tanto
finalmente no ha llegado, ya que hay detalles que no me convencen, momentos que
me incomodan y, por mucho que me guste Rhys, no me ha llegado a cautivar y
enamorar como otros protagonistas masculinos de otras historias. Tampoco tiene
momentos humorísticos que ensalcen la trama como sí los tienen otras sagas.
Sin duda, lo recomiendo muchísimo a
lectores que gusten de historias de fantasía con razas propias, world-building y subtramas épicas que
derivan en conflictos bélicos, con una trama principal romántica que incluye explícitas
escenas lemon o smut.
No hay comentarios:
Publicar un comentario