Calificación: 6’5/10
Como expliqué en anteriores reseñas,
recolocando mis libros redescubrí algunos que tenía un poco olvidados y decidí
releerme algunos que leí de adolescente y cuyo argumento ya ni recordaba. Quizá
este era del que menos me acordaba. Mi idea sobre él a lo sumo se ceñía a que
la protagonista, dolorosamente similar a mí en esto, era una chica
incomprendida y socialmente marginada que buscaba consuelo en la literatura
siendo una lectora voraz y que los libros jugaban un papel importante en la
historia. No recordaba nada del desarrollo del argumento en sí.
Ha sido una lectura rápida, creí que
me iba a llevar más de cuatro días teniendo en cuenta que rara vez dispongo de
más de una hora de lectura al día, pero la letra era bastante grande.
Otro libro que a pesar de su intento
por ser profundo, no deja una huella en mí tras leerlo. La premisa es
aceptable, si bien creo que no debe de ser particularmente novedosa ya que
intuyo que hay más historias que parten de una parecida. El desarrollo tampoco
me parece particularmente innovador exceptuando el hecho, que me gustaría
destacar positivamente, de que las partes diferenciadas de la historia se hacen
notar empleando una coloración de papel y una caligrafía distinta: el libro
tiene hojas blancas, negras y grises para dejarnos claro en qué “dimensión” de
ese universo nos encontramos, por decirlo de alguna manera. Ahí reside su
principal atractivo para mí.
Me debato acerca de la verdadera
opinión que me suscita la prosa de la autora. No cabe duda que cuenta con un
amplio vocabulario (o que lo escribió con un diccionario al lado y trató de
volcar gran parte de su contenido en cada capítulo) y que se ha esforzado mucho
por expresarse de forma fina y culta. Pero es que a veces resultaba demasiado.
Su estilo literario es excesivamente rimbombante, artificioso y pomposo.
Algunas oraciones pueden ser bonitas de leer, pero otras se sienten excesivas
hasta el punto de hacerle perder credibilidad como buena escritora. Su
mentalidad de “cuanto más mejor” saturaba y recargaba demasiado algunos
párrafos. Eso conduce a pesar que, esforzándose en exceso por lucirse o ser la
mejor narradora posible, acaba haciéndose notar como una no particularmente
extraordinaria, con una redacción regulera. Los verdaderos buenos escritores no
necesitan ser tan petulantes y barrocos en su forma de escribir.
Los personajes me resultan un tanto
planos. Me gusta mucho Julien, pero es muy arquetípico y no tiene una carisma
que atrape. Lara está algo más trabajada como protagonista que es, aunque ella
en general me gusta pero no me encanta. Empatizo mucho más con ella al
comienzo, cuando aún es una pobre chica solitaria que busca refugio en la
literatura, que en el transcurso posterior de la historia. La autora nos
intenta vender su evolución como que viviendo por fin una de sus soñadas
aventuras literarias puede comenzar a ser ella misma en su más plena esencia,
valiente y segura. Pero es que, sinceramente, yo a su conducta la catalogaría
más bien de imprudente, insensata, impulsiva, egoísta y desconsiderada. Por no
hablar de lo entrometida que es.
De aquí en adelante cada párrafo
está plagado de SPOILERS,
quien avisa no es traidor. Saltad al último párrafo los que no hayáis leído aún
el libro.
Ahondando un poco más en las
erróneas asunciones de Lara y su manía de sobrepasar los límites: ¿Cómo se le
ocurre salir sola a investigar asesinatos en una época en la que las mujeres no
solo corrían más peligro sino que estaban socialmente condenadas por salir sin
la compañía de un hombre, pudiendo meterse en serios problemas, y para colmo
habiendo tantas desapariciones sospechosas de otras chicas jóvenes? ¿O ponerse
a registrar la habitación cerrada con llave de la casa de la única persona que
ha confiado en ella como para ofrecerle cobijo sin tener por qué hacerlo? ¿O
ser tan estúpida como para sacar la conclusión de que si Julien conserva
recortes de las desaparecidas y la maleta de su hermana es porque él la ha
secuestrado o asesinado en lugar de llegar a la conclusión más lógica de que su
hermana es una de las desaparecidas? ¿O escuchar a Julien musitar el nombre
Marguerite en sueños y asumir que es el nombre de una supuesta enamorada en
lugar de deducir que es el nombre de su hermana desaparecida? Es que
verdaderamente hay conductas de Lara que no hay por dónde cogerlas y si Julien
no fuese un pobre tonto enamorado la hubiese largado de su casa merecidamente.
Encima de que él la acoge en su hogar siendo una desconocida, ella tiene el
descaro de inspeccionarla, investigar a sus espaldas y exigirle explicaciones.
En general parece creerse muy lista y capaz pero en la práctica resulta un
tanto estúpida. ¿Acaso no era obvio que el mensaje que recibieron, el que
desembocó en ellos cayendo dentro del carro de caballos al agua, podía ser una
trampa?
Algo que no vi venir y que sí me
sorprendió fue el hecho de que la druida a la que mataron fuera la misma que el
fantasma de las enredaderas se cobraba muertes desde el principio de la
historia, y que ambas fueran la abuela de Julian y Marguerite. Tampoco que el
pueblo de Bretaña del que procedían varios de los personajes era el mismo que el
de la historia del druida: Lacquireaux.
Lara nuevamente volvió a
decepcionarme al no tener el valor de contarle la verdad a Julien y desaparecer
dejándole solo una carta, que es una forma fría y horrorosa de despedirse. ¿En
serio pensaba que no la iba a creer después de todos los eventos fantásticos y
surrealistas que habían vivido?). Me sorprendió para bien el final (aunque sea
poco creíble), realmente parecía que Lara y Julien iban a terminar separados.
Lo que me pareció muy egoísta por parte de Lara fue separar a Julien de su
hermana Marguerite y de su amigo Armand, debería haberlos traído también a este
mundo. También habría que pensar en el pobre Julien y lo difícil que iba a ser
para él adaptarse al mundo moderno, aunque, por supuesto, yo hubiese tomado la
misma decisión que ella de traerlo a mi mundo, nunca hubiese permitido alejarme
de él.
En conclusión, es una lectura
aceptablemente imaginativa y entretenida aunque pasa sin pena ni gloria por mí
ni me suscita la adicción o devoción de otras historias del género. Pero sí la
recomiendo, sobre todo tratándose de una autora del país, para todos los que
también se sientan perdidos y solos en un mundo en el que solo encuentran
refugio en la literatura, y que sueñan con traspasar las páginas de un libro
pudiendo experimentar en sus carnes aquello que solo se atreven a soñar.
Fuente de la imagen:
https://www.casadellibro.com/libro-ex-libris/9788444148281/2036342
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