Aprovechando que había decidido
releerme el divertido Magia de una noche
de verano después de tantos años, decidí releer también algún otro libro
suelto que hubiese leído en mi adolescencia y no hubiese vuelto a leer después.
Opté por Tres deseos y Ex libris, del cual hablaré en mi
próxima reseña.
Al igual que de los demás, no
recordaba gran cosa de Tres deseos,
aunque quizá sí tenía un poquito más claro el argumento. Sinceramente, todos
mis recuerdos se ceñían a que la protagonista había estado saliendo con un
chico que resultó ser gay y que un genio aparece en su vida para concederle tres
deseos y ¡oh, qué inesperado! encuentra en él al verdadero amor de su vida.
Algo que me ha llamado la atención
desde el primer momento y que sin duda no recordaba (supongo que no le daba
tanta importancia a eso en aquel entonces) es que el libro no está
particularmente bien escrito. No digo que la prosa de la narradora no sea
suficiente o decente, pero desde luego distaría mucho de poder ser considerada
alta literatura. No puedo evitar pensar en las historias que escritores amateurs escriben en Wattpad y que
terminan siendo publicadas (yo hasta ahora no le leído ninguna, que conste,
aunque no me cierro a ello en el futuro).
Aparte de la propia prosa otros
detalles en los que esto se notaba era, por ejemplo, en un abuso de
repeticiones de ideas ya explicadas, lo cual resulta innecesario. Ya nos había
quedado clarísimo que Viola se sentía marginada socialmente y fuera de lugar en
cualquier grupo, no hacía falta que ahondasen en la misma idea una y otra vez
en cada capítulo y utilizando siempre las mismas expresiones (como “formar
parte de algo”, tendría que haber contado el número de veces que se repitió).
Obviamente empatizo muchísimo con ella al respecto porque sé de primera mano lo
horrible que es sentirse así, pero es que tanto Viola como la autora se ponían
muy pesadas repitiendo la misma idea constantemente. Y el hecho de que se
sienta así tampoco justifica por ejemplo, la forma en la que se portó con
Lawrence cuando él fue a recogerla en coche al cine, sin ni siquiera tener por
qué hacerlo.
Por otra parte, los personajes son
bastante planos y arquetípicos y no ofrecen un convincente desarrollo o
evolución con unos tiempos realistas, por ejemplo el propio Genio. No tiene la
carisma y personalidad de otros personajes masculinos de este tipo de novelas y
su cambio de mentalidad sobre los humanos y la mortalidad es exageradamente
abrupto para resultar creíble. La autora también desperdició la oportunidad de
que Viola le asignara un nombre humano como Gene, que no solo sí existe si no
que se parece mucho tanto gráfica como fonológicamente a “genie”, genio en
inglés.
[SPOILER:
Para terminar, algo particularmente decepcionante son los tres deseos pedidos
por Viola. Una espera que siendo la protagonista desee algo especialmente destacable
o importante para la historia. El primer deseo, si bien no llegó a formularse
expresamente, sí es coherente y lógico con ella como personaje y sus
inseguridades e inquietudes, pero resulta enormemente decepcionante que los
otros dos fuesen tan “flojos” y debidos a la presión del ifrit respecto a temas
específicos en lugar de a verdaderos deseos que ella hubiese sentido desde
antes y que no se debieran simplemente a la presión del momento. De hecho, me
resulta curioso que yo tenía la vaga idea de que el último deseo pedido por Viola
era liberar a genio de su trabajo como ser que concede deseos o hacerle humano
para que pudiese estar con ella, y me sorprendió que este deseo nunca se
llevara a cabo. ¿Quizá en su momento también me decepcionaron tanto sus deseos
pedidos que en mi imaginación cambié el último por uno que me hubiese parecido
más pertinente y por eso me había quedado esa idea en la cabeza asociada a este
libro?]
De todas formas, aunque sea una
lectura que pasa sin pena ni gloria por mí, me ha vuelto a gustar y tampoco se
pierde nada leyéndolo, siempre que se haga con una mentalidad abierta de que se
está leyendo una novela adolescente particularmente floja para pasar el rato y
no una de las que, aunque juveniles, tienen muchísima calidad y dejan huella.
Fuente de la imagen:
https://www.casadellibro.com/libro-tres-deseos-una-novela-magica/9788427200272/1697911
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