Esta novela corta me fue
recomendada por sus semejanzas con la novelita de Miguel Espigado que había
leído semanas atrás (Enciclopedia de las
cosas buenas). Lo cierto es que, si bien al principio parecen similares
—los dos narran los intentos de un hombre por rehacer su vida tras haberse quedado
en el paro y haber perdido a su amor— según avanza la lectura te das cuenta de
que las similitudes no son tantas.
Personalmente, prefiero la novela
de Espigado, que, aun siendo de semejante extensión, se hace bastante más amena
puesto que recurre contantemente al humor y la ironía, casi llegando a
ridiculizar las penas que sufre el protagonista. El libro de Laury Leite, por
el contrario, peca para mi gusto de demasiado rimbombante y trascendental, y yo suelo gustar de lectura más ligera. Detecto un exceso de descripciones
que ralentizan el ritmo, ya de por si lento debido a la poca acción. Lo que
salva al libro de resultar demasiado pesado es su corta extensión.
A mitad del libro, nos encontramos
con una sorpresa, el POV o punto de vista (point
of view) cambia del hijo a la madre, manteniéndose el empleo de la primera persona.
Así, a la incertidumbre de la búsqueda de una nueva vida del hijo se yuxtapone la
desazón de la madre al ver que su hijo está haciendo su propia vida. Para acentuar
este cambio de narrador, se aprecian diferencias narrativas entre la prosa del
hijo y de la madre. Mientras que la primera resulta más convencional y
llevadera, la segunda abusa de la continua utilización de paréntesis, quizá
para reflejar el caos que presenta su mente, asaltada por continuos pensamientos
y divagaciones. Del mismo modo, aunque el hijo de vez en cuando recuerda vivencias
pasadas para explicar hechos presentes, es el tiempo actual lo que más le
concierne, mientras que la madre apenas vive en su presente, remontándose continuamente
a su propio pasado, como hija y, después, como madre.
En definitiva, quizá sea
interesante su lectura como comparación con Enciclopedia
de las cosas buenas para contrastar dos formas diferentes de narrar experiencias
vitales similares, o en general, para cualquiera que esté interesado en leer
las vicisitudes y estragos que puede causar en la vida de una persona la pérdida
de empleo, del amor y el desarraigo existencial que esto produce.
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