domingo, 12 de enero de 2025

Reseña de La invisible vida de Addie LaRue (2020) de V.E. Schwab

 

Calificación: 8'5/10 

Estoy enormemente satisfecha con esta lectura. Intuyo que no va a ser uno de los primeros libros que se me vengan a la cabeza cuando me pregunten por mis libros favoritos y no ha sido uno de aquellos que me dejan tanta marca que me paso días después pensando en sus personajes ni los guardo especialmente cerca de mi corazón. Sin embargo, mientras lo leía me gustaba y conmovía tanto que consideraba que podía pasar a engrosar perfectamente mi lista de libros favoritos.

Desde el primer momento ya me enganchó. Pintaba muy bien desde sus primeros capítulos. Pocos libros me atrapan tanto desde las primeras páginas. Parte de la premisa, no novedosa, de un trato que una chica de 23 años realiza con lo que nosotros podríamos entender como el “diablo” (no se utiliza esta terminología en el libro): tiempo ilimitado para vivir su vida libremente a su manera, a cambio de su alma cuando muera. Evidentemente, al “diablo” (lo llamo así para que me entendáis) no le rentaría esperar indefinidamente por este alma si ella se vuelve inmortal, por lo que trata de hacerle la vida imposible buscando que ella misma renuncie a la vida. ¿Cuál es una forma cruel de intentarlo? Evitar que ella pueda ser recordada por cualquier persona que la conozca o con la que se cruce. Así, jamás podrá tener amigos o pareja, ya que todo el que la vea la olvida en cuanto la pierden de vista.

El estilo narrativo es peculiar. Hay constantes saltos hacia delante y hacia atrás, dependiendo del capítulo, lo cual lo hace más ameno que si durante muchos capítulos solo te narraran el pasado o el presente. En otros libros suele esperarse a un momento concreto de la trama y después dar un largo salto atrás, a veces durante varios capítulos seguidos. Aquí, sin embargo, se van intercalando los capítulos en el presente y los capítulos en el pasado, lo que logra mantener más el interés pues la narración se hace más variada.

La narradora cuida especialmente la expresión verbal. Es más poética y metafórica de lo habitual en este tipo de historias. Consigue llegar mucho al corazón gracias a la forma en la que formula los pensamientos y sentimientos de Addie. Y Addie como personaje inspira mucha compasión y empatía.

También es original que en lugar de presentarse una visión simplista y tradicional sobre la religión (Dios y diablo/Lucifer), se ofrezca una distinción entre dioses antiguos y dioses nuevos o dioses del día y de la noche.

Me siento dolorosamente identificada con Henry. Pocos personajes sobre los que había leído me habían resultado tan realistas y humanos. Es un chico de 28 años que desde que nació se sintió diferente al resto, que no encajaba. Demasiado sensible, no se sentía querido ni valorado por nadie, ni por su familia, se sentía perdido en la vida, sin encontrar su vocación, con ese terror paralizante de sentir que se le está pasando la juventud sin haber descubierto su verdadera pasión, ni su media naranja, ni su lugar en el mundo. Evidentemente, no apruebo es que se evadiera de su dolor mediante la ingesta de drogas. Pero por el resto de lo explicado sobre él, nunca había encontrado a un personaje tan similar a mí en ninguna obra.

A pesar de que la historia no es particularmente impredecible (en cuanto interviene el personaje de Henry puedes esperarte lo que va a suceder), si lo es algo más el cómo tiene lugar el desarrollo de estos acontecimientos que esperas, y sobre todo el final.

No quiero contar nada más para no estropear la historia, solo me queda recomendarlo encarecidamente, porque merece muchísimo la pena. Sobre todo a quien valore que lo que podría haberse limitado a ser una historia ficticia de fantasía se revista de algo mucho más profundo, con mensaje sobre la vida, y cuidando muchísimo la narración, tan profunda, sentida y poética.

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